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“Navidad 2017”

Ramon Parellada
21 de diciembre, 2017

Otro año más que se nos pasa volando.  Tal vez un año de los más difíciles que hemos tenido en nuestra querida Guatemala, un año lleno de incertidumbre y errores políticos que han causado una inestabilidad y una baja en inversiones extranjeras.  Sin embargo, estoy contento que llegue Navidad pensando que cambiaremos por un momento nuestra mente a cosas más importantes para nuestras vidas como lo es la familia.  Así que dejo de hablar por hoy de temas económicos y políticos y quiero hablar de la importancia de la familia y esta fecha tan tradicional en la que celebramos el Nacimiento de Jesús.

Y celebramos el Nacimiento de Jesús y la familia.  Basta con ver uno de los típicos y hermosos nacimientos que se hacen con tanto cariño en nuestro país para darse cuenta que Jesús no nació sólo, sus padres estaban acompañándole.  Justamente, es una celebración de un nacimiento y a la vez una celebración que debe hacerse en familia.

Cuántas cosas no debemos agradecer no sólo a Dios sino a nuestros seres queridos.  Pues bien, es momento de hacerlo.  Siempre es momento de hacerlo, pero no dejemos pasar esta oportunidad esperando la siguiente pues a lo mejor nunca llegue.  Y también es momento de perdonar y pedir perdón, en ambos sentidos cuando el caso lo amerita.  Es momento de reconciliación.  Al fin y al cabo, la familia es lo más importante en nuestras vidas.

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También recordamos a nuestros seres queridos y amigos que están luchando por superar una grave enfermedad.  Ese cariño y acompañamiento que podamos darle es el mejor regalo de Navidad que ellos podrán recibir.  Visitémoslos, arropémoslos, que se sientan acompañados y queridos.

Y no podemos olvidar a aquellos que este año partieron de este mundo a uno mejor.  Pienso en ese amigo entrañable que ya no volveremos a ver, nuestro compañero de trabajo que tuvo un accidente donde falleció el y la mayor parte de su familia directa, la secretaria embarazada que perdió su bebé, la madre de un amigo querido, el trabajador que falleció violentamente debido a la delincuencia de nuestro país, y así podría recordar muchos casos de personas que en una u otra manera tuvieron que ver conmigo y ya no están.  Me satisface pensar que conocí lo mejor de ellos y me sirven de ejemplo para seguir mi camino.

Pienso en todos aquellos conocidos y otros que no lo son que sufren injusticias, que están siendo acusados arbitrariamente y sometidos a presiones por cuestiones ideológicas o políticas.  Pienso en aquellos países que someten a la más cruel dictadura a sus habitantes, que los amenazan continuamente y los privan de sus más fundamentales derechos humanos, sus derechos individuales a la vida, la libertad y la propiedad.  Entre estos países, pienso en los más cercanos como Cuba y Venezuela.

Pero también pienso en esas nuevas criaturas que están por nacer, trayendo esperanza a nuestra familia, haciéndola más grande.  Pienso en todos aquellos hogares en los que hay más cosas buenas y positivas que comentar y celebrar que las negativas y pesimistas.  Reflexiono y me convenzo que las cosas van a mejorar y bastante.  No solo lo creo así, sino que lo siento y vivo con intensidad.    Al ver a la familia reunida celebrando felizmente este gran acontecimiento, el Nacimiento de Jesús, no puedo ser negativo, me lleno de optimismo y esperanza.

Agradezco de corazón a mis lectores, a los que me han tenido paciencia y a los que me critican con razón, y les deseo sinceramente que tengan una Feliz navidad, celebrándolo en familia, llenándose de esperanza y optimismo como me ocurre a mí.  ¡Feliz Navidad!

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

“Navidad 2017”

Ramon Parellada
21 de diciembre, 2017

Otro año más que se nos pasa volando.  Tal vez un año de los más difíciles que hemos tenido en nuestra querida Guatemala, un año lleno de incertidumbre y errores políticos que han causado una inestabilidad y una baja en inversiones extranjeras.  Sin embargo, estoy contento que llegue Navidad pensando que cambiaremos por un momento nuestra mente a cosas más importantes para nuestras vidas como lo es la familia.  Así que dejo de hablar por hoy de temas económicos y políticos y quiero hablar de la importancia de la familia y esta fecha tan tradicional en la que celebramos el Nacimiento de Jesús.

Y celebramos el Nacimiento de Jesús y la familia.  Basta con ver uno de los típicos y hermosos nacimientos que se hacen con tanto cariño en nuestro país para darse cuenta que Jesús no nació sólo, sus padres estaban acompañándole.  Justamente, es una celebración de un nacimiento y a la vez una celebración que debe hacerse en familia.

Cuántas cosas no debemos agradecer no sólo a Dios sino a nuestros seres queridos.  Pues bien, es momento de hacerlo.  Siempre es momento de hacerlo, pero no dejemos pasar esta oportunidad esperando la siguiente pues a lo mejor nunca llegue.  Y también es momento de perdonar y pedir perdón, en ambos sentidos cuando el caso lo amerita.  Es momento de reconciliación.  Al fin y al cabo, la familia es lo más importante en nuestras vidas.

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También recordamos a nuestros seres queridos y amigos que están luchando por superar una grave enfermedad.  Ese cariño y acompañamiento que podamos darle es el mejor regalo de Navidad que ellos podrán recibir.  Visitémoslos, arropémoslos, que se sientan acompañados y queridos.

Y no podemos olvidar a aquellos que este año partieron de este mundo a uno mejor.  Pienso en ese amigo entrañable que ya no volveremos a ver, nuestro compañero de trabajo que tuvo un accidente donde falleció el y la mayor parte de su familia directa, la secretaria embarazada que perdió su bebé, la madre de un amigo querido, el trabajador que falleció violentamente debido a la delincuencia de nuestro país, y así podría recordar muchos casos de personas que en una u otra manera tuvieron que ver conmigo y ya no están.  Me satisface pensar que conocí lo mejor de ellos y me sirven de ejemplo para seguir mi camino.

Pienso en todos aquellos conocidos y otros que no lo son que sufren injusticias, que están siendo acusados arbitrariamente y sometidos a presiones por cuestiones ideológicas o políticas.  Pienso en aquellos países que someten a la más cruel dictadura a sus habitantes, que los amenazan continuamente y los privan de sus más fundamentales derechos humanos, sus derechos individuales a la vida, la libertad y la propiedad.  Entre estos países, pienso en los más cercanos como Cuba y Venezuela.

Pero también pienso en esas nuevas criaturas que están por nacer, trayendo esperanza a nuestra familia, haciéndola más grande.  Pienso en todos aquellos hogares en los que hay más cosas buenas y positivas que comentar y celebrar que las negativas y pesimistas.  Reflexiono y me convenzo que las cosas van a mejorar y bastante.  No solo lo creo así, sino que lo siento y vivo con intensidad.    Al ver a la familia reunida celebrando felizmente este gran acontecimiento, el Nacimiento de Jesús, no puedo ser negativo, me lleno de optimismo y esperanza.

Agradezco de corazón a mis lectores, a los que me han tenido paciencia y a los que me critican con razón, y les deseo sinceramente que tengan una Feliz navidad, celebrándolo en familia, llenándose de esperanza y optimismo como me ocurre a mí.  ¡Feliz Navidad!

República es ajena a la opinión expresada en este artículo