Todas las palabras que escoges para hablar son tan importantes, incluso más de lo que te imaginas, porque son parte del mensaje. Pero, en realidad, las palabras no son el mensaje. El verdadero mensaje está en tu proyección hacia los demás. Se trata de lo que eres, de lo que representas, con lo que te asocian y a quien te diriges, pues el receptor está interpretando las señales que le envías.

Es por eso, que lo más importante de la comunicación es tratar de transmitir confianza. La mejor forma de reafirmar lo que dicen tus palabras siempre será a través de tu lenguaje no verbal, porque a veces las palabras no alcanzan. Por eso, necesitamos refrendar siempre lo que decimos con lo que hacemos. De lo contrario, nuestro mensaje queda solamente en “palabras vacías”.  Es decir, con significado, pero sin expresión. El comunicador, el orador es el mensaje porque está representando algo y a la hora de comunicar la sinceridad es vital.

Como decía Marshall Mcluhan, el mensaje no puede limitarse únicamente al contenido o información, es por ello que medio y mensaje son un complemento en tanto que uno contiene al otro. Mcluhan se refiere al medio en términos de medios de comunicación pero aquí lo describimos como el comunicador o emisor del mensaje, es decir cualquier individuo.

Otro de los argumentos por los que Tú eres el mensaje es porque necesitas generar empatía y esta solo la puedes lograr con el carisma, el cual todo líder comunicador lo necesita. Esto, no es más que “la confianza personal “y se refiere a la habilidad natural o aprendida de nunca parecer incómodo porque sabes lo que haces, estás seguro de lo que haces, así de simple.

Hay cuatro cosas que tu audiencia o los receptores con los que te comunicas no te perdonarán jamás: que no estés preparado, cómodo, comprometido y no hagas hasta lo imposible por ser interesante. Tú eres el mensaje porque defiendes tu propia reputación, tu propio nombre que se convierte en tu propia marca.

A menudo, solemos pensar que el mensaje es lo más importante pero como dice el refrán “Cómo trasladar el mensaje es tan importante como el mensaje mismo”. Así, damos por sentado que el mensaje es importante pero como lo dices, o sea el ´plano de expresión no verbal, es aún más importante.

En definitiva, tú eres el mensaje porque gestionas la comunicación, eres quien administra el tiempo, pero también necesitas establecer un puente visual para conectar con la audiencia o el receptor. Tú eres el mensaje porque tienes, como todos, la capacidad de transmitir o no energía positiva o negativa.

En suma, lo mejor de la comunicación es que tú eres el mensaje y, para ello, debes esforzarte cada día para lograr ser cada vez más asertivo. Recuerda que nadie cree en quien no confía, nadie confía en quien no quiere y nadie quiere a quien no conoce.

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