El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial cierran el sábado su asamblea anual en Washington con la preocupación intacta por la crisis fiscal en Estados Unidos, aún sin solución a la vista a cinco días del límite para evitar un default sobre su deuda.
Los tres días de intensas reuniones en la sede del FMI en Washington fueron marcados por las crecientes presiones sobre Estados Unidos para que alcance un acuerdo e impida un default selectivo sobre sus adeudos, cuyos efectos serían catastróficos para la economía global según expertos.
El grupo de las mayores economías mundiales y de los países emergentes, el G20, emitió una nota donde ya en su primer párrafo mencionó explícitamente a Estados Unidos al pedirle que adopte ‘acciones urgentes’ para resolver el problema de su deuda.
El ministro ruso de Finanzas, Anton Siluanov, dijo el vienres en una conferencia de prensa que el grupo esperaba una solución ‘lo antes posible’ para poder enviar un mensaje de calma a los mercados.
Un alto funcionario del Tesoro dijo a periodistas que no se oponía al comunicado del G20, subrayando su interés de que el Congreso apruebe un presupuesto y eleve el techo de la deuda.
Sin embargo, un error de logística transmitió el viernes a la sala de prensa del FMI imagen y sonido de una plenaria del G20, y en ella fue posible escuchar al propio Siluanov expresando dudas sobre las posibilidades reales de que Estados Unidos alcance un acuerdo para evitar un default.
El Departamento del Tesoro advirtió que el 17 de octubre es la fecha límite para sostener sus ‘medidas extraordinarias’, luego de que el techo de endeudamiento fuera superado en mayo.
Durante un panel de trabajo, el vicedirector del Banco Central chino, Yi Gang (cuya entidad posee unos dos billones de dólares en bonos estadounidenses), trató de trasnsmitir su confianza en una solución.
‘Estamos acompañando esta situación de cerca’, se limitó a comentar.
Por su parte, el secretario del Tesoro estadounidense, Jacob Lew, advirtió sobre los efectos de la crisis en la imagen internacional de Estados Unidos.
Estados Unidos es el ‘ancla del sistema financiero internacional’ pero ‘no puede dar por sentado esa reputación duramente ganada’, señaló en su discurso en la asamblea plenaria del FMI-BM.
Por la reforma del FMI
El G20 también criticó a Estados Unidos al criticar el hecho de que su Congreso no ratifica la reforma del FMI para aumentar las cuotas de derecho a voto de las economías emergentes.
‘Reafirmamos la necesidad urgente de ratificar inmediatamente el tratado de 2010 sobre las reforma de las cuotas y de la gobernanza’, expresó el G20 en su comunicado, aunque en este caso no mencionó explícitamente a Estados Unidos.
Los países del G24, de las economías emergentes, ya habían deplorado ‘profundamente’ el jueves que la reforma no haya entrado aún en vigor.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, admitió recientemente que la institución que dirige refleja la economía mundial tal como era ‘en 2008’, antes de la crisis que sumergió a los países desarrollados en la recesión.
Sin embargo, Lagarde -que dará una rueda de prensa este sábado a las 17H00 GMT- dejó expuesta su impotencia cuando tuvo que limitarse a comentar que para aplicar la reforma faltaba el voto ‘de un importante miembro’ de la entidad.
En la actualidad, China posee el mismo peso específico que Italia en el sendo del FMI, una entidad que ha sido dirigida por un europeo desde su fundación en 1944.
Jacob Kirkegaard, investigador del Instituto Peterson en Washington, dijo a la AFP que ‘esto plantea un verdadero problema de credibilidad, y muestra que la institución es obsoleta’.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial cierran el sábado su asamblea anual en Washington con la preocupación intacta por la crisis fiscal en Estados Unidos, aún sin solución a la vista a cinco días del límite para evitar un default sobre su deuda.
Los tres días de intensas reuniones en la sede del FMI en Washington fueron marcados por las crecientes presiones sobre Estados Unidos para que alcance un acuerdo e impida un default selectivo sobre sus adeudos, cuyos efectos serían catastróficos para la economía global según expertos.
El grupo de las mayores economías mundiales y de los países emergentes, el G20, emitió una nota donde ya en su primer párrafo mencionó explícitamente a Estados Unidos al pedirle que adopte ‘acciones urgentes’ para resolver el problema de su deuda.
El ministro ruso de Finanzas, Anton Siluanov, dijo el vienres en una conferencia de prensa que el grupo esperaba una solución ‘lo antes posible’ para poder enviar un mensaje de calma a los mercados.
Un alto funcionario del Tesoro dijo a periodistas que no se oponía al comunicado del G20, subrayando su interés de que el Congreso apruebe un presupuesto y eleve el techo de la deuda.
Sin embargo, un error de logística transmitió el viernes a la sala de prensa del FMI imagen y sonido de una plenaria del G20, y en ella fue posible escuchar al propio Siluanov expresando dudas sobre las posibilidades reales de que Estados Unidos alcance un acuerdo para evitar un default.
El Departamento del Tesoro advirtió que el 17 de octubre es la fecha límite para sostener sus ‘medidas extraordinarias’, luego de que el techo de endeudamiento fuera superado en mayo.
Durante un panel de trabajo, el vicedirector del Banco Central chino, Yi Gang (cuya entidad posee unos dos billones de dólares en bonos estadounidenses), trató de trasnsmitir su confianza en una solución.
‘Estamos acompañando esta situación de cerca’, se limitó a comentar.
Por su parte, el secretario del Tesoro estadounidense, Jacob Lew, advirtió sobre los efectos de la crisis en la imagen internacional de Estados Unidos.
Estados Unidos es el ‘ancla del sistema financiero internacional’ pero ‘no puede dar por sentado esa reputación duramente ganada’, señaló en su discurso en la asamblea plenaria del FMI-BM.
Por la reforma del FMI
El G20 también criticó a Estados Unidos al criticar el hecho de que su Congreso no ratifica la reforma del FMI para aumentar las cuotas de derecho a voto de las economías emergentes.
‘Reafirmamos la necesidad urgente de ratificar inmediatamente el tratado de 2010 sobre las reforma de las cuotas y de la gobernanza’, expresó el G20 en su comunicado, aunque en este caso no mencionó explícitamente a Estados Unidos.
Los países del G24, de las economías emergentes, ya habían deplorado ‘profundamente’ el jueves que la reforma no haya entrado aún en vigor.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, admitió recientemente que la institución que dirige refleja la economía mundial tal como era ‘en 2008’, antes de la crisis que sumergió a los países desarrollados en la recesión.
Sin embargo, Lagarde -que dará una rueda de prensa este sábado a las 17H00 GMT- dejó expuesta su impotencia cuando tuvo que limitarse a comentar que para aplicar la reforma faltaba el voto ‘de un importante miembro’ de la entidad.
En la actualidad, China posee el mismo peso específico que Italia en el sendo del FMI, una entidad que ha sido dirigida por un europeo desde su fundación en 1944.
Jacob Kirkegaard, investigador del Instituto Peterson en Washington, dijo a la AFP que ‘esto plantea un verdadero problema de credibilidad, y muestra que la institución es obsoleta’.