Cuando Emilenne Mazariegos le pidió a Roxana Baldetti que fuera la madrina de su hijo y con ello asegurarse que su pequeño tuviera relación de por vida con la primera vicepresidenta del país, nunca se imaginó que esa fama le sería adversa. Ahora deberá rendir declaración ante el Juzgado C de Mayor Riesgo donde decidirán si debe continuar en prisión.
Mazariegos llegó al Congreso en la legislatura 2008-2012. Únicamente estuvo 10 meses ocupando la curul que dejó temporalmente su entonces esposo Edwin Martínez, de Unión Democrática, pero fue suficiente para darse cuenta que le gustaba ser diputada.
Este miércoles Mazariegos deberá rendir su primera declaración ante el juez Victor Ríos
Al perder la curul decidió trabajar con el Partido Patriota y ganarse su propio espacio. Su cercanía con Roxana Baldetti le permitió obtener la candidatura por el departamento de Huehuetenango, desde entonces su cercanía con la mujer más poderosa del partido naranja, le valió para convertirse en una de las consentidas dentro de la agrupación. Ese lazo hizo que Baldetti fuera la madrina de su hijo menor.
Emilenne Mazariegos formó parte de la Junta Directiva que presidió Gudy Rivera.
Durante su paso por el Congreso presidió comisiones de Trabajo, incluso formó parte de la Junta Directiva. La vida parecía sonreirle a la congresista, quien se conducía en vehículos de lujo pese a su origen humilde. Sin embargo, en 2015 la suerte la abandonó ya que un proceso de antejuicio en su contra le impidió tomar posesión de la curul que obtuvo en los comicios. Los magistrados del Tribunal Supremo Electoral decidieron que Mazariegos no tenía idoneidad.
El caso
El pasado miércoles Emilenne Mazariegos fue detenida junto a su mamá y su esposo. Los tres son señalados por el Ministerio Público de integrar una red que defraudó las finanzas de la Municipalidad de Chicamán, Quiché. Según la investigación se contó con la complicidad del alcalde para desviar los recursos de dos préstamos destinados a obras de apoyo a la localidad.
El dinero paró en manos de Mazariegos y su familia, así como de otros integrantes de la supuesta red criminal. La exdiputada, señalada de lavado de dinero u otros activos y asociación ilícita, deberá presentarse ante el juez, quien definirá su futuro.
Cuando Emilenne Mazariegos le pidió a Roxana Baldetti que fuera la madrina de su hijo y con ello asegurarse que su pequeño tuviera relación de por vida con la primera vicepresidenta del país, nunca se imaginó que esa fama le sería adversa. Ahora deberá rendir declaración ante el Juzgado C de Mayor Riesgo donde decidirán si debe continuar en prisión.
Mazariegos llegó al Congreso en la legislatura 2008-2012. Únicamente estuvo 10 meses ocupando la curul que dejó temporalmente su entonces esposo Edwin Martínez, de Unión Democrática, pero fue suficiente para darse cuenta que le gustaba ser diputada.
Este miércoles Mazariegos deberá rendir su primera declaración ante el juez Victor Ríos
Al perder la curul decidió trabajar con el Partido Patriota y ganarse su propio espacio. Su cercanía con Roxana Baldetti le permitió obtener la candidatura por el departamento de Huehuetenango, desde entonces su cercanía con la mujer más poderosa del partido naranja, le valió para convertirse en una de las consentidas dentro de la agrupación. Ese lazo hizo que Baldetti fuera la madrina de su hijo menor.
Emilenne Mazariegos formó parte de la Junta Directiva que presidió Gudy Rivera.
Durante su paso por el Congreso presidió comisiones de Trabajo, incluso formó parte de la Junta Directiva. La vida parecía sonreirle a la congresista, quien se conducía en vehículos de lujo pese a su origen humilde. Sin embargo, en 2015 la suerte la abandonó ya que un proceso de antejuicio en su contra le impidió tomar posesión de la curul que obtuvo en los comicios. Los magistrados del Tribunal Supremo Electoral decidieron que Mazariegos no tenía idoneidad.
El caso
El pasado miércoles Emilenne Mazariegos fue detenida junto a su mamá y su esposo. Los tres son señalados por el Ministerio Público de integrar una red que defraudó las finanzas de la Municipalidad de Chicamán, Quiché. Según la investigación se contó con la complicidad del alcalde para desviar los recursos de dos préstamos destinados a obras de apoyo a la localidad.
El dinero paró en manos de Mazariegos y su familia, así como de otros integrantes de la supuesta red criminal. La exdiputada, señalada de lavado de dinero u otros activos y asociación ilícita, deberá presentarse ante el juez, quien definirá su futuro.