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El calendario Gregoriano

Edgar Quiñónez
05 de marzo, 2021

El 5 de febrero es el día número 36.º del año calendario gregoriano. Quedan 329 días para terminar el año y 330 en los años bisiestos.

La decisión de cambiar el calendario “Gregoriano” por parte del Imperio Romano es sin dudas uno de los grandes hechos de la historia.

El mundo occidental en gran parte es hijo de lo que en algún momento fue este imperio. Es decir muchas de sus costumbres y decisiones perduran aún en nuestra vida.


Calendario Juliano


Julio César fue el precursor de un calendario (el Juliano, claro está), ya que tomó control sobre el caótico calendario romano.

El tradicional calendario romano estaba siendo manipulado por varias personas (como políticos y comerciantes con mucho poder) que añadían días o meses al azar.


Este era un calendario muy desincronizado con las estaciones de la Tierra.

El César desarrolló un nuevo calendario de 364 días y un cuarto. Este se aproximaba mucho más que el anterior sistema a la duración del año tropical.


Este calendario tenía normalmente 365 días pero incluía un día adicional cada cuatro años. Este día era añadido antes del 25 de Febrero cada año.


Aunque el calendario desarrollado por Julio César había sido el más preciso hasta el momento, no era lo suficientemente preciso porque el año tropical no dura 365 días y 6 horas, sino que dura aproximadamente 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.

Por lo tanto, el calendario de Julio César difería por 11 minutos y 14 segundos. Lo que parece ser una diferencia mínima no lo era, ya que cada 128 años estos minutos se convertían en un día completo.


El Papa Gregorio XIII


En el año 1572, Ugo Boncompagni se convirtió en el Papa Gregorio XIII. Este nuevo Papa mostró su desconformidad con el calendario de aquella época, ya que una de las fechas más importantes para la Iglesia Católica no estaba correspondiendo con las estaciones del año.


La pascua, fecha basada en el día del equinoccio vernal (o sea, el primer día de la primavera del hemisferio norte) se estaba celebrando en los primeros días del mes de Marzo.


La razón de este desorden se debía que por los últimos 1.600 años, la civilización se había regido por el calendario juliano, este último se basaba en el movimiento del sol para medir el tiempo.


Reforma al calendario


Una vez que el Papa Gregorio XIII decidió arreglar el calendario para que sea más preciso, buscó ayuda de astrónomos para poder desarrollar un nuevo calendario mejorado. La solución que encontraron fue casi perfecta.

El nuevo calendario Gregoriano seguiría teniendo 365 días con un día adicional cada cuatro años (que fue movido luego del 28 de Febrero para que sea más fácil agregarlo) pero no habría años bisiesto en los años terminando en “00”, a menos que estos años fueran divisibles por 400.


Por lo tanto, los años 1700, 1800, 1900 y 2100 no serían años bisiestos, pero el año 1600 y 2000 sí serían años bisiestos.


Este cambio fue tan preciso que los científicos al día de hoy simplemente tienen que agregar algunos segundos al reloj para que el calendario siga coincidiendo con el año tropical.


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El calendario Gregoriano

Edgar Quiñónez
05 de marzo, 2021

El 5 de febrero es el día número 36.º del año calendario gregoriano. Quedan 329 días para terminar el año y 330 en los años bisiestos.

La decisión de cambiar el calendario “Gregoriano” por parte del Imperio Romano es sin dudas uno de los grandes hechos de la historia.

El mundo occidental en gran parte es hijo de lo que en algún momento fue este imperio. Es decir muchas de sus costumbres y decisiones perduran aún en nuestra vida.


Calendario Juliano


Julio César fue el precursor de un calendario (el Juliano, claro está), ya que tomó control sobre el caótico calendario romano.

El tradicional calendario romano estaba siendo manipulado por varias personas (como políticos y comerciantes con mucho poder) que añadían días o meses al azar.


Este era un calendario muy desincronizado con las estaciones de la Tierra.

El César desarrolló un nuevo calendario de 364 días y un cuarto. Este se aproximaba mucho más que el anterior sistema a la duración del año tropical.


Este calendario tenía normalmente 365 días pero incluía un día adicional cada cuatro años. Este día era añadido antes del 25 de Febrero cada año.


Aunque el calendario desarrollado por Julio César había sido el más preciso hasta el momento, no era lo suficientemente preciso porque el año tropical no dura 365 días y 6 horas, sino que dura aproximadamente 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.

Por lo tanto, el calendario de Julio César difería por 11 minutos y 14 segundos. Lo que parece ser una diferencia mínima no lo era, ya que cada 128 años estos minutos se convertían en un día completo.


El Papa Gregorio XIII


En el año 1572, Ugo Boncompagni se convirtió en el Papa Gregorio XIII. Este nuevo Papa mostró su desconformidad con el calendario de aquella época, ya que una de las fechas más importantes para la Iglesia Católica no estaba correspondiendo con las estaciones del año.


La pascua, fecha basada en el día del equinoccio vernal (o sea, el primer día de la primavera del hemisferio norte) se estaba celebrando en los primeros días del mes de Marzo.


La razón de este desorden se debía que por los últimos 1.600 años, la civilización se había regido por el calendario juliano, este último se basaba en el movimiento del sol para medir el tiempo.


Reforma al calendario


Una vez que el Papa Gregorio XIII decidió arreglar el calendario para que sea más preciso, buscó ayuda de astrónomos para poder desarrollar un nuevo calendario mejorado. La solución que encontraron fue casi perfecta.

El nuevo calendario Gregoriano seguiría teniendo 365 días con un día adicional cada cuatro años (que fue movido luego del 28 de Febrero para que sea más fácil agregarlo) pero no habría años bisiesto en los años terminando en “00”, a menos que estos años fueran divisibles por 400.


Por lo tanto, los años 1700, 1800, 1900 y 2100 no serían años bisiestos, pero el año 1600 y 2000 sí serían años bisiestos.


Este cambio fue tan preciso que los científicos al día de hoy simplemente tienen que agregar algunos segundos al reloj para que el calendario siga coincidiendo con el año tropical.