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José Quesada: “Una situación muy crítica del sistema, son los jueces débiles y corruptos”

Claudia Jo Ríos
20 de noviembre, 2018

La situación del país es crítica por la debilidad del sistema de jueces, señala expresidente de la corte suprema de justicia.

Así lo indica el abogado José Quesada Fernández, expresidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), quien tuvo la oportunidad de participar en la elaboración del Estatuto del Juez Iberoamericano.

Estatuto del Juez Iberoamericano

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El documento establecido en el año 2001, responde a las necesidades expresadas por diversos sectores y agentes sociales con el fin de ofrecer un referente que identifique los valores, principios, instituciones, procesos y recursos mínimos necesarios para garantizar la función jurisdiccional independiente.

Al tomar cada vez mayor protagonismo la figura del juez, ese juez que se permite, que se doblega frente a intereses que no son los de la ley, cada vez más irá desapareciendo de la faz de la tierra”, enfatiza el también exmagistrado de la Corte de Constitucionalidad.

¿Cuáles, considera usted, son las características de un buen juez?

En primer lugar independencia, esto quiere decir imparcialidad. Ausencia de ideologías o independencia de personas de ideología alguna.

Número dos, formación y capacitación adecuada.

¿A qué me refiero con esto?

Formación o conocimiento preciso de la materia en la cual va a ejercer su función jurisdiccional.

Si es un juez civil, debe tener conocimiento de derecho civil. Si es un juez penal, debe ser un procesalista consumado.

¿Cuáles son los principios básicos en los cuales se debe sustentar un juez?

No debe permitir que en su juzgamiento intervengan factores como política, ideologías, preferencia por alguna de las partes, así como sus propios intereses. Debe tratar de alejar de su juzgamiento todo ese tipo de circunstancias. Que su proceso inteligible y de conocimiento del caso se circunscriba a factores totalmente jurídicos.

¿Cuáles debieran ser esos fundamentos jurídicos que deben regir la actuación de un juez?

La actuación del juez es una acción de conciencia con su propio ser, con su propio entendimiento. Su conocimiento jurídico debe alejarse de toda pasión que no sea exclusivamente el conocimiento del derecho y su aplicación adecuada.

Cualquier circunstancia que el juez permita, se entrecruce entre él y el conocimiento del derechoy el conocimiento del caso del derecho, es GRAVE para un estado, para una nación.

Es lo más corrupto que puede existir, no hay peor resultado que el funcionario judicial que no juzga exclusivamente con su propia consciencia y conocimiento.

Entonces, ¿qué pasa cuando un juez incumple con estos principiosquién lo fiscaliza?

El juez puede cometer estos delitos cuando por falta de conocimiento o por dolo de su parte, aplica leyes inadecuadamente, desgraciadamente en nuestro país no hemos visto realmente que haya castigo efectivo para los jueces que se plegan a intereses políticos o ideológicos, pero están cometiendo un delito.

¿Qué pasa cuando un juez no tiene esa claridad mental?

No debería ser juez.

Y más allá, razona, lo que sucede es que paulatinamente una persona que se comporta de esa manera será rechazado por el poder judicial y por la sociedad misma.

¿Cómo un juez puede aspirar al respeto de la población cuando comete este tipo de faltas? 

Si el juez desconoce la ley, el delito que comete al resolver de forma tendenciosa se llama prevaricato. Es cuando con dolo o intención aplica la ley inadecuadamente.

Esto lo hace un verdadero delincuente a quien se debiera castigar o perseguir con toda la fuerza de la ley. Desgraciadamente en nuestro país se encubre muchísimo a este tipo de jueces.

¿Cómo analiza usted como exmagistrado la situación actual de los jueces en Guatemala?

Hay jueces que si están cumpliendo consigo mismos y su conciencia, se atreven y tienen el valor de aplicar la ley adecuadamente. Hay quienes le temen al que dirán, a la prensa a situaciones ilegítimas y resuelven de acuerdo a presiones y al qué dirán de la prensa.

Esos jueces, pasado el momento político que estamos viviendo, deberían ser objeto de castigo.

¿Quién castiga a estos jueces?, ¿qué puede ocurrirles?

Cuando hay jueces que no aplican la ley o la aplican inadecuadamente, se les puede pedir un proceso ante jueces pares por medio de un antejuicio, cuando todavía es un juez. O bien cuando ya han dejado de serlo un proceso por el delito de prevaricato cometido en el pasado.

¿Qué hace una sociedad cuando enfrenta un sistema de justicia debilitado?

Cuando no se confía en el sistema de justicia, el problema que tiene el país es muy crítico.

Por ejemplo, los japoneses confían en sus sistema, los chinos, los ingleses, tienen gran confianza en sus jueces.

Los países latinoamericanos que vemos que están en crisis todo el tiempo y que no salen adelante coinciden en que tampoco tienen confianza en su sistema de justicia.

Eso es parte del problema del subdesarrollo, de no poder convertirse en una nación próspera porque no hay certidumbre del cumplimiento de la ley y muchas veces es responsabilidad de jueces penales que no cumplen con la ley.

¿Estamos seleccionando a los jueces de la manera correcta?

Yo creo que se ha hecho un gran esfuerzo con la elección de jueces. Pasan por varios filtros, pasan por estudios judiciales y aún así caen en a tentación de ir a hacer política o de agradar a alguien con su proceder.

Es una situación muy crítica y es una gran debilidad del sistema, jueces penales débiles y corruptos.

¿Qué podemos hacer como sociedad para resolver esta situación?

La sociedad debe ser sumamente enérgica en el reclamo de imparcialidad y en el reclamo de la obtención de justicia.

No podemos dejar de hacerlo. Creo que vamos camino de eso, creo que la crisis en los últimos años nos ha calado lo suficiente como para que sepan que deben reaccionar.

Fotografía: Emisoras Unidas

José Quesada: “Una situación muy crítica del sistema, son los jueces débiles y corruptos”

Claudia Jo Ríos
20 de noviembre, 2018

La situación del país es crítica por la debilidad del sistema de jueces, señala expresidente de la corte suprema de justicia.

Así lo indica el abogado José Quesada Fernández, expresidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), quien tuvo la oportunidad de participar en la elaboración del Estatuto del Juez Iberoamericano.

Estatuto del Juez Iberoamericano

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El documento establecido en el año 2001, responde a las necesidades expresadas por diversos sectores y agentes sociales con el fin de ofrecer un referente que identifique los valores, principios, instituciones, procesos y recursos mínimos necesarios para garantizar la función jurisdiccional independiente.

Al tomar cada vez mayor protagonismo la figura del juez, ese juez que se permite, que se doblega frente a intereses que no son los de la ley, cada vez más irá desapareciendo de la faz de la tierra”, enfatiza el también exmagistrado de la Corte de Constitucionalidad.

¿Cuáles, considera usted, son las características de un buen juez?

En primer lugar independencia, esto quiere decir imparcialidad. Ausencia de ideologías o independencia de personas de ideología alguna.

Número dos, formación y capacitación adecuada.

¿A qué me refiero con esto?

Formación o conocimiento preciso de la materia en la cual va a ejercer su función jurisdiccional.

Si es un juez civil, debe tener conocimiento de derecho civil. Si es un juez penal, debe ser un procesalista consumado.

¿Cuáles son los principios básicos en los cuales se debe sustentar un juez?

No debe permitir que en su juzgamiento intervengan factores como política, ideologías, preferencia por alguna de las partes, así como sus propios intereses. Debe tratar de alejar de su juzgamiento todo ese tipo de circunstancias. Que su proceso inteligible y de conocimiento del caso se circunscriba a factores totalmente jurídicos.

¿Cuáles debieran ser esos fundamentos jurídicos que deben regir la actuación de un juez?

La actuación del juez es una acción de conciencia con su propio ser, con su propio entendimiento. Su conocimiento jurídico debe alejarse de toda pasión que no sea exclusivamente el conocimiento del derecho y su aplicación adecuada.

Cualquier circunstancia que el juez permita, se entrecruce entre él y el conocimiento del derechoy el conocimiento del caso del derecho, es GRAVE para un estado, para una nación.

Es lo más corrupto que puede existir, no hay peor resultado que el funcionario judicial que no juzga exclusivamente con su propia consciencia y conocimiento.

Entonces, ¿qué pasa cuando un juez incumple con estos principiosquién lo fiscaliza?

El juez puede cometer estos delitos cuando por falta de conocimiento o por dolo de su parte, aplica leyes inadecuadamente, desgraciadamente en nuestro país no hemos visto realmente que haya castigo efectivo para los jueces que se plegan a intereses políticos o ideológicos, pero están cometiendo un delito.

¿Qué pasa cuando un juez no tiene esa claridad mental?

No debería ser juez.

Y más allá, razona, lo que sucede es que paulatinamente una persona que se comporta de esa manera será rechazado por el poder judicial y por la sociedad misma.

¿Cómo un juez puede aspirar al respeto de la población cuando comete este tipo de faltas? 

Si el juez desconoce la ley, el delito que comete al resolver de forma tendenciosa se llama prevaricato. Es cuando con dolo o intención aplica la ley inadecuadamente.

Esto lo hace un verdadero delincuente a quien se debiera castigar o perseguir con toda la fuerza de la ley. Desgraciadamente en nuestro país se encubre muchísimo a este tipo de jueces.

¿Cómo analiza usted como exmagistrado la situación actual de los jueces en Guatemala?

Hay jueces que si están cumpliendo consigo mismos y su conciencia, se atreven y tienen el valor de aplicar la ley adecuadamente. Hay quienes le temen al que dirán, a la prensa a situaciones ilegítimas y resuelven de acuerdo a presiones y al qué dirán de la prensa.

Esos jueces, pasado el momento político que estamos viviendo, deberían ser objeto de castigo.

¿Quién castiga a estos jueces?, ¿qué puede ocurrirles?

Cuando hay jueces que no aplican la ley o la aplican inadecuadamente, se les puede pedir un proceso ante jueces pares por medio de un antejuicio, cuando todavía es un juez. O bien cuando ya han dejado de serlo un proceso por el delito de prevaricato cometido en el pasado.

¿Qué hace una sociedad cuando enfrenta un sistema de justicia debilitado?

Cuando no se confía en el sistema de justicia, el problema que tiene el país es muy crítico.

Por ejemplo, los japoneses confían en sus sistema, los chinos, los ingleses, tienen gran confianza en sus jueces.

Los países latinoamericanos que vemos que están en crisis todo el tiempo y que no salen adelante coinciden en que tampoco tienen confianza en su sistema de justicia.

Eso es parte del problema del subdesarrollo, de no poder convertirse en una nación próspera porque no hay certidumbre del cumplimiento de la ley y muchas veces es responsabilidad de jueces penales que no cumplen con la ley.

¿Estamos seleccionando a los jueces de la manera correcta?

Yo creo que se ha hecho un gran esfuerzo con la elección de jueces. Pasan por varios filtros, pasan por estudios judiciales y aún así caen en a tentación de ir a hacer política o de agradar a alguien con su proceder.

Es una situación muy crítica y es una gran debilidad del sistema, jueces penales débiles y corruptos.

¿Qué podemos hacer como sociedad para resolver esta situación?

La sociedad debe ser sumamente enérgica en el reclamo de imparcialidad y en el reclamo de la obtención de justicia.

No podemos dejar de hacerlo. Creo que vamos camino de eso, creo que la crisis en los últimos años nos ha calado lo suficiente como para que sepan que deben reaccionar.

Fotografía: Emisoras Unidas