La semana del 5 de noviembre tuve la oportunidad de conocer San Francisco, California y sus alrededores. Como en mis viajes anteriores, me anima compartir -en texto, imágenes y video- lo que observé y el cómo, muy pronto, podríamos transformar nuestros países en pujantes ciudades, departamentos y municipios. Lo haré en tres entregas, aquí la última de ellas:
Sobre el Yosemite National Park
(Video: https://youtu.be/jaB0HPr2prs)
Quiero reiterar que el Servicio de Parques Nacionales de la administración Donald Trump ha propuesto al Congreso un fondo específico de 1 mil trescientos millones de dólares que, en principio, abone a la deuda de los parques nacionales, la cual a la fecha asciende a 12 mil millones de dólares, cuatro veces el presupuesto anual de dicha agencia. Este fondo específico derivará de los ingresos energéticos anuales. Para el senador republicano por Tennessee, Lamar Alexander, este esfuerzo sería el “más significativo apoyo al sistema de parques nacionales del último medio siglo”.
El gasto en obra pública es genuino de un gobierno limitado a sus funciones propias. Durante mi estadía pude observar el estado de los baños y del sistema de alcantarillado, de los senderos y caminos internos del parque. Infraestructura que por cierto no se ve y por lo cual un político tradicional no “invierte” en ello. Trump propone dirigir estos fondos a remozamiento de baños, alcantarillas y drenajes, mantenimiento de caminos, senderos y áreas de información, lo cual por cierto pude observar muy deteriorado. De hecho escaso personal en el parque para asistir a los visitantes; nosotros incluso tuvimos la mala fortuna de que nos robaran una cámara de fotografías instantáneas. Cuando me presenté al centro de información a denunciar el hecho había allí solo tres personas; la cámara nos la habían robado en uno de los puntos más concurridos por los turistas (Glacier Point) luego de haberle perdido de vista por unos minutos.
Al respecto, hoy emulo la propuesta para nuestras “áreas protegidas” en Guatemala y América Latina: ¡Franquiciémoslas! Ello implicaría eliminar los Consejos nacionales, las agencias y toda institución gubernamental a cargo de ellas. El Parque Nacional Tikal, por ejemplo, debería ser una franquicia, cuyo nombre debe conservarse. Sería una especie de marca, que mediante un Acuerdo de Franquicia, el gobierno municipal de Flores debiese subastar de forma transparente y posteriormente vigilar su cumplimiento. Sin dejar de ser dueño del territorio que ocupa el Parque, debiésemos permitir que una entidad privada, ya sea una empresa, una organización sin fines de lucro o cualquier otra, siempre que sea privada, puedan advertir el parque como un activo y de la mano de los incentivos del lucro ético, puedan derivar ingresos y con ello ofrecer mejores condiciones a los visitantes y al Parque.
El gobierno municipal de Flores debiese limitarse a ofrecer seguridad, justicia y obras públicas locales, mediante la recaudación del Impuesto Único, Universal y Uniforme (Impuesto de las 3U) dirigido al consumo (IVA), y junto con el gobierno departamental y nacional, bajo un sistema de genuino y verdadero Federalismo (descentralización), deberían velar por el cumplimiento del Acuerdo de Franquicia, y reforzar los servicios que les son interdependientes: seguridad del área de influencia, justicia de ser necesario y obras públicas a nivel departamental y nacional, nada más. Así, el dinero que hoy se expolia de los ciudadanos para el CONAP (Consejo Nacional de Áreas Protegidas) sencillamente se dejaría en el bolsillo de los guatemaltecos, lugar de donde nunca debió haber salido, pues preservar áreas naturales no es una función propia de los gobiernos. En fin…
San Francisco, California fue otra de esas experiencias sencillamente inolvidables, sobre todo porque la viví en familia, a lo Homeschool. Disfrutamos de las maravillas de la naturaleza, del ingenio humano que transpira la gran ciudad y de la prosperidad económica que aún se genera en aquel gran país.
__________
Jorge David Chapas es guatemalteco; empresario, docente, político liberal clásico y padre homeschooler.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
La semana del 5 de noviembre tuve la oportunidad de conocer San Francisco, California y sus alrededores. Como en mis viajes anteriores, me anima compartir -en texto, imágenes y video- lo que observé y el cómo, muy pronto, podríamos transformar nuestros países en pujantes ciudades, departamentos y municipios. Lo haré en tres entregas, aquí la última de ellas:
Sobre el Yosemite National Park
(Video: https://youtu.be/jaB0HPr2prs)
Quiero reiterar que el Servicio de Parques Nacionales de la administración Donald Trump ha propuesto al Congreso un fondo específico de 1 mil trescientos millones de dólares que, en principio, abone a la deuda de los parques nacionales, la cual a la fecha asciende a 12 mil millones de dólares, cuatro veces el presupuesto anual de dicha agencia. Este fondo específico derivará de los ingresos energéticos anuales. Para el senador republicano por Tennessee, Lamar Alexander, este esfuerzo sería el “más significativo apoyo al sistema de parques nacionales del último medio siglo”.
El gasto en obra pública es genuino de un gobierno limitado a sus funciones propias. Durante mi estadía pude observar el estado de los baños y del sistema de alcantarillado, de los senderos y caminos internos del parque. Infraestructura que por cierto no se ve y por lo cual un político tradicional no “invierte” en ello. Trump propone dirigir estos fondos a remozamiento de baños, alcantarillas y drenajes, mantenimiento de caminos, senderos y áreas de información, lo cual por cierto pude observar muy deteriorado. De hecho escaso personal en el parque para asistir a los visitantes; nosotros incluso tuvimos la mala fortuna de que nos robaran una cámara de fotografías instantáneas. Cuando me presenté al centro de información a denunciar el hecho había allí solo tres personas; la cámara nos la habían robado en uno de los puntos más concurridos por los turistas (Glacier Point) luego de haberle perdido de vista por unos minutos.
Al respecto, hoy emulo la propuesta para nuestras “áreas protegidas” en Guatemala y América Latina: ¡Franquiciémoslas! Ello implicaría eliminar los Consejos nacionales, las agencias y toda institución gubernamental a cargo de ellas. El Parque Nacional Tikal, por ejemplo, debería ser una franquicia, cuyo nombre debe conservarse. Sería una especie de marca, que mediante un Acuerdo de Franquicia, el gobierno municipal de Flores debiese subastar de forma transparente y posteriormente vigilar su cumplimiento. Sin dejar de ser dueño del territorio que ocupa el Parque, debiésemos permitir que una entidad privada, ya sea una empresa, una organización sin fines de lucro o cualquier otra, siempre que sea privada, puedan advertir el parque como un activo y de la mano de los incentivos del lucro ético, puedan derivar ingresos y con ello ofrecer mejores condiciones a los visitantes y al Parque.
El gobierno municipal de Flores debiese limitarse a ofrecer seguridad, justicia y obras públicas locales, mediante la recaudación del Impuesto Único, Universal y Uniforme (Impuesto de las 3U) dirigido al consumo (IVA), y junto con el gobierno departamental y nacional, bajo un sistema de genuino y verdadero Federalismo (descentralización), deberían velar por el cumplimiento del Acuerdo de Franquicia, y reforzar los servicios que les son interdependientes: seguridad del área de influencia, justicia de ser necesario y obras públicas a nivel departamental y nacional, nada más. Así, el dinero que hoy se expolia de los ciudadanos para el CONAP (Consejo Nacional de Áreas Protegidas) sencillamente se dejaría en el bolsillo de los guatemaltecos, lugar de donde nunca debió haber salido, pues preservar áreas naturales no es una función propia de los gobiernos. En fin…
San Francisco, California fue otra de esas experiencias sencillamente inolvidables, sobre todo porque la viví en familia, a lo Homeschool. Disfrutamos de las maravillas de la naturaleza, del ingenio humano que transpira la gran ciudad y de la prosperidad económica que aún se genera en aquel gran país.
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Jorge David Chapas es guatemalteco; empresario, docente, político liberal clásico y padre homeschooler.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo