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🔵 La izquierda que devora a sus hijos: el espejo de Semilla en España

A la izquierda, la facción radical representada por Lenin; a la derecha, la socialdemócrata, representada por Kérenski. Ilustración por Gabriel López
Rafael Párraga
11 de agosto, 2023

Antes del partido Movimiento Semilla, hubo en España un partido formado por universitarios, que instrumentalizó la indignación ciudadana con la corrupción para hacerse con el poder: Podemos.

  • Podemos dividió a la sociedad entre “la casta” —una suerte pacto de corruptos a la española— y la anticasta: ellos, convenientemente. Sin embargo, al tocar poder, Podemos actuó como la casta que decía combatir, deslegitimándose socialmente, hasta el punto de su virtual desaparición en las recientes elecciones de julio. 
     
  • Con el tiempo, los comunistas liderados por Pablo Iglesias purgaron a los socialdemócratas de Íñigo Errejón del partido, al igual que la revolución bolchevique de Lenin desplazó al moderado Kérenski. La historia política no se repite, pero rima.

Hemeroteca (I). En 2014, mientras en Guatemala “La Línea” todavía operaba en secreto, en España nacía un movimiento político que buscaba apelar a la juventud, bajo la consigna de “convertir la indignación en cambio político”.

  • Ese mismo año, en Guatemala, se empezaba a formar un grupo que se transformaría en el partido Movimiento Semilla. Ambos conformados por una izquierda burguesa y metropolitana, lejanos en su día a día de los principios socialistas que defienden. 
     
  • La molestia con la política de la Unión Europea impulsó la creación de Podemos, mientras que la indignación con el caso “La Línea” propició la formación de Semilla. 

Hemeroteca (II). Podemos llegó al poder por primera vez en 2015. Un año después de su génesis, el partido de Pablo Iglesias había conseguido ya un 20.66 % de los votos y 69 escaños en el Congreso de los Diputados.

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  • El éxito de Podemos coincidió con la fase de formación de Semilla, para quien fue una inspiración a la hora de fundar un partido socialdemócrata que atacara lo que, para ellos, eran los problemas más grandes del país. 
  • En 2016 se formó la coalición Unidos-Podemos, que llevó al partido de Iglesias a su punto máximo, ganando 71 escaños y obteniendo un 21.1 % de los votos. 
  • Para 2018, Semilla ya se había inscrito como partido político y Podemos empezaba su decadencia. En las elecciones de 2019, Podemos pasó a conseguir solo un 12.97 % de los votos y 35 escaños. El proyecto estaba en caída libre. 

Entre líneas. Para Podemos, pasar de ser oposición a tener una cuota de poder fue, al mismo tiempo, una victoria y el inicio de su eventual ruina. Las pugnas internas y la contradicción con su mensaje original le llevó al fracaso que actualmente es, fruto de un proyecto nacido por sentimientos de indignación y no una visión clara de lo que se quería construir.

  • Las facciones internas del partido lo terminaron dividiendo entre sus fundadores. La facción más radical del partido se alineó con Iglesias; mientras que, la facción socialdemócrata apoyó a Errejón.
  • La pugna entre los radicales y moderados la ganaron los radicales, evidencia de la fuerza de los extremos. Íñigo Errejón abandonó Podemos y fundó el partido Más Madrid, ahora llamado Más País. El proyecto socialdemócrata se convirtió en un proyecto socialista condenado a fracasar. 
  • Semilla no es ajeno a esta situación. Moderados, como Bernardo Arévalo, y figuras más radicales, como Samuel Pérez, han convivido desde el rol de oposición, pero las cosas pueden cambiar en caso de llegar al poder. 

Del dicho al hecho. Podemos traicionó a su electorado. Al llegar a posiciones de poder adoptaron las prácticas que tanto criticaban de sus contrincantes.

  • En un tuit de 2012, Pablo Iglesias criticaba al entonces ministro de economía por comprarse un apartamento de lujo, cuestionando: “¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000 € en un ático de lujo?”.
  • Sin embargo, en 2018, al llegar al poder, Pablo Iglesias y su pareja, Irene Montero, compraron un chalé en la sierra de Madrid por exactamente ese mismo valor.  Se convirtió, así, en el “Marqués de Galapagar”. 
  • Podemos criticaba “La Casta”, pero al tener la capacidad de serlo, ellos mismos se convirtieron en esa Casta. El mismo rumbo que toman todos los partidos políticos al llegar al poder.

Final de una era. El fracaso de Podemos se explica a través de la Ley de Hierro de la Oligarquía, de Robert Michels, que explica que todo partido es por naturaleza oligárquico y que, aunque sus líderes, en un principio respeten la voluntad popular y se pinten como democráticos, al tener poder, lo concentran, se aferran a este y traicionan sus principios.

  • La debacle electoral de Podemos del 23 de julio, en contraste con su éxito inicial, puede ser una predicción del futuro de Semilla. Las similitudes con Podemos, desde su génesis, su ideología y sus divisiones internas, le dan a Semilla un espejo para mirarse.
  • Ambos partidos nacieron de sentimientos pasionales y un supuesto enemigo común: la corrupción. Sin embargo, la falta de cohesión ideológica y los vicios del poder suponen un reto para la supervivencia de los dos proyectos.
  • Al alcanzar el poder, la izquierda progresista se representa por la metáfora pintada por Goya: Saturno devorando a sus hijos. Podemos puede ser una visión del futuro de Semilla; en sus manos está reconocerlo o condenarse a vivirlo en carne propia.
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🔵 La izquierda que devora a sus hijos: el espejo de Semilla en España

A la izquierda, la facción radical representada por Lenin; a la derecha, la socialdemócrata, representada por Kérenski. Ilustración por Gabriel López
Rafael Párraga
11 de agosto, 2023

Antes del partido Movimiento Semilla, hubo en España un partido formado por universitarios, que instrumentalizó la indignación ciudadana con la corrupción para hacerse con el poder: Podemos.

  • Podemos dividió a la sociedad entre “la casta” —una suerte pacto de corruptos a la española— y la anticasta: ellos, convenientemente. Sin embargo, al tocar poder, Podemos actuó como la casta que decía combatir, deslegitimándose socialmente, hasta el punto de su virtual desaparición en las recientes elecciones de julio. 
     
  • Con el tiempo, los comunistas liderados por Pablo Iglesias purgaron a los socialdemócratas de Íñigo Errejón del partido, al igual que la revolución bolchevique de Lenin desplazó al moderado Kérenski. La historia política no se repite, pero rima.

Hemeroteca (I). En 2014, mientras en Guatemala “La Línea” todavía operaba en secreto, en España nacía un movimiento político que buscaba apelar a la juventud, bajo la consigna de “convertir la indignación en cambio político”.

  • Ese mismo año, en Guatemala, se empezaba a formar un grupo que se transformaría en el partido Movimiento Semilla. Ambos conformados por una izquierda burguesa y metropolitana, lejanos en su día a día de los principios socialistas que defienden. 
     
  • La molestia con la política de la Unión Europea impulsó la creación de Podemos, mientras que la indignación con el caso “La Línea” propició la formación de Semilla. 

Hemeroteca (II). Podemos llegó al poder por primera vez en 2015. Un año después de su génesis, el partido de Pablo Iglesias había conseguido ya un 20.66 % de los votos y 69 escaños en el Congreso de los Diputados.

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  • El éxito de Podemos coincidió con la fase de formación de Semilla, para quien fue una inspiración a la hora de fundar un partido socialdemócrata que atacara lo que, para ellos, eran los problemas más grandes del país. 
  • En 2016 se formó la coalición Unidos-Podemos, que llevó al partido de Iglesias a su punto máximo, ganando 71 escaños y obteniendo un 21.1 % de los votos. 
  • Para 2018, Semilla ya se había inscrito como partido político y Podemos empezaba su decadencia. En las elecciones de 2019, Podemos pasó a conseguir solo un 12.97 % de los votos y 35 escaños. El proyecto estaba en caída libre. 

Entre líneas. Para Podemos, pasar de ser oposición a tener una cuota de poder fue, al mismo tiempo, una victoria y el inicio de su eventual ruina. Las pugnas internas y la contradicción con su mensaje original le llevó al fracaso que actualmente es, fruto de un proyecto nacido por sentimientos de indignación y no una visión clara de lo que se quería construir.

  • Las facciones internas del partido lo terminaron dividiendo entre sus fundadores. La facción más radical del partido se alineó con Iglesias; mientras que, la facción socialdemócrata apoyó a Errejón.
  • La pugna entre los radicales y moderados la ganaron los radicales, evidencia de la fuerza de los extremos. Íñigo Errejón abandonó Podemos y fundó el partido Más Madrid, ahora llamado Más País. El proyecto socialdemócrata se convirtió en un proyecto socialista condenado a fracasar. 
  • Semilla no es ajeno a esta situación. Moderados, como Bernardo Arévalo, y figuras más radicales, como Samuel Pérez, han convivido desde el rol de oposición, pero las cosas pueden cambiar en caso de llegar al poder. 

Del dicho al hecho. Podemos traicionó a su electorado. Al llegar a posiciones de poder adoptaron las prácticas que tanto criticaban de sus contrincantes.

  • En un tuit de 2012, Pablo Iglesias criticaba al entonces ministro de economía por comprarse un apartamento de lujo, cuestionando: “¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000 € en un ático de lujo?”.
  • Sin embargo, en 2018, al llegar al poder, Pablo Iglesias y su pareja, Irene Montero, compraron un chalé en la sierra de Madrid por exactamente ese mismo valor.  Se convirtió, así, en el “Marqués de Galapagar”. 
  • Podemos criticaba “La Casta”, pero al tener la capacidad de serlo, ellos mismos se convirtieron en esa Casta. El mismo rumbo que toman todos los partidos políticos al llegar al poder.

Final de una era. El fracaso de Podemos se explica a través de la Ley de Hierro de la Oligarquía, de Robert Michels, que explica que todo partido es por naturaleza oligárquico y que, aunque sus líderes, en un principio respeten la voluntad popular y se pinten como democráticos, al tener poder, lo concentran, se aferran a este y traicionan sus principios.

  • La debacle electoral de Podemos del 23 de julio, en contraste con su éxito inicial, puede ser una predicción del futuro de Semilla. Las similitudes con Podemos, desde su génesis, su ideología y sus divisiones internas, le dan a Semilla un espejo para mirarse.
  • Ambos partidos nacieron de sentimientos pasionales y un supuesto enemigo común: la corrupción. Sin embargo, la falta de cohesión ideológica y los vicios del poder suponen un reto para la supervivencia de los dos proyectos.
  • Al alcanzar el poder, la izquierda progresista se representa por la metáfora pintada por Goya: Saturno devorando a sus hijos. Podemos puede ser una visión del futuro de Semilla; en sus manos está reconocerlo o condenarse a vivirlo en carne propia.