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Qué son los baños de sonido y cuáles son sus beneficios

Edgar Quiñónez
18 de agosto, 2021

Los baños de sonido han venido a constituirse en una de las modas más recientes en cuanto a técnicas de relajación. No obstante, esta es una práctica milenaria que formaba parte de ritos funerarios.

Se presume que proviene del lejano Oriente, aunque su origen exacto no se ha podido precisar. Se tiene noticia de su práctica en China e India, así como en Egipto y Grecia.

Asociando los principios de la meditación y la musicoterapia, incluso la aromaterapia, con los baños de sonido se busca brindar una experiencia de bienestar. En tal sentido, se le atribuyen diversos beneficios, como disminuir el estrés, mejorar el ánimo y aumentar la productividad.


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¿Qué son y cómo funcionan estos baños?

Los baños de sonido son una técnica o terapia de relajación con la que se busca crear un estado de armonía y paz en la persona, mediante diversos instrumentos. Su sonoridad ayudaría a eliminar disonancias en los campos de energía, según se afirma.

En los baños de sonido se pueden utilizar cuencos de cristal (de cuarzo), cuenco tibetano (también llamado bol o tazón tibetano), campanas, gongs, cascabeles, diapasones, pequeños tambores y la voz humana.

Particularmente, las campanas y gongs, así como los cuencos, están hechos con una aleación de siete metales: oro, plata, hierro, cobre, estaño, plomo y mercurio. Tales instrumentos se golpean levemente, se frotan o rozan con pequeños mazos, produciendo vibraciones profundas y resonantes.

Fotografía de Alexandr Ivanov en Pixabay, utilizada con fines ilustrativos.

Durante la meditación, el sonido baña a la persona, ayudando a alcanzar estados de armonía y conciencia, produciendo la relajación. Obviamente, las melodías que se usan en esta terapia de relajación no son como la música de la radio, con la que bailamos o escuchamos al practicar deportes.

Además de la frecuencia de onda, en los baños de sonido se considera fundamental el volumen. En este orden de ideas, vienen a constituir la antítesis de la agitación y el bullicio.

Y es que en los baños de sonido, cualquiera de los instrumentos utilizados alcanza unos pocos decibelios. Apenas 20 en algunos casos. Esto es nada si se toma en cuenta que, al hablar, la voz humana llega a 60.

¿Cuál es el objetivo de los baños de sonido?

Desde los aborígenes australianos y los monjes del Tíbet, hasta la antigua Grecia, donde Aristóteles afirmaba que el sonido de la flauta aliviaba el alma de tristezas. El sonido ha sido utilizado como método de relajamiento.

Luego, entre los siglos XIX y XX comenzó a investigarse más formalmente la influencia de ciertas frecuencias de onda sobre el organismo, hasta desembocar en lo que hoy día conocemos como musicoterapia.


¿Cómo se practican los baños de sonido?

En los baños de sonido la persona simplemente tiene que dejarse llevar, relajarse y disfrutar. El practicante de la terapia facilita el resto de la experiencia. A menudo intervienen también otras personas, con cánticos, mantras o tañendo los instrumentos.

En primer lugar se recomienda usar ropa ligera y cómoda. Para empezar, la persona debe recostarse sobre una esterilla, colchoneta o camilla, asumiendo la posición que se conoce como savasana en el yoga.

Los minutos iniciales son para trabajar la técnica de respiración, siguiendo las pautas del instructor. Luego comienza la fase de relajación y concentración. Aunque lo fundamental es enfocarse en el sonido, durante la terapia también se pueden utilizar elementos aromáticos, tales como inciensos. Esto varía de un establecimiento a otro.

Beneficios

El principal beneficio de los baños de sonido es inducir la relajación. Así, por un rato dejamos de estar alertas y descansamos, nos alejamos de preocupaciones y de todo aquello que nos afecta.

Según un estudio de 2016, la tensión y los pensamientos negativos disminuyeron después de someterse a baños de sonido. En esta misma investigación los pacientes afirmaron que, de acuerdo con una escala de dolor, este era menos alto luego de dicha terapia.

En otra investigación de 2018, en los pacientes que escucharon sonidos de cuencos tibetanos antes de una cirugía se encontró que mejoraron la frecuencia cardíaca y otros signos que denotan ansiedad. Una revisión de 2020 concluyó que con los baños de sonido hay mejoras en cuanto a angustia, tensión, ira y estado de confusión.

En un estudio piloto de 2016, que involucró pacientes con cáncer metastásico, se encontró que los cuencos tibetanos ayudaron a disminuir la ansiedad, la excitación y el estrés. Por último, en un estudio clínico se observó reducción de la frecuencia cardíaca, así como del tono simpático general y aumento del tono parasimpático.

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Qué son los baños de sonido y cuáles son sus beneficios

Edgar Quiñónez
18 de agosto, 2021

Los baños de sonido han venido a constituirse en una de las modas más recientes en cuanto a técnicas de relajación. No obstante, esta es una práctica milenaria que formaba parte de ritos funerarios.

Se presume que proviene del lejano Oriente, aunque su origen exacto no se ha podido precisar. Se tiene noticia de su práctica en China e India, así como en Egipto y Grecia.

Asociando los principios de la meditación y la musicoterapia, incluso la aromaterapia, con los baños de sonido se busca brindar una experiencia de bienestar. En tal sentido, se le atribuyen diversos beneficios, como disminuir el estrés, mejorar el ánimo y aumentar la productividad.


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¿Qué son y cómo funcionan estos baños?

Los baños de sonido son una técnica o terapia de relajación con la que se busca crear un estado de armonía y paz en la persona, mediante diversos instrumentos. Su sonoridad ayudaría a eliminar disonancias en los campos de energía, según se afirma.

En los baños de sonido se pueden utilizar cuencos de cristal (de cuarzo), cuenco tibetano (también llamado bol o tazón tibetano), campanas, gongs, cascabeles, diapasones, pequeños tambores y la voz humana.

Particularmente, las campanas y gongs, así como los cuencos, están hechos con una aleación de siete metales: oro, plata, hierro, cobre, estaño, plomo y mercurio. Tales instrumentos se golpean levemente, se frotan o rozan con pequeños mazos, produciendo vibraciones profundas y resonantes.

Fotografía de Alexandr Ivanov en Pixabay, utilizada con fines ilustrativos.

Durante la meditación, el sonido baña a la persona, ayudando a alcanzar estados de armonía y conciencia, produciendo la relajación. Obviamente, las melodías que se usan en esta terapia de relajación no son como la música de la radio, con la que bailamos o escuchamos al practicar deportes.

Además de la frecuencia de onda, en los baños de sonido se considera fundamental el volumen. En este orden de ideas, vienen a constituir la antítesis de la agitación y el bullicio.

Y es que en los baños de sonido, cualquiera de los instrumentos utilizados alcanza unos pocos decibelios. Apenas 20 en algunos casos. Esto es nada si se toma en cuenta que, al hablar, la voz humana llega a 60.

¿Cuál es el objetivo de los baños de sonido?

Desde los aborígenes australianos y los monjes del Tíbet, hasta la antigua Grecia, donde Aristóteles afirmaba que el sonido de la flauta aliviaba el alma de tristezas. El sonido ha sido utilizado como método de relajamiento.

Luego, entre los siglos XIX y XX comenzó a investigarse más formalmente la influencia de ciertas frecuencias de onda sobre el organismo, hasta desembocar en lo que hoy día conocemos como musicoterapia.


¿Cómo se practican los baños de sonido?

En los baños de sonido la persona simplemente tiene que dejarse llevar, relajarse y disfrutar. El practicante de la terapia facilita el resto de la experiencia. A menudo intervienen también otras personas, con cánticos, mantras o tañendo los instrumentos.

En primer lugar se recomienda usar ropa ligera y cómoda. Para empezar, la persona debe recostarse sobre una esterilla, colchoneta o camilla, asumiendo la posición que se conoce como savasana en el yoga.

Los minutos iniciales son para trabajar la técnica de respiración, siguiendo las pautas del instructor. Luego comienza la fase de relajación y concentración. Aunque lo fundamental es enfocarse en el sonido, durante la terapia también se pueden utilizar elementos aromáticos, tales como inciensos. Esto varía de un establecimiento a otro.

Beneficios

El principal beneficio de los baños de sonido es inducir la relajación. Así, por un rato dejamos de estar alertas y descansamos, nos alejamos de preocupaciones y de todo aquello que nos afecta.

Según un estudio de 2016, la tensión y los pensamientos negativos disminuyeron después de someterse a baños de sonido. En esta misma investigación los pacientes afirmaron que, de acuerdo con una escala de dolor, este era menos alto luego de dicha terapia.

En otra investigación de 2018, en los pacientes que escucharon sonidos de cuencos tibetanos antes de una cirugía se encontró que mejoraron la frecuencia cardíaca y otros signos que denotan ansiedad. Una revisión de 2020 concluyó que con los baños de sonido hay mejoras en cuanto a angustia, tensión, ira y estado de confusión.

En un estudio piloto de 2016, que involucró pacientes con cáncer metastásico, se encontró que los cuencos tibetanos ayudaron a disminuir la ansiedad, la excitación y el estrés. Por último, en un estudio clínico se observó reducción de la frecuencia cardíaca, así como del tono simpático general y aumento del tono parasimpático.