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Reos Saludables

Redacción
14 de abril, 2015

Guatemala es un país de contrastes e ironías. Esta semana los gobernantes inauguraban orgullosamente una clínica médica con un costo aproximado de un millón de quetzales en la cárcel Fraijanes. Al mismo tiempo veíamos fotos de la sala de maternidad del Hospital de Quetzaltenango en dónde colocaban a los recién nacidos en canastas de plástico y cajas de cartón. En un país en desarrollo como el nuestro es inconcebible que se utilicen los pocos recursos que tenemos en sociópatas, asesinos, mareros, violadores y un sinfín más de antisociales aglutinados en los mal llamados “preventivos y cárceles”. Los preventivos y cárceles son en realidad el foco de la infección que sufre nuestro país. Estos centros se han convertido en comandos logísticos y de operaciones para extorsionistas y criminales, prueba de ello es que más del 90% de las extorsiones se hacen desde los mismos. Me indigna y me opongo rotundamente a que se destine el dinero que como ciudadano contribuyente pago en impuestos para mantener a estos seres. En Guatemala la última de las prioridades deberían ser los reclusos. Tenemos cientos, sino miles de prioridades más. Prioridades como salud para los ciudadanos honrados, educación, infraestructura productiva, etc. Es también un insulto que la asignación presupuestaria y calidad de alimentación de los privados de libertad sea mayor y de mejor calidad que la de los mismos soldados y guardias que los cuidan.

No es posible que mientras mueran madres al dar a luz por falta de insumos médicos, enfermedades respiratorias y diarrea; todas prevenibles de paso, y otro sinnúmero de ciudadanos honrados sufra por falta de acceso a puestos de salud y medicinas que este gobierno nefasto este trabajando para darle mejor atención médica a los reos. Por una razón han sido privados de libertad. Ellos no supieron vivir en sociedad. Es un riesgo y un gasto innecesario que los reos tengan que ser trasladados a los hospitales nacionales y a los tribunales de justicia. Ellos no deberían poder salir de las cárceles. En todo caso que los saquen a trabajar en campos de trabajo para picar piedra, limpiar derrumbes, reforestar y arreglar caminos. Estoy consciente de la presión de los grupos de “derechos humanos” y organizaciones “sociales” que exigen salud, calidad de vida y buen trato para los reos. Pienso que si tanto es su interés que son más que bienvenidos en darle ellos, de su bolsillo, el tratamiento médico, atenciones y cuidados a los criminales que habitan las cárceles. Es más, que se los lleven también a los países escandinavos y europeos de donde provienen los fondos con los que viven tan a gusto en nuestro país, en total, hasta han tenido que cerrar cárceles por falta de presos. Los guatemaltecos honrados que contribuimos no queremos que se destinen nuestros impuestos a darles mejor calidad de vida y atenciones a personas que diariamente atentan contra nuestra vida, propiedad y libertad. Urge priorizar el gasto público. Por eso, ni un centavo más para los reos. Si quieren algo que lo paguen ellos con trabajos forzados, sus familiares, grupos de “derechos humanos”, y no la sociedad guatemalteca. Ya suficiente carga tenemos trabajando para sobrevivir día tras día, donde somos víctimas de la violencia, robos y chantajes. No solo de los presos, sino de los que salen de la cárcel, los criminales que no han sido capturados y lo que es peor aún, los corruptos funcionarios que a diario se embolsan el dinero de nuestros impuestos. Urge la pena de muerte, los campos de trabajo y la aplicación de la justicia. No debemos gastar ni un centavo más en los reos.

Reos Saludables

Redacción
14 de abril, 2015

Guatemala es un país de contrastes e ironías. Esta semana los gobernantes inauguraban orgullosamente una clínica médica con un costo aproximado de un millón de quetzales en la cárcel Fraijanes. Al mismo tiempo veíamos fotos de la sala de maternidad del Hospital de Quetzaltenango en dónde colocaban a los recién nacidos en canastas de plástico y cajas de cartón. En un país en desarrollo como el nuestro es inconcebible que se utilicen los pocos recursos que tenemos en sociópatas, asesinos, mareros, violadores y un sinfín más de antisociales aglutinados en los mal llamados “preventivos y cárceles”. Los preventivos y cárceles son en realidad el foco de la infección que sufre nuestro país. Estos centros se han convertido en comandos logísticos y de operaciones para extorsionistas y criminales, prueba de ello es que más del 90% de las extorsiones se hacen desde los mismos. Me indigna y me opongo rotundamente a que se destine el dinero que como ciudadano contribuyente pago en impuestos para mantener a estos seres. En Guatemala la última de las prioridades deberían ser los reclusos. Tenemos cientos, sino miles de prioridades más. Prioridades como salud para los ciudadanos honrados, educación, infraestructura productiva, etc. Es también un insulto que la asignación presupuestaria y calidad de alimentación de los privados de libertad sea mayor y de mejor calidad que la de los mismos soldados y guardias que los cuidan.

No es posible que mientras mueran madres al dar a luz por falta de insumos médicos, enfermedades respiratorias y diarrea; todas prevenibles de paso, y otro sinnúmero de ciudadanos honrados sufra por falta de acceso a puestos de salud y medicinas que este gobierno nefasto este trabajando para darle mejor atención médica a los reos. Por una razón han sido privados de libertad. Ellos no supieron vivir en sociedad. Es un riesgo y un gasto innecesario que los reos tengan que ser trasladados a los hospitales nacionales y a los tribunales de justicia. Ellos no deberían poder salir de las cárceles. En todo caso que los saquen a trabajar en campos de trabajo para picar piedra, limpiar derrumbes, reforestar y arreglar caminos. Estoy consciente de la presión de los grupos de “derechos humanos” y organizaciones “sociales” que exigen salud, calidad de vida y buen trato para los reos. Pienso que si tanto es su interés que son más que bienvenidos en darle ellos, de su bolsillo, el tratamiento médico, atenciones y cuidados a los criminales que habitan las cárceles. Es más, que se los lleven también a los países escandinavos y europeos de donde provienen los fondos con los que viven tan a gusto en nuestro país, en total, hasta han tenido que cerrar cárceles por falta de presos. Los guatemaltecos honrados que contribuimos no queremos que se destinen nuestros impuestos a darles mejor calidad de vida y atenciones a personas que diariamente atentan contra nuestra vida, propiedad y libertad. Urge priorizar el gasto público. Por eso, ni un centavo más para los reos. Si quieren algo que lo paguen ellos con trabajos forzados, sus familiares, grupos de “derechos humanos”, y no la sociedad guatemalteca. Ya suficiente carga tenemos trabajando para sobrevivir día tras día, donde somos víctimas de la violencia, robos y chantajes. No solo de los presos, sino de los que salen de la cárcel, los criminales que no han sido capturados y lo que es peor aún, los corruptos funcionarios que a diario se embolsan el dinero de nuestros impuestos. Urge la pena de muerte, los campos de trabajo y la aplicación de la justicia. No debemos gastar ni un centavo más en los reos.