Para tener éxito practicando deporte o actividad física, es muy importante prestar atención a la motivación física. Su valor determinante es clave, ya que un deportista poco motivado tiene menos posibilidades de alcanzar sus objetivos.
La motivación es como la gasolina que mueve la conducta. Esta es necesaria para empezar, mantener y modificar los esfuerzos dirigidos hacia una meta. Y lo que es más importante, es esencial para alcanzar metas a largo plazo, como perder peso o dominar un deporte.
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Claves para potenciar la motivación física
La motivación física no es un rasgo de personalidad en el sentido de que “se tiene” o “no se tiene”. En su lugar, se trata de una conducta dinámica y fluida, sensible tanto a los cambios del entorno como a los personales. Debido a su importancia en el ámbito del deporte, a continuación vamos a tratar cómo aumentar la motivación física.
1- Crea tu propio mantra
Un año de temporada deportiva es demasiado largo, y pueden suceder muchas cosas que pongan a prueba al deportista. Si durante ese periodo no se trabaja la motivación, cualquier contratiempo puede hacer tambalear la voluntad del deportista.
Una manera muy sencilla y eficaz de mantener una motivación de hierro es mediante la creación y repetición de mantra significativo. La función de este lema es hacer de recordatorio sobre la importancia personal que tiene el deporte, recordar por qué uno decidió empezar.
Ejemplos de estos mantras podrían ser “sufre ahora y disfruta después”; “el camino es duro, pero mi mente lo es más”; “lo que estoy pasando es una mala época, pero vendrán momentos mejores”.
2- Fija metas tanto a corto como a largo plazo
Establecerse metas es un paso primordial para crear y mantener la motivación. Estas pueden variar en muchos aspectos, uno de ellos es el plazo para cumplirlas a corto o largo plazo, como indica una investigación realizada por profesionales de la Universidad de Murcia. Cada una de ellas tiene ventajas y desventajas.
En primer lugar, las metas a corto plazo son las que se cumplen en pocos días. La ventaja de estos objetivos es que dan información acerca del progreso y son más asequibles de conseguir. La desventaja es que son menos potentes y su efecto es limitado.
Por su parte, las metas a largo plazo pueden variar desde semanas hasta años. Estas suelen ser más deseadas que las metas a corto plazo; al fin y al cabo suelen representar el objetivo último por el que se lucha. No obstante, el problema que tienen es que no proporcionan un refuerzo constante para seguir.
3- Saca partido del poder motivador de la música
La música es un estímulo potente que repercute en el rendimiento deportivo. Las razones que explican esta relación son variadas, pero lo verdaderamente importante no son las razones en sí mismas, sino cómo aprovecharlas para sacarles partido.
Es bien conocida la influencia de la música sobre el estado de ánimo. Escuchar una canción alegre en cualquier contexto sube la moral a cualquiera. Por otro lado, se tiende a escuchar música triste cuando uno se encuentra con un estado de ánimo bajo.
De acuerdo con una revisión publicada en la Revista Costarricense de Psicología, la música durante el entrenamiento tiene un papel motivador, sobre todo en las tareas de resistencia, ya que disminuye la percepción de cansancio.
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Para tener éxito practicando deporte o actividad física, es muy importante prestar atención a la motivación física. Su valor determinante es clave, ya que un deportista poco motivado tiene menos posibilidades de alcanzar sus objetivos.
La motivación es como la gasolina que mueve la conducta. Esta es necesaria para empezar, mantener y modificar los esfuerzos dirigidos hacia una meta. Y lo que es más importante, es esencial para alcanzar metas a largo plazo, como perder peso o dominar un deporte.
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Claves para potenciar la motivación física
La motivación física no es un rasgo de personalidad en el sentido de que “se tiene” o “no se tiene”. En su lugar, se trata de una conducta dinámica y fluida, sensible tanto a los cambios del entorno como a los personales. Debido a su importancia en el ámbito del deporte, a continuación vamos a tratar cómo aumentar la motivación física.
1- Crea tu propio mantra
Un año de temporada deportiva es demasiado largo, y pueden suceder muchas cosas que pongan a prueba al deportista. Si durante ese periodo no se trabaja la motivación, cualquier contratiempo puede hacer tambalear la voluntad del deportista.
Una manera muy sencilla y eficaz de mantener una motivación de hierro es mediante la creación y repetición de mantra significativo. La función de este lema es hacer de recordatorio sobre la importancia personal que tiene el deporte, recordar por qué uno decidió empezar.
Ejemplos de estos mantras podrían ser “sufre ahora y disfruta después”; “el camino es duro, pero mi mente lo es más”; “lo que estoy pasando es una mala época, pero vendrán momentos mejores”.
2- Fija metas tanto a corto como a largo plazo
Establecerse metas es un paso primordial para crear y mantener la motivación. Estas pueden variar en muchos aspectos, uno de ellos es el plazo para cumplirlas a corto o largo plazo, como indica una investigación realizada por profesionales de la Universidad de Murcia. Cada una de ellas tiene ventajas y desventajas.
En primer lugar, las metas a corto plazo son las que se cumplen en pocos días. La ventaja de estos objetivos es que dan información acerca del progreso y son más asequibles de conseguir. La desventaja es que son menos potentes y su efecto es limitado.
Por su parte, las metas a largo plazo pueden variar desde semanas hasta años. Estas suelen ser más deseadas que las metas a corto plazo; al fin y al cabo suelen representar el objetivo último por el que se lucha. No obstante, el problema que tienen es que no proporcionan un refuerzo constante para seguir.
3- Saca partido del poder motivador de la música
La música es un estímulo potente que repercute en el rendimiento deportivo. Las razones que explican esta relación son variadas, pero lo verdaderamente importante no son las razones en sí mismas, sino cómo aprovecharlas para sacarles partido.
Es bien conocida la influencia de la música sobre el estado de ánimo. Escuchar una canción alegre en cualquier contexto sube la moral a cualquiera. Por otro lado, se tiende a escuchar música triste cuando uno se encuentra con un estado de ánimo bajo.
De acuerdo con una revisión publicada en la Revista Costarricense de Psicología, la música durante el entrenamiento tiene un papel motivador, sobre todo en las tareas de resistencia, ya que disminuye la percepción de cansancio.
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