No llores por ti Argentina, el equipo tuvo oportunidades y la mejor en los botines de Lio Messi, pero falló…
Islandia no es un equipo de casualidad o suerte, es un cuadro que se plantó bien y supo impedir que los argentinos respiraran.
Mascherano fue un derroche de energia, subió, cortó y batalló, pero su esfuerzo no dio frutos.
El Kun Agüero fue el único que pudo burlar a la guardia de Islandia y entre dos defensas marcó un golazo, pero fue solo una alegría fugaz.
A los pocos minutos los europeos, que empiezan a convertirse en la sensación del mundial, igualaron el marcador y en adelante el muro ya no fue derribado.
Llegó el penal y Messi confiado lo tiró, pero el arquero adivinó y el rostro del astro argentino fue de pena y tristeza. Ese rostro que recién se vio contra la Roma, de impotencia…
El gol del Kun fue celebrado a todo pulmón por 40 millones de argentinos que pronto vieron cómo su alegría se convirtió en tristeza.
Messi observa cómo el arquero de Islandia adivina su tiro y se lanza para evitar que el balón entre en su marco.
Tiempo hubo, pero Argentina falló
Si algo tuvo Argentina para ganar, fue tiempo. En la segunda etapa del juego volvió con todo contra Islandia pero una y otra vez fallaron.
A Messi hasta de los botines le robaron el balón cuando ya preparaba el zurdazo, llegó la pierna salvadora y de nuevo la impotencia del 10 de Argentina.
Al final no se pudo, pero fue contra un rival que se plantó bien y supo cuidar cada detalle. Anularon a Messi y cuando el marcador estuvo en su contra, subieron y empataron, pero pronto volvieron a resguardarse y a esperar.
Sampaoli no quiere bajar la guardia y este tropiezo parece no preocuparle tanto. Sigue confiado en su equipo y sobre todo en Messi, de quien dijo que “su compromiso está intacto”.
No llores por ti Argentina, hubo oportunidades, hubo tiempo, pero Islandia se fajó hasta el final…
Messi quiso, pero Islandia lo cercó y no lo dejó respirar.
No llores por ti Argentina, el equipo tuvo oportunidades y la mejor en los botines de Lio Messi, pero falló…
Islandia no es un equipo de casualidad o suerte, es un cuadro que se plantó bien y supo impedir que los argentinos respiraran.
Mascherano fue un derroche de energia, subió, cortó y batalló, pero su esfuerzo no dio frutos.
El Kun Agüero fue el único que pudo burlar a la guardia de Islandia y entre dos defensas marcó un golazo, pero fue solo una alegría fugaz.
A los pocos minutos los europeos, que empiezan a convertirse en la sensación del mundial, igualaron el marcador y en adelante el muro ya no fue derribado.
Llegó el penal y Messi confiado lo tiró, pero el arquero adivinó y el rostro del astro argentino fue de pena y tristeza. Ese rostro que recién se vio contra la Roma, de impotencia…
El gol del Kun fue celebrado a todo pulmón por 40 millones de argentinos que pronto vieron cómo su alegría se convirtió en tristeza.
Messi observa cómo el arquero de Islandia adivina su tiro y se lanza para evitar que el balón entre en su marco.
Tiempo hubo, pero Argentina falló
Si algo tuvo Argentina para ganar, fue tiempo. En la segunda etapa del juego volvió con todo contra Islandia pero una y otra vez fallaron.
A Messi hasta de los botines le robaron el balón cuando ya preparaba el zurdazo, llegó la pierna salvadora y de nuevo la impotencia del 10 de Argentina.
Al final no se pudo, pero fue contra un rival que se plantó bien y supo cuidar cada detalle. Anularon a Messi y cuando el marcador estuvo en su contra, subieron y empataron, pero pronto volvieron a resguardarse y a esperar.
Sampaoli no quiere bajar la guardia y este tropiezo parece no preocuparle tanto. Sigue confiado en su equipo y sobre todo en Messi, de quien dijo que “su compromiso está intacto”.
No llores por ti Argentina, hubo oportunidades, hubo tiempo, pero Islandia se fajó hasta el final…
Messi quiso, pero Islandia lo cercó y no lo dejó respirar.