El expresidente Jimmy Morales, ahora candidato a diputado al Congreso por el partido FCN-Nación, dijo que con 53 años de edad y siendo nacionalista "todavía puede dar muchos servicios a la patria y que uno de los grandes problemas de un Presidente es el Congreso".

En la entrevista que concedió en el segmento Politicando del programa Los Disidentes que se transmite por República Radio, aprovechó para recordar su paso por la Presidencia, la injerencia internacional que sorteó, a sus mentores personales y políticas, así como sus enemigos políticos, para quienes tuvo tiempo hasta de imitar.

"¿Quieren saber cómo va la encuesta? En la encuesta de mi mamá voy ganado...ella sí me pone un diez", expresó durante la media hora de la conversación informal. 

Incluso, por considerar que era insuficiente el tiempo para hablar de temas nacionales y personales, bromeó con los conductores: "compren más tiempo, no sean garras". 

Experiencia política para el Congreso

De su motivación para ser diputado aseveró que hay leyes por reformar, derogar y crear, como la ley de Contrataciones "que no puede ser una medida para lucha contra la corrupción, pero sí muy drástica para que nadie cometa delitos administrativos".

También mencionó las reformas a la Ley de alianzas públicas-privadas "porque Honduras copió el modelo 10 años después y tiene 15 proyectos, mientras Guatemala ninguno", enfatizó. 

"Tengo 53 años y la experiencia adquirida en la presidencia puede ser importante trabajando desde el Congreso", reiteró.  

Y es que según Morales, uno de los problemas que tiene un presidente es el Congreso. "Yo tuve un Legislativo sumamente fraccionado y manipulado por gente como el diputado Mario Taracena y la UNE, que tenían entrampado todo", dijo.

"Su obsesión era hacer fracasar al Gobierno porque si el Gobierno de turno fracasa, los políticos tienen la oportunidad de reciclarse", mencionó. 

Sin injerencia extranjera

De sus logros como Presidente, mencionó la no renovación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el acuerdo migratorio con Estados Unidos  (EE. UU.) para dar asilo a hondureños y salvadoreños "y que fue tergiversado y mal llamado Acuerdo de Tercer País Seguro", según el mandatario. 

"En 2015 creíamos que había realmente una lucha contra la corrupción, queríamos que se presentaran pruebas, pero lo que presentaron fueron colaboradores eficaces", dijo. 

También que hubo interés para renovar el mandato hasta 2021 y por no hacerlo "empezaron con el torniquete por todos lados". 

"Ahora le aplauden a Nayib Bukele por denunciar que la Organización de Estados Americanos (OEA) lo quería nombrar un delincuente internacional por proteger a delincuentes locales, pero fui el primero que denunció injerencia extranjera". 

Según Morales, Bukele tiene todo el aparato estatal a su favor, mientras que durante su gestión "estaba la voz carrasposa del diputado Mario Taracena recordando "la ley debe pasar porque trae instrucciones en inglés" o "hay viene el talibán y los va a perseguir a ustedes, a sus mujeres e hijos", recordó.

En el caso de su relación con EE. UU. mencionó que hasta le ofreció a esa nación trabajar juntos, pero "muy socio puede ser, pero en una sociedad debemos vernos como lo que somos. No soy tu empleado, sino tu socio, minoritario, pero socio". 

Además reiteró que muchos vieron mal la salida de Iván Velásquez, el retorno de la embajada de Guatemala a Jerusalén e incluso el Libramiento de Chimaltenango. 

"'¿Cuánto se cae?, preguntó y respondió a la vez, "un pedacito", en referencia a los 60 metros de los 14 kilómetros que abarca el trayecto y que han significado un retorno interno social de Q1 mil 500 millones, en comparación con los Q750 millones que fue su costo, por lo que no merece críticas", según Morales.

"El daño solo es la parte de los taludes, pero allí está como la Puerta de Alcalá, allí está, allí está viendo pasar el tiempo", añadió.

Finalmente, evitó darle una calificación a su Gobierno, dejándole a la gente que sea quien lo responda con base en los 2 mil kilómetros de asfalto, los 7 mil kilómetros de ampliación de rutas terciarias o la transformación del programa social y de activación económica de alimentación.