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“Si no fuera por las instrucciones en inglés, aquí no hubiera pasado nada”

Ana González
27 de febrero, 2016

Hace un año, Mario Taracena no se imaginó que en algún momento ofrecería una entrevista como Presidente del Organismo al cual llegó en 1985, para la Asamblea Nacional Constituyente. Durante 30 años ha sido protagonista de múltiples discursos y acciones explosivas, por lo que ha ganado más enemigos que devotos; sin embargo, aunque su estatus cambió, ello no es motivo para hablar sin tapujos y despertar emociones a las que nos tiene acostumbrados. En un hotel de la zona 10 capitalina, deja un momento un seminario acerca de la Ley Electoral, para hablar de lo sucedido en las últimas semanas.

¿Cómo llega Mario Taracena a la presidencia del Congreso de la República?

Le soy honesto, no sé cómo gané. Estoy consciente que mis compañeros no me quieren, nunca fui simpático. Para ser simpático dentro del Congreso hay que ser “transero”, si uno le dice que sí a todos los transes, uno es buena gente. En cambio, si uno señala las cosas como son, uno es problemático.

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Si no era tan popular entre sus colegas, ¿cómo explica haber obtenido 120 votos para ganar?

Creo que se alinearon los astros en la 20 calle (en referencia a la dirección de la residencia del embajador de EEUU). Es la única explicación que tengo. Conocen mucho mi forma de actuar, me tienen bien estudiado, bien cuadriculado, como se dice. Ellos hacen el árbol genealógico de uno y conocen mis actuaciones. Conocer a Mario Taracena es fácil, es fácil leerme la mano.

**No se pierda al final de su lectura el video de la entrevista

¿El embajador le dijo abiertamente que lo apoyaría para llegar a la Presidencia?

No fue tanto a mí, como a los demás. (diputados) Sí sintieron las instrucciones en inglés porque me lo han comentado. Incluso, dentro de mi partido, le tuvieron que decir a la señora: ´va él, ¡Ok!´ Ella tuvo que decir ´bueno´, aunque hasta el último momento dijo que no. Ella no estaba de acuerdo.

¿Es bueno que la Embajada de Estados Unidos esté detrás de todo lo que ocurre en el país?

Dejémonos de complejos y demos gracias a Dios. No hubiera pasado nada si no hubiera sido por ellos, no nos engañemos. No es la calle, la calle tiene un papel importante y se le reconoce, pero realmente ellos son quienes le han dado esta dirección al país y están logrando las transformaciones. Si no, Roxana y Otto estarían como perro por su casa.

¿Qué pasa con la soberanía?

Dejémonos de complejos de soberanía. Yo no había nacido y ya teníamos entregada la soberanía. Un ejemplo es ¿por qué le declaramos la segunda guerra a Alemania, si no teníamos nada que ver en la guerra?, pero toda América Latina le declaró la guerra a los alemanes. Dejémonos de traumas, bendito Dios tenemos un embajador que tiene claro la agenda nacional. La agenda del  país está coincidiendo con la de ellos.

La corrupción siempre ha existido en el gobierno, ¿por qué se involucraron ahora?

Ellos son los mayores promotores de democracia en el mundo. Se han convertido en los policías del mundo, aunque nos caiga mal y ellos saben que la mayor amenaza de los países de América Latina es la corrupción. En Guatemala se necesitaba esas correcciones y si no fuera por las instrucciones en inglés, aquí no hubiera pasado nada.

¿Hacia dónde va la agenda?

Vamos hacia el combate del narcotráfico y del crimen organizado. Vamos a transparentar el país, vamos por una mejor Ley Electoral. Las cosas que la clase política y las que en la calle están pidiendo coinciden con la Embajada. Por ejemplo, la Ley de Microfinanzas, para ellos esa ley es importante, porque detectaron que la mayor gente que está migrando es del altiplano ¿por qué?, porque no tienen dinero y por eso van a abrir el financiamiento. La idea es ayudar a la población para que no migren.

¿Cómo está lidiando con los diputados que no lo querían en la Presidencia?

Con mucha paciencia. Hay unos que no lo disimulan. Recuerdo que cuando tomé posesión observé a algunos que ya casi lloraban de la rabia. Sabían que llegó alguien que le iba a romper sus estructuras y su mundo. Me siento satisfecho con el trabajo y puedo verles la cara a mis hijos, que son los que más me importan.

¿Tiene amigos en el Congreso?

Sí tengo, pero poquitos. Fue muy sensible lo que toqué, mi padre me dijo: ´en política podés hacer lo que querrás, pero no toques la traída y la bolsa´. Aquí toqué a las traídas y novias con el asunto de las plazas. La única que es popular ahí es mi madre.

Respecto a la planilla de trabajadores, ¿qué hará con los salarios exorbitantes?

Tengo la esperanza que los trabajadores entiendan que deben tener una rebaja voluntaria, pero lo veo difícil. Imagínese a una secretaria con sueldo de Q30 mil y bajarlo a Q15 mil, pero el salario seguiría siendo alto.

La Constitución establece que los beneficios de los trabajadores son derechos adquiridos. Creo que la ley chocó con la realidad, porque la ley los protege, pero Guatemala está indignada y con toda la razón. ¿Cómo hacer para combinar la ley con el corazón de los guatemaltecos indignados con los salarios tan inmerecidos? Por lo pronto se mantiene la mesa de discusión.

Nos puede ejemplificar que tipo de favores le piden los trabajadores que no quieren perder su plaza.

Despedí a una empleada de confianza, que es de la oficina de Acceso a la Información que gana Q33 mil mensuales y me dice que es una persona grande que cuida a una niña y me contó toda su tragedia. Me pidió que la colocara en cualquier lado, me sugirió biblioteca para entregar libros. Imagínese pagarle Q33 mil por entregar libros de vez en cuando. Si acepto eso, es corrupción. Tengo otra persona de Q17 mil que me pidió que la colocara en la planta telefónica, no tengo cómo justificar el trabajo. Tengo 600 conserjes, podría barrer toda la manzana y darle un pedacito a cada uno. Aquí es donde choca la ley que protege los abusos a los corruptos. Yo sabía que el sindicato le pedía a cada presidente 60 plazas, a mí no se atrevieron a pedirme nada.

¿Lo han atacado de alguna manera por los cambios impulsados?

Me intentaron atacar con un asunto personal, con una patoja, pero yo era soltero. Le dije a mi esposa: ´lo que no fue en tu año que no te haga daño chula´. Así que tranquilos, no pudieron hacer más.

Cómo evalúa la configuración del Congreso, ¿llegó más de lo mismo?

Llegaron 84 nuevos diputados y se sintió un cambio, hay mejor gente. Debo ser franco, los once diputados que se llevaron eran enemigos míos, es como si yo hubiera hecho la lista. ¡Me los quitaron bendito Dios!, era gente nefasta, yo le hubiera agregado ocho más a la lista, pero esperemos que la CICIG actúe.

Se logró avanzar en temas como la ley orgánica que tenía tiempo de estar en el Congreso. ¿Espera que pase lo mismo con la Ley Electoral?

A esa ley le voy a poner patines. Esa iniciativa de ley nació en mi escritorio. Los diputados van a sentir la presión de Taracena y de la población. En la agenda también están las leyes de Microfinanzas, la de la Carrera Judicial, y la de la SAT, entre otras.

¿Buscará la Presidencia el próximo año?

No sé cómo. Me gustaría porque ni modo, ¿verdad? No tengo los votos, no tengo la simpatía. Si antes ya les caía mal, ahora peor, me han de estar odiando ya que les quité las plazas y todo, pero si tienen madurez política verán que lo hecho salvó a la clase política, se salvó al Congreso.

¿Salvarlo de la depuración?

Si, pero todavía hay algunos que no lo entienden, miran la tormenta y no se persignan. Tengo diputados que me felicitan, pero a la vez me piden que les arregle unas plazas, ¡no entienden el problema!

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“Si no fuera por las instrucciones en inglés, aquí no hubiera pasado nada”

Ana González
27 de febrero, 2016

Hace un año, Mario Taracena no se imaginó que en algún momento ofrecería una entrevista como Presidente del Organismo al cual llegó en 1985, para la Asamblea Nacional Constituyente. Durante 30 años ha sido protagonista de múltiples discursos y acciones explosivas, por lo que ha ganado más enemigos que devotos; sin embargo, aunque su estatus cambió, ello no es motivo para hablar sin tapujos y despertar emociones a las que nos tiene acostumbrados. En un hotel de la zona 10 capitalina, deja un momento un seminario acerca de la Ley Electoral, para hablar de lo sucedido en las últimas semanas.

¿Cómo llega Mario Taracena a la presidencia del Congreso de la República?

Le soy honesto, no sé cómo gané. Estoy consciente que mis compañeros no me quieren, nunca fui simpático. Para ser simpático dentro del Congreso hay que ser “transero”, si uno le dice que sí a todos los transes, uno es buena gente. En cambio, si uno señala las cosas como son, uno es problemático.

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Si no era tan popular entre sus colegas, ¿cómo explica haber obtenido 120 votos para ganar?

Creo que se alinearon los astros en la 20 calle (en referencia a la dirección de la residencia del embajador de EEUU). Es la única explicación que tengo. Conocen mucho mi forma de actuar, me tienen bien estudiado, bien cuadriculado, como se dice. Ellos hacen el árbol genealógico de uno y conocen mis actuaciones. Conocer a Mario Taracena es fácil, es fácil leerme la mano.

**No se pierda al final de su lectura el video de la entrevista

¿El embajador le dijo abiertamente que lo apoyaría para llegar a la Presidencia?

No fue tanto a mí, como a los demás. (diputados) Sí sintieron las instrucciones en inglés porque me lo han comentado. Incluso, dentro de mi partido, le tuvieron que decir a la señora: ´va él, ¡Ok!´ Ella tuvo que decir ´bueno´, aunque hasta el último momento dijo que no. Ella no estaba de acuerdo.

¿Es bueno que la Embajada de Estados Unidos esté detrás de todo lo que ocurre en el país?

Dejémonos de complejos y demos gracias a Dios. No hubiera pasado nada si no hubiera sido por ellos, no nos engañemos. No es la calle, la calle tiene un papel importante y se le reconoce, pero realmente ellos son quienes le han dado esta dirección al país y están logrando las transformaciones. Si no, Roxana y Otto estarían como perro por su casa.

¿Qué pasa con la soberanía?

Dejémonos de complejos de soberanía. Yo no había nacido y ya teníamos entregada la soberanía. Un ejemplo es ¿por qué le declaramos la segunda guerra a Alemania, si no teníamos nada que ver en la guerra?, pero toda América Latina le declaró la guerra a los alemanes. Dejémonos de traumas, bendito Dios tenemos un embajador que tiene claro la agenda nacional. La agenda del  país está coincidiendo con la de ellos.

La corrupción siempre ha existido en el gobierno, ¿por qué se involucraron ahora?

Ellos son los mayores promotores de democracia en el mundo. Se han convertido en los policías del mundo, aunque nos caiga mal y ellos saben que la mayor amenaza de los países de América Latina es la corrupción. En Guatemala se necesitaba esas correcciones y si no fuera por las instrucciones en inglés, aquí no hubiera pasado nada.

¿Hacia dónde va la agenda?

Vamos hacia el combate del narcotráfico y del crimen organizado. Vamos a transparentar el país, vamos por una mejor Ley Electoral. Las cosas que la clase política y las que en la calle están pidiendo coinciden con la Embajada. Por ejemplo, la Ley de Microfinanzas, para ellos esa ley es importante, porque detectaron que la mayor gente que está migrando es del altiplano ¿por qué?, porque no tienen dinero y por eso van a abrir el financiamiento. La idea es ayudar a la población para que no migren.

¿Cómo está lidiando con los diputados que no lo querían en la Presidencia?

Con mucha paciencia. Hay unos que no lo disimulan. Recuerdo que cuando tomé posesión observé a algunos que ya casi lloraban de la rabia. Sabían que llegó alguien que le iba a romper sus estructuras y su mundo. Me siento satisfecho con el trabajo y puedo verles la cara a mis hijos, que son los que más me importan.

¿Tiene amigos en el Congreso?

Sí tengo, pero poquitos. Fue muy sensible lo que toqué, mi padre me dijo: ´en política podés hacer lo que querrás, pero no toques la traída y la bolsa´. Aquí toqué a las traídas y novias con el asunto de las plazas. La única que es popular ahí es mi madre.

Respecto a la planilla de trabajadores, ¿qué hará con los salarios exorbitantes?

Tengo la esperanza que los trabajadores entiendan que deben tener una rebaja voluntaria, pero lo veo difícil. Imagínese a una secretaria con sueldo de Q30 mil y bajarlo a Q15 mil, pero el salario seguiría siendo alto.

La Constitución establece que los beneficios de los trabajadores son derechos adquiridos. Creo que la ley chocó con la realidad, porque la ley los protege, pero Guatemala está indignada y con toda la razón. ¿Cómo hacer para combinar la ley con el corazón de los guatemaltecos indignados con los salarios tan inmerecidos? Por lo pronto se mantiene la mesa de discusión.

Nos puede ejemplificar que tipo de favores le piden los trabajadores que no quieren perder su plaza.

Despedí a una empleada de confianza, que es de la oficina de Acceso a la Información que gana Q33 mil mensuales y me dice que es una persona grande que cuida a una niña y me contó toda su tragedia. Me pidió que la colocara en cualquier lado, me sugirió biblioteca para entregar libros. Imagínese pagarle Q33 mil por entregar libros de vez en cuando. Si acepto eso, es corrupción. Tengo otra persona de Q17 mil que me pidió que la colocara en la planta telefónica, no tengo cómo justificar el trabajo. Tengo 600 conserjes, podría barrer toda la manzana y darle un pedacito a cada uno. Aquí es donde choca la ley que protege los abusos a los corruptos. Yo sabía que el sindicato le pedía a cada presidente 60 plazas, a mí no se atrevieron a pedirme nada.

¿Lo han atacado de alguna manera por los cambios impulsados?

Me intentaron atacar con un asunto personal, con una patoja, pero yo era soltero. Le dije a mi esposa: ´lo que no fue en tu año que no te haga daño chula´. Así que tranquilos, no pudieron hacer más.

Cómo evalúa la configuración del Congreso, ¿llegó más de lo mismo?

Llegaron 84 nuevos diputados y se sintió un cambio, hay mejor gente. Debo ser franco, los once diputados que se llevaron eran enemigos míos, es como si yo hubiera hecho la lista. ¡Me los quitaron bendito Dios!, era gente nefasta, yo le hubiera agregado ocho más a la lista, pero esperemos que la CICIG actúe.

Se logró avanzar en temas como la ley orgánica que tenía tiempo de estar en el Congreso. ¿Espera que pase lo mismo con la Ley Electoral?

A esa ley le voy a poner patines. Esa iniciativa de ley nació en mi escritorio. Los diputados van a sentir la presión de Taracena y de la población. En la agenda también están las leyes de Microfinanzas, la de la Carrera Judicial, y la de la SAT, entre otras.

¿Buscará la Presidencia el próximo año?

No sé cómo. Me gustaría porque ni modo, ¿verdad? No tengo los votos, no tengo la simpatía. Si antes ya les caía mal, ahora peor, me han de estar odiando ya que les quité las plazas y todo, pero si tienen madurez política verán que lo hecho salvó a la clase política, se salvó al Congreso.

¿Salvarlo de la depuración?

Si, pero todavía hay algunos que no lo entienden, miran la tormenta y no se persignan. Tengo diputados que me felicitan, pero a la vez me piden que les arregle unas plazas, ¡no entienden el problema!