Un juez del estado de Rio de Janeiro (sudeste) aceptó parcialmente el jueves el pedido de protección judicial contra bancarrota de la petrolera OGX del empresario brasileño Eike Batista, informó el tribunal en su sitio web.
El grupo OGX, de cuatro firmas que funcionan de ‘forma interligada’, solicitó la protección el 30 de octubre, tras el fracaso de las negociaciones con sus acreedores internacionales, a quienes dejó de pagar 30 días antes intereses por 45 millones de dólares.
La justicia analizó por separado la solicitud y concedió la protección a OGX Petroleo y Gas Participaciones y OGX Petroleo y Gas, pero se la negó a dos subsidiarias que tienen sede en Holanda y Austria ‘bajo la pena de violación de soberanía de la legislación patria de aquellos países o absoluta inaplicabilidad sin el amparo legal’, según indicó el juez Gilberto Clovis Faria Matos, que llevó la causa.
OGX apelará esta última decisión bajo el argumento que ‘toda la actividad operacional se desarrolla en Brasil bajo el nombre de OGX Petroleo y Gas’, indicó en una nota la empresa.
‘Es un hecho económico incuestionable que las operaciones financieras de las empresas extranjeras se entrelazan con las de las empresas nacionales’, añadió.
60 días
El juez ordenó que ‘cada empresa’ –por ahora las firmas nacionales– presenten ‘su propio plan de recuperación judicial, en un plazo de 60 días, mismo si fueran idénticos o interdependientes, para que sean analizados por sus respectivos acreedores’, según una nota del tribunal.
De su lado, los acreedores tienen 30 días para manifestarse sobre las propuestas y, después, deben reunirse en una asamblea para votar si aceptan o no el plan. El proceso puede durar seis meses o incluso más.
Y mientras los procesos judiciales y deudas de la compañía quedarán suspendidos por 180 días.
El derrumbe de la empresa –que llegó a valer 75.000 millones de reales en su apogeo en 2010, contra menos de 550 millones actualmente (unos 239 millones de dólares al cambio actual)– comenzó a mediados de 2012 cuando redujo las proyecciones de producción de sus campos de 40.000 a 5.000 barriles de crudo por día.
OGX, que busca desesperadamente deshacerse de activos para obtener efectivo, fue autorizado este mismo jueves a vender 35% de un pozo a la estadounidense ExxonMobil.
La petrolera ya había anunciado a principios de mes un acuerdo para vender su filial OGX Maranhao, que explota gas en la cuenca de Paranaiba (noreste) por unos 90 millones de dólares.
OSX espera
Otra empresa de Batista, la OSX de construcción naval, se acogió también a la protección judicial contra la quiebra. La justicia aún no se pronunció sobre este pedido.
El astillero, que tiene deudas por 5.400 millones de reales (unos 2.340 millones de dólares), tiene prevista una asamblea el 28 de noviembre en la que, entre otros asuntos, se cambiará el nombre de la empresa.
A inicios de septiembre la empresa de energía MPX, también fundada por Batista, aprobó su cambio de nombre a Eneva, como había sido acordado al pasar al control de la alemana a E.ON en mayo pasado.
Hace poco más de un año, Batista era el hombre más rico de Brasil, y el séptimo en todo el mundo.
Su fortuna, estimada entonces en 30.000 millones de dólares, casi se desvaneció, y es estimada hoy en menos de 900 millones, según la revista estadounidense Forbes, que le concedió el título de ‘el gran perdedor’ del año 2012.
Un juez del estado de Rio de Janeiro (sudeste) aceptó parcialmente el jueves el pedido de protección judicial contra bancarrota de la petrolera OGX del empresario brasileño Eike Batista, informó el tribunal en su sitio web.
El grupo OGX, de cuatro firmas que funcionan de ‘forma interligada’, solicitó la protección el 30 de octubre, tras el fracaso de las negociaciones con sus acreedores internacionales, a quienes dejó de pagar 30 días antes intereses por 45 millones de dólares.
La justicia analizó por separado la solicitud y concedió la protección a OGX Petroleo y Gas Participaciones y OGX Petroleo y Gas, pero se la negó a dos subsidiarias que tienen sede en Holanda y Austria ‘bajo la pena de violación de soberanía de la legislación patria de aquellos países o absoluta inaplicabilidad sin el amparo legal’, según indicó el juez Gilberto Clovis Faria Matos, que llevó la causa.
OGX apelará esta última decisión bajo el argumento que ‘toda la actividad operacional se desarrolla en Brasil bajo el nombre de OGX Petroleo y Gas’, indicó en una nota la empresa.
‘Es un hecho económico incuestionable que las operaciones financieras de las empresas extranjeras se entrelazan con las de las empresas nacionales’, añadió.
60 días
El juez ordenó que ‘cada empresa’ –por ahora las firmas nacionales– presenten ‘su propio plan de recuperación judicial, en un plazo de 60 días, mismo si fueran idénticos o interdependientes, para que sean analizados por sus respectivos acreedores’, según una nota del tribunal.
De su lado, los acreedores tienen 30 días para manifestarse sobre las propuestas y, después, deben reunirse en una asamblea para votar si aceptan o no el plan. El proceso puede durar seis meses o incluso más.
Y mientras los procesos judiciales y deudas de la compañía quedarán suspendidos por 180 días.
El derrumbe de la empresa –que llegó a valer 75.000 millones de reales en su apogeo en 2010, contra menos de 550 millones actualmente (unos 239 millones de dólares al cambio actual)– comenzó a mediados de 2012 cuando redujo las proyecciones de producción de sus campos de 40.000 a 5.000 barriles de crudo por día.
OGX, que busca desesperadamente deshacerse de activos para obtener efectivo, fue autorizado este mismo jueves a vender 35% de un pozo a la estadounidense ExxonMobil.
La petrolera ya había anunciado a principios de mes un acuerdo para vender su filial OGX Maranhao, que explota gas en la cuenca de Paranaiba (noreste) por unos 90 millones de dólares.
OSX espera
Otra empresa de Batista, la OSX de construcción naval, se acogió también a la protección judicial contra la quiebra. La justicia aún no se pronunció sobre este pedido.
El astillero, que tiene deudas por 5.400 millones de reales (unos 2.340 millones de dólares), tiene prevista una asamblea el 28 de noviembre en la que, entre otros asuntos, se cambiará el nombre de la empresa.
A inicios de septiembre la empresa de energía MPX, también fundada por Batista, aprobó su cambio de nombre a Eneva, como había sido acordado al pasar al control de la alemana a E.ON en mayo pasado.
Hace poco más de un año, Batista era el hombre más rico de Brasil, y el séptimo en todo el mundo.
Su fortuna, estimada entonces en 30.000 millones de dólares, casi se desvaneció, y es estimada hoy en menos de 900 millones, según la revista estadounidense Forbes, que le concedió el título de ‘el gran perdedor’ del año 2012.