En Guatemala el emprendimiento figura como una actividad muy deseada por los guatemaltecos para satisfacer sus necesidades y desarrollarse.
De acuerdo al VII Reporte Nacional del Monitor Global de Emprendimiento (GEM), nuestro país se ubicó en el puesto 18 de los 60 países estudiados. En el país existen más de dos millones de emprendedores, de los cuales el 38% representan un negocio primerizo.
Sin embargo, vale la pena cuestionarse si esta forma de autoempleo surge como una alternativa o una solución a la falta de oportunidades de empleo en el país.
Apenas un 7.4% de los emprendimientos en el país se mantienen más allá de los 42 meses. Por lo cual el emprendimiento pareciera ser una alternativa momentánea, más no la solución a los retos de empleo que enfrenta el país.
Por ende, se representa una opción ante la falta de oportunidades de empleo formal. Es este el verdadero motor que impulsa el emprendimiento en Guatemala. Representa una solución momentánea, más no definitiva ya que no genera un efecto multiplicador, entendiendo el emprendimiento como una actividad que agregue valor al generar más y mejores empleos.
La verdadera solución está en crear espacios de “coworking”, como los nacidos en Nueva York en 1999. Se trata de crear espacios donde puedan surgir verdaderos negocios innovadores y creativos que agreguen valor a la sociedad guatemalteca al crear una sinergia entre demanda y oferta laboral.
Estos negocios se convertirán en una verdadera solución cuando puedan visualizarse verdaderas oportunidades que encaminen acciones y riesgos pero que responden a una necesidad de forma única. Esta deberá a su vez ser una fuente de generación auténtica de negocios, por ende, de empleo productivo.
Solo estas formas de emprendimiento serán verdaderas soluciones para crear nuevas opciones de empleo formal en el país que garantice mejor calidad de vida a las personas a través de una cadena de valor productiva y sostenible.
Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo
En Guatemala el emprendimiento figura como una actividad muy deseada por los guatemaltecos para satisfacer sus necesidades y desarrollarse.
De acuerdo al VII Reporte Nacional del Monitor Global de Emprendimiento (GEM), nuestro país se ubicó en el puesto 18 de los 60 países estudiados. En el país existen más de dos millones de emprendedores, de los cuales el 38% representan un negocio primerizo.
Sin embargo, vale la pena cuestionarse si esta forma de autoempleo surge como una alternativa o una solución a la falta de oportunidades de empleo en el país.
Apenas un 7.4% de los emprendimientos en el país se mantienen más allá de los 42 meses. Por lo cual el emprendimiento pareciera ser una alternativa momentánea, más no la solución a los retos de empleo que enfrenta el país.
Por ende, se representa una opción ante la falta de oportunidades de empleo formal. Es este el verdadero motor que impulsa el emprendimiento en Guatemala. Representa una solución momentánea, más no definitiva ya que no genera un efecto multiplicador, entendiendo el emprendimiento como una actividad que agregue valor al generar más y mejores empleos.
La verdadera solución está en crear espacios de “coworking”, como los nacidos en Nueva York en 1999. Se trata de crear espacios donde puedan surgir verdaderos negocios innovadores y creativos que agreguen valor a la sociedad guatemalteca al crear una sinergia entre demanda y oferta laboral.
Estos negocios se convertirán en una verdadera solución cuando puedan visualizarse verdaderas oportunidades que encaminen acciones y riesgos pero que responden a una necesidad de forma única. Esta deberá a su vez ser una fuente de generación auténtica de negocios, por ende, de empleo productivo.
Solo estas formas de emprendimiento serán verdaderas soluciones para crear nuevas opciones de empleo formal en el país que garantice mejor calidad de vida a las personas a través de una cadena de valor productiva y sostenible.
Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo