Senadores y congresistas estadounidenses visitaron Guatemala en medio de atropellos estatales contra su democracia.  
 

Panorama general. El pasado viernes aterrizó en Guatemala una comitiva de senadores y congresistas estadounidenses, encabezada por el senador Tim Kaine, y acompañado por Dick Durbin, Jeff Merkley, Peter Welch y Laphonza Butler, además de las congresistas Delia Ramírez y Norma Torres, originarias de Guatemala. Todos pertenecen al partido demócrata.  
 

• El motivo de la visita fue tener una serie de reuniones con empresarios y funcionarios del gobierno, con el fin de “mantener la democracia y la estabilidad política en Centroamérica”. 

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• La llegada de la misión coincidió con una conferencia de prensa donde fiscales de la FECI manifestaron su deseo porque las elecciones sean anuladas. 
   

Voces. En una conferencia de prensa, Delia Ramírez afirmó que “lo abusivo es negarle al pueblo guatemalteco la democracia y no honrar el voto que ellos dieron”, mientras que Torres hizo un llamado al presidente Giammattei: “aún hay tiempo, puede retroceder estas acciones y esperamos que lo pueda hacer”. 
 

• Por su parte, el senador Kaine, declaró que parece estar presenciando un golpe de Estado. 

• “Es un momento de gran peligro para Guatemala. Cuando se atacan las elecciones, se está atacando al pueblo guatemalteco, cuando se ataca al candidato que ganó las elecciones, se está atacando al pueblo guatemalteco”, dijo Kaine. 
   

Fisgón histórico. La relación entre Tim Kaine y Centroamérica se remonta hasta la década de los 70, cuando visitó Honduras en la Semana Santa de 1974. Era un estudiante de segundo año en Rockhurst High School, una secundaria jesuita de la ciudad de Kansas. Desde entonces despertó su interés por la región, regresando en 1980 como voluntario para trabajar con sacerdotes jesuitas en El Progreso, Honduras. 
 

• El senador se vio atraído por las ideas de la Teología de la Liberación, una doctrina de interpretación marxista del evangelio de la Iglesia católica.  

• Desde su primera visita, Kaine estrechó relaciones con sacerdotes jesuitas, como el hondureño, Mauricio Gaborit, y el estadounidense, Jack Warner, quienes fueron sus mentores espirituales durante su tiempo en Honduras. 

• El senador que ahora visita Guatemala afirmó que su tiempo en honduras le politizó mucho. De acuerdo con Warner, su mentor, “el evangelio es un documento extremadamente comunista”. 
   

Entre líneas. En 1980, Kaine también visitó Nicaragua, dónde entabló relaciones con figuras como el reverendo James Carney, párroco exiliado que adoptó posiciones extremas de la teología, validando los levantamientos en armas en contra de los gobiernos militares. Carney se convirtió en capellán de la guerrilla nicaragüense. 
 

• Cuando regresó a EE. UU., para finalizar sus estudios en la universidad de Harvard, Kaine mantuvo comunicación con sus mentores en Honduras. En su correspondencia con el padre Gaborit, Kaine cuestionaba la política estadounidense en contra del comunismo en América Latina.  

• En 2016, Kaine fue el compañero de fórmula de Hillary Clinton, quién, durante su carrera universitaria recaudó fondos en apoyo a la guerrilla salvadoreña.  
   

Por qué importa. Guatemala atraviesa momentos delicados para su institucionalidad democrática con el permanente asedio en contra de los resultados electorales. Mientras que el apoyo de EE. UU. es importante para establecer alianzas que defiendan el proceso electoral en Guatemala, la comitiva enviada desde el norte tiene un fuerte componente ideológico. Lejos de ser un esfuerzo nacional bipartito, es una comisión demócrata y liderada por un senador de formación marxista.  
 

• EE. UU. tendrá elecciones presidenciales en noviembre de 2024, dónde, de momento, la reelección de Joe Biden está cuesta arriba frente al principal precandidato republicano, Donald Trump.  

• Las alianzas con el futuro gobierno guatemalteco son fundamentales para la actual administración demócrata, que, además de exigir respeto a los resultados —legítimos— de las elecciones de agosto, parece buscar incidir en la postura ideológica del gobierno electo de cara al 2024.