En las postrimerías de 2015, una veintena de diputados tránsfugas se encargaron de romper una tradición política de Guatemala en la que todo partido que hace gobierno se debilita para después desaparecer. Y es que estos legisladores debilitaron al Partido Libertad Democrática Renovada (Lider) sin que haya gobernado.
La derrota electoral de Manuel Baldizón provocó que varios legisladores no dudaran en abandonar el barco. Pocos días fueron suficientes para que los primeros legisladores dijeran adiós a su máximo “Líder” y decidieran conformar su propio bloque denominado “Podemos”.
Pese a esa primera desbandada, el partido seguía mostrándose optimista ya que la mayoría de integrantes de ese bloque no lograron la reelección. De manera que las 45 curules obtenidas los confirmaban como una fuerza política dispuesta a dar batalla en la próxima legislatura.
Sin embargo, la historia le tenía otra sorpresa a Manuel Baldizón, quien aún no se repone de la derrota del 6 de septiembre, varios diputados decidieron desconocerlo para entrar a la próxima legislatura con el nuevo bloque parlamentario PRO (Movimiento Progresista). Con ello, tomaban distancia para mostrarse como una nueva opción.
Para romper el vínculo de tajo, Alejandro De León dejó claro que ni Manuel Baldizón, Roberto Villate ni Salvador Baldizón tendrán espacio en esa nueva agrupación. ¿La razón? buscarán coquetear con el partido de Jimmy Morales, Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), para ello necesitan distanciarse del referente negativo en el que se convirtió Manuel Baldizón luego de la derrota, así lo evalúa el analista independiente Pablo Boiton.
Del cielo al purgatorio
Manuel Baldizón soñó con la banda presidencial desde que ocupaba una curul en el Congreso con la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Todas las acciones que hacía como diputado mostraban su intención de llegar al Palacio Nacional. Cuando la UNE le dejó claro que no sería el ungido de esa agrupación, decidió conformar su propio partido.
Su primera participación fue en 2011 cuando pasó a segunda vuelta y fue derrotado por Otto Pérez Molina. Fue una derrota con sabor a victoria ya que pese a su corta vida el partido se posicionó en segundo lugar. De esa cuenta se suponía que Baldizón ganaría en la siguiente contienda pues así lo dictaba la historia más reciente. Las elecciones previas fueron ganadas por aquellos que quedaron en segundo lugar y la campaña “Le Toca” se lo recordaba.
Sin embargo, los actos de corrupción sacados a luz por el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) cambiaron el rumbo de la política. Lejos de entender la crisis que se desataba, Baldizón optó por mantener silencio, esta estrategia inició su declive.
Los señalamientos contra su compañero de fórmula Edgar Barquín en el caso Lavado y Política, por su presunta participación en la red liderada por Francisco Morales alias “Chico Dólar” tampoco le ayudaron en su imagen como presidenciable. Incluso en las manifestaciones de la ciudadanía en la Plaza Central, los carteles de rechazo para Baldizón eran infaltables, recordando que no era su momento, pese a que las encuestas lo favorecieron durante varios meses como el favorito de los votantes.
Sin embargo, la guinda en el pastel fue la entrevista a una cadena de noticias internacional donde demeritó el papel de Iván Velásquez, quien en ese momento se ganaba los aplausos de la ciudadanía. Baldizón aseguró que si ganaba la presidencia la CICIG seguiría en el país, pero que Velásquez no continuaría, pese a que no es decisión del presidente de la República nombrar al comisionado internacional.
Su escasa visión de interpretar lo que pasaba en el país, provocó que Baldizón no ganara en primera vuelta como tenía previsto. Incluso a pesar de batallar por pasar a segunda vuelta, los votos de la ciudadanía le dieron el pase a Sandra Torres de la UNE, quien perdió frente a Jimmy Morales.
El futuro de Baldizón
Para Manfredo Marroquín, de Acción Ciudadana, “en política no hay cadáveres”. Sin embargo, considera que es difícil que se den las condiciones para que pueda volver a postularse. Por ello, no le sorprende que los diputados de Lider busquen un nuevo vehículo electoral.
Baldizón, el candidato que ofreció llevar a Guatemala a un mundial, será recordado con la frase “no le toca”.
En las postrimerías de 2015, una veintena de diputados tránsfugas se encargaron de romper una tradición política de Guatemala en la que todo partido que hace gobierno se debilita para después desaparecer. Y es que estos legisladores debilitaron al Partido Libertad Democrática Renovada (Lider) sin que haya gobernado.
La derrota electoral de Manuel Baldizón provocó que varios legisladores no dudaran en abandonar el barco. Pocos días fueron suficientes para que los primeros legisladores dijeran adiós a su máximo “Líder” y decidieran conformar su propio bloque denominado “Podemos”.
Pese a esa primera desbandada, el partido seguía mostrándose optimista ya que la mayoría de integrantes de ese bloque no lograron la reelección. De manera que las 45 curules obtenidas los confirmaban como una fuerza política dispuesta a dar batalla en la próxima legislatura.
Sin embargo, la historia le tenía otra sorpresa a Manuel Baldizón, quien aún no se repone de la derrota del 6 de septiembre, varios diputados decidieron desconocerlo para entrar a la próxima legislatura con el nuevo bloque parlamentario PRO (Movimiento Progresista). Con ello, tomaban distancia para mostrarse como una nueva opción.
Para romper el vínculo de tajo, Alejandro De León dejó claro que ni Manuel Baldizón, Roberto Villate ni Salvador Baldizón tendrán espacio en esa nueva agrupación. ¿La razón? buscarán coquetear con el partido de Jimmy Morales, Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), para ello necesitan distanciarse del referente negativo en el que se convirtió Manuel Baldizón luego de la derrota, así lo evalúa el analista independiente Pablo Boiton.
Del cielo al purgatorio
Manuel Baldizón soñó con la banda presidencial desde que ocupaba una curul en el Congreso con la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Todas las acciones que hacía como diputado mostraban su intención de llegar al Palacio Nacional. Cuando la UNE le dejó claro que no sería el ungido de esa agrupación, decidió conformar su propio partido.
Su primera participación fue en 2011 cuando pasó a segunda vuelta y fue derrotado por Otto Pérez Molina. Fue una derrota con sabor a victoria ya que pese a su corta vida el partido se posicionó en segundo lugar. De esa cuenta se suponía que Baldizón ganaría en la siguiente contienda pues así lo dictaba la historia más reciente. Las elecciones previas fueron ganadas por aquellos que quedaron en segundo lugar y la campaña “Le Toca” se lo recordaba.
Sin embargo, los actos de corrupción sacados a luz por el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) cambiaron el rumbo de la política. Lejos de entender la crisis que se desataba, Baldizón optó por mantener silencio, esta estrategia inició su declive.
Los señalamientos contra su compañero de fórmula Edgar Barquín en el caso Lavado y Política, por su presunta participación en la red liderada por Francisco Morales alias “Chico Dólar” tampoco le ayudaron en su imagen como presidenciable. Incluso en las manifestaciones de la ciudadanía en la Plaza Central, los carteles de rechazo para Baldizón eran infaltables, recordando que no era su momento, pese a que las encuestas lo favorecieron durante varios meses como el favorito de los votantes.
Sin embargo, la guinda en el pastel fue la entrevista a una cadena de noticias internacional donde demeritó el papel de Iván Velásquez, quien en ese momento se ganaba los aplausos de la ciudadanía. Baldizón aseguró que si ganaba la presidencia la CICIG seguiría en el país, pero que Velásquez no continuaría, pese a que no es decisión del presidente de la República nombrar al comisionado internacional.
Su escasa visión de interpretar lo que pasaba en el país, provocó que Baldizón no ganara en primera vuelta como tenía previsto. Incluso a pesar de batallar por pasar a segunda vuelta, los votos de la ciudadanía le dieron el pase a Sandra Torres de la UNE, quien perdió frente a Jimmy Morales.
El futuro de Baldizón
Para Manfredo Marroquín, de Acción Ciudadana, “en política no hay cadáveres”. Sin embargo, considera que es difícil que se den las condiciones para que pueda volver a postularse. Por ello, no le sorprende que los diputados de Lider busquen un nuevo vehículo electoral.
Baldizón, el candidato que ofreció llevar a Guatemala a un mundial, será recordado con la frase “no le toca”.