A solo dos días del final de la actual legislatura, la bancada bukelista inició el proceso de reforma constitucional.  

Es noticia. La bancada legislativa de Bukele aprobó el día de ayer una reforma al artículo 248 de la constitución salvadoreña, eliminando uno de los frenos y contrapesos fundamentales para el proceso de reforma constitucional. Con 68 votos a favor y solo 16 en contra, la Asamblea Legislativa (AL) inició el proceso para la perpetuar a Bukele en el poder. 

Entre líneas. Anteriormente, una reforma constitucional se debía de aprobar en dos legislaturas distintas. La primera debía aprobar el proyecto con mayoría simple (50%+1) y la siguiente legislatura tenía que ratificarla con mayoría calificada –dos tercios de los votos–. Lo aprobado ayer por la AL permite a los diputados electos el 4 de febrero, aprobarla y ratificarla en los próximos tres años. El artículo 248 constitucional estaba redactado de la siguiente manera: 

• “La reforma de esta Constitución podrá acordarse por la Asamblea Legislativa, con el voto de la mitad más uno de los Diputados electos. Para que tal reforma pueda decretarse deberá ser ratificada por la siguiente Asamblea Legislativa con el voto de los dos tercios de los Diputados electos”.  

• La nueva redacción establece que: “Para que tal reforma pueda decretarse deberá ser ratificada en la siguiente Asamblea Legislativa con dos tercios o por la misma Asamblea Legislativa con el voto de las tres cuartas partes de los Diputados electos”. 

• La nueva legislatura asumirá sus funciones el próximo miércoles 1 de mayo. La bancada oficialista sobrepasa –con creces– esa mayoría de tres cuartas partes.  

El balance. El diputado opositor, Francisco Lira, declaró que no apoyaría la introducción en la agenda de la propuesta, lo que el oficialismo hizo a través de una dispensa de trámite. Los diputados de oposición llevan dos años sin poder conocer la agenda de la plenaria antes de la sesión. Lira afirmó: “la Constitución de la República de El Salvador no se puede reformar mediante dispensa, pues se exige conocimiento público previo y debate”. 

• La dinámica legislativa en El Salvador no obedece a los procedimientos normativos; es meramente un trámite para aprobar lo ordenado por el autócrata, desde Casa Presidencial. 

• La legislatura entrante podrá, a partir del día de mañana, pavimentar el camino para la reelección indefinida que pretende el proyecto del oficialismo. La “constitución de Bukele” será realidad.  

• En un segundo término que busca un milagro económico, el partido de gobierno arranca llenando el país de un ambiente de falta de certeza jurídica y de regresión democrática.