A mucha honra soyegresado dos veces de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Una comoingeniero agrónomo y la otra como maestro en economía ambiental. De esaexperiencia de vida hoy gano el sustento diario para mi familia y guardo losmás gratos recuerdos de mi juventud; debo a esa época a mis mejores amigos yrecuerdo con aprecio a muchos compañeros de estudio, profesores y personaladministrativo. Hoy, sin intención de herir susceptibilidades, lo cual eventualmenteserá ineludible, quiero compartir una visión sobre la cual la Universidad puede ser realmente buena y mejor.Lo intentaré hacer de la manera más honesta y como siempre, fiel a misprincipios de liberalismo clásico.
Lejos han quedadoaquellos días de finales del siglo XVII cuando en las aulas de la otrora Real y Pontificia Universidadde San Carlos Borromeo se enseñaba gramática, teología escolástica, latín yleyes. ¿Cómo llegó la Universidad a perder aquellos cánones y, llegando hoy endía, por ejemplo, a tener que hacer cola desde las 2:30 am frente al Paraninfopara que a las 6 am te den un número, el cual te ponen como sello cual ganado,para que te den fecha de graduación? ¿Cuándo perdió semejante nivel de universidado “estudio general” y terminó ofreciendo protesta y vandalismo en el denominadodesfile bufo? ¿Por qué dejó de impartir aquellas asignaturas y pasó a impartir,por ejemplo, antropología agraria desde la perspectiva marxista? ¿Cómo esposible que hoy en la facultad de ciencias económicas debas prever graduarte en12 años, si decides hacer una tesis de investigación, o en 2 si deseas hacer elejercicio profesional supervisado? ¿De cuándo acá ostenta privilegios talescomo el reconocimiento de grados, títulos y diplomas? ¿Por qué una universidaddebe tener cuotas políticas en cortes y decenas de instituciones del Estado? Enfin, tantos, pero tantos síntomas de degradación solo son atribuibles a una enfermedad:el estatismo.
La usurpación del Estado de aquellaesfera naturalmente privada predispuso al despotismo y al nacionalismo, loscuales se apoderaron de las aulas en el siglo XVIII. Ya en el siglo XIX lasuniversidades del mundo no corrieron mejor suerte: la constante pugna entreliberales (a favor de la separación iglesia-estado) y conservadores (a favor dela unión iglesia-estado) les pasó factura y a ella sobrevino el golpe letal delsocialismo, el cual se prescribió en el punto 10 del manifiesto comunista de1848. Desde entonces gradualmente y con más fuerza desde 1944 la Universidad seha convertido en una especie de mito y la tan afamada “autonomía” en algoincuestionable. (Si no me crees recuerda cómo le fue recientemente a Jimmy Moralescuando discutió el costo de cada egresado de la U). Hoy por hoy la USAC es unmonstruo burocrático que se blinda en decenas de leyes, desde la Constitución ysus 11 artículos propios, hasta sus 28 reglamentos, pasando por un Estatuto ydos decretos-ley.
Pero, para nada la solución esbuscar su eficiencia, quitando y poniendo rectores, si al caso se tuvierasemejante poder. Y mucho menos asignarle más del 5% del presupuesto de ingresosdel Estado. La solución estimados amigos es, sin lugar a dudas, devolverla adonde corresponde: el ámbito privado. ¡Y sí claro, eso es, en otras palabras,privatizarla o desestatizarla! Que conste que no esquivo para nada el términode “privatización” puesto que ahora me permito describirlo y explicarlo.
Privatizar no es sinónimo derestringir el acceso a la universidad, sino todo lo contrario: en un mercadolibre de educación superior, en competencia y sin privilegios, la ofertageneralmente se corresponde con la demanda, tanto en cantidad como en calidad yprecio. Habrá tantas posibilidades de metodologías y modalidades, contenidos yasignaturas, horarios, ubicaciones físicas y formas de evaluación, como lademanda lo requiera. Privatizar tampoco es sinónimo de precios altos, sino todolo contrario: ocurrirá algo parecido a lo que hoy por hoy ocurre en el sectorde la telefonía celular, ¡precios para todos! Privatizar no busca mantener enla ignorancia a los más pobres, como suelen argüir los detractores de estapropuesta, sino todo lo contrario: hará llegar la educación superior hasta elúltimo rincón de Guatemala, pues hoy por hoy la tecnología, precisamente de lascomunicaciones, permitirá eso y mucho más. ¡El “id y enseñad a todos” tananhelado podría ser alcanzado en una velocidad impresionante!
Si al caso en algo te hepersuadido, ahora cabe la pregunta: ¿Cómo hemos de transitar a semejantesistema? Las 5 Reformas que desde el partido político(en formación) estamos planteando, proponen hacerlo de manera correcta, sin mástraumas que los de superar prejuicios y abrirte a nuevas soluciones, a saber: Reforma1, en el ámbito de la política, propone limitar el gobierno a sus funcionespropias (seguridad primero, justicia de verdad y obras públicas de calidad),nada más; supone un impuesto único, universal y uniforme, un auténticosfederalismo o descentralización (en lo legal, funcional y fiscal) dedepartamentos y municipios, y partidos políticos auténticamente privados. Reforma2, en el ámbito de la economía y las finanzas, propone mercados libres,desregulación y privatizaciones para la gente (del subsuelo, por ejemplo), elretorno al patrón oro y la eliminación de todo tipo privilegios económicos.Reformas 3, 4 y 5, en educación, atención médica y jubilaciones y pensiones.Estas últimas son las tres reformas sociales, la única concesión que proponemosdurante la transición al Capitalismo liberal, porque es este sistema degobierno y economía el único que respeta las esferas privadas de las personas.
Las tres reformas sociales seproponen en el mismo sentido, pondré el énfasis en la Reforma 3, en el ámbitode la educación: por el lado de quien actualmente ofrece la educación(superior), es necesario ofrecer en calidad de propiedad privada y comoequivalente al pasivo laboral toda la infraestructura universitaria a docentes,investigadores y personal administrativo. Así, toda la ciudad universitaria,sedes departamentales, fincas y propiedades dejan de ser del Estado y pasan aser propiedad de sus operadores actuales. Ellos escogerán la figura jurídicaque prefieran, así sea una S.A., una fundación sin fines de lucro o unacooperativa. El incentivo de la propiedad privada y las condiciones de mercadoslibres (ofrecidas por la Reforma 1 y 2) obligará a los empresarios de laeducación a salir a competir, a ofrecer calidad y desde luego a ganar más. Soloeste sistema puede dignificar a los buenos docentes y profesores.
Por el lado de la demanda, esdecir, por el lado de quienes hoy por hoy acuden a la Universidad, habráexámenes de admisión y precios que pagar. Muchos estudiantes lo podrán pagar,pero muchos otros no, para estos últimos, los más pobres y solo mientras elcapitalismo les alcanza para generar riqueza (que dicho sea de paso será tanpronto como la actividad económica se libere), habrá “vouchers” o cuponeseducativos, una especie de cheque que los estudiantes podrán ofrecer como mediode pago en la facultad o universidad que ellos elijanlibremente.Así, habrá libertad de elegir y será el mercado, de manera pacífica, que premieo castigue a quienes mejor sirvan. Y para que no se manipule políticamente estaserie de “vouchers” o cupones, es decir, para que no se perpetúe ni se cree eltípico clientelismo político, se propone suspender temporalmente el derecho alsufragio, tanto activo como pasivo, es decir, quienes sean beneficiados con los“vouchers” no podrán elegir (votar) ni ser electos. Entendemos que esta medidaes difícil de asimilar, pero de momento la única manera de hacer la transicióncorrectamente.
Mañana 31 de enero se celebrael 343 aniversario de la universidad en su primera versión. Para celebrarlo teinvito a explorar esta propuesta, una propuesta liberal, radical, completa ycongruente. Solo transitando del sistema de gobierno y economía predominante(el estatismo) hacia un sistema de capitalismo liberal, genuino, es posible quenuestra USAC sea una institución realmente buena y mejor, de prestigio mundial.¿Por qué no soñar con eso? Ojalá te haya despertado el interés por luchar pornuestra universidad de una manera diferente y eficaz. Ojalá mi artículo no seconvierta en motivo de pugna si no en oportunidad para un debate honesto yabierto sobre el tema. ¡De mi parte total disposición!
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Jorge David Chapas es empresario, académico, político liberal clásico y padre homeschooler – @JDChapas
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
A mucha honra soyegresado dos veces de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Una comoingeniero agrónomo y la otra como maestro en economía ambiental. De esaexperiencia de vida hoy gano el sustento diario para mi familia y guardo losmás gratos recuerdos de mi juventud; debo a esa época a mis mejores amigos yrecuerdo con aprecio a muchos compañeros de estudio, profesores y personaladministrativo. Hoy, sin intención de herir susceptibilidades, lo cual eventualmenteserá ineludible, quiero compartir una visión sobre la cual la Universidad puede ser realmente buena y mejor.Lo intentaré hacer de la manera más honesta y como siempre, fiel a misprincipios de liberalismo clásico.
Lejos han quedadoaquellos días de finales del siglo XVII cuando en las aulas de la otrora Real y Pontificia Universidadde San Carlos Borromeo se enseñaba gramática, teología escolástica, latín yleyes. ¿Cómo llegó la Universidad a perder aquellos cánones y, llegando hoy endía, por ejemplo, a tener que hacer cola desde las 2:30 am frente al Paraninfopara que a las 6 am te den un número, el cual te ponen como sello cual ganado,para que te den fecha de graduación? ¿Cuándo perdió semejante nivel de universidado “estudio general” y terminó ofreciendo protesta y vandalismo en el denominadodesfile bufo? ¿Por qué dejó de impartir aquellas asignaturas y pasó a impartir,por ejemplo, antropología agraria desde la perspectiva marxista? ¿Cómo esposible que hoy en la facultad de ciencias económicas debas prever graduarte en12 años, si decides hacer una tesis de investigación, o en 2 si deseas hacer elejercicio profesional supervisado? ¿De cuándo acá ostenta privilegios talescomo el reconocimiento de grados, títulos y diplomas? ¿Por qué una universidaddebe tener cuotas políticas en cortes y decenas de instituciones del Estado? Enfin, tantos, pero tantos síntomas de degradación solo son atribuibles a una enfermedad:el estatismo.
La usurpación del Estado de aquellaesfera naturalmente privada predispuso al despotismo y al nacionalismo, loscuales se apoderaron de las aulas en el siglo XVIII. Ya en el siglo XIX lasuniversidades del mundo no corrieron mejor suerte: la constante pugna entreliberales (a favor de la separación iglesia-estado) y conservadores (a favor dela unión iglesia-estado) les pasó factura y a ella sobrevino el golpe letal delsocialismo, el cual se prescribió en el punto 10 del manifiesto comunista de1848. Desde entonces gradualmente y con más fuerza desde 1944 la Universidad seha convertido en una especie de mito y la tan afamada “autonomía” en algoincuestionable. (Si no me crees recuerda cómo le fue recientemente a Jimmy Moralescuando discutió el costo de cada egresado de la U). Hoy por hoy la USAC es unmonstruo burocrático que se blinda en decenas de leyes, desde la Constitución ysus 11 artículos propios, hasta sus 28 reglamentos, pasando por un Estatuto ydos decretos-ley.
Pero, para nada la solución esbuscar su eficiencia, quitando y poniendo rectores, si al caso se tuvierasemejante poder. Y mucho menos asignarle más del 5% del presupuesto de ingresosdel Estado. La solución estimados amigos es, sin lugar a dudas, devolverla adonde corresponde: el ámbito privado. ¡Y sí claro, eso es, en otras palabras,privatizarla o desestatizarla! Que conste que no esquivo para nada el términode “privatización” puesto que ahora me permito describirlo y explicarlo.
Privatizar no es sinónimo derestringir el acceso a la universidad, sino todo lo contrario: en un mercadolibre de educación superior, en competencia y sin privilegios, la ofertageneralmente se corresponde con la demanda, tanto en cantidad como en calidad yprecio. Habrá tantas posibilidades de metodologías y modalidades, contenidos yasignaturas, horarios, ubicaciones físicas y formas de evaluación, como lademanda lo requiera. Privatizar tampoco es sinónimo de precios altos, sino todolo contrario: ocurrirá algo parecido a lo que hoy por hoy ocurre en el sectorde la telefonía celular, ¡precios para todos! Privatizar no busca mantener enla ignorancia a los más pobres, como suelen argüir los detractores de estapropuesta, sino todo lo contrario: hará llegar la educación superior hasta elúltimo rincón de Guatemala, pues hoy por hoy la tecnología, precisamente de lascomunicaciones, permitirá eso y mucho más. ¡El “id y enseñad a todos” tananhelado podría ser alcanzado en una velocidad impresionante!
Si al caso en algo te hepersuadido, ahora cabe la pregunta: ¿Cómo hemos de transitar a semejantesistema? Las 5 Reformas que desde el partido político(en formación) estamos planteando, proponen hacerlo de manera correcta, sin mástraumas que los de superar prejuicios y abrirte a nuevas soluciones, a saber: Reforma1, en el ámbito de la política, propone limitar el gobierno a sus funcionespropias (seguridad primero, justicia de verdad y obras públicas de calidad),nada más; supone un impuesto único, universal y uniforme, un auténticosfederalismo o descentralización (en lo legal, funcional y fiscal) dedepartamentos y municipios, y partidos políticos auténticamente privados. Reforma2, en el ámbito de la economía y las finanzas, propone mercados libres,desregulación y privatizaciones para la gente (del subsuelo, por ejemplo), elretorno al patrón oro y la eliminación de todo tipo privilegios económicos.Reformas 3, 4 y 5, en educación, atención médica y jubilaciones y pensiones.Estas últimas son las tres reformas sociales, la única concesión que proponemosdurante la transición al Capitalismo liberal, porque es este sistema degobierno y economía el único que respeta las esferas privadas de las personas.
Las tres reformas sociales seproponen en el mismo sentido, pondré el énfasis en la Reforma 3, en el ámbitode la educación: por el lado de quien actualmente ofrece la educación(superior), es necesario ofrecer en calidad de propiedad privada y comoequivalente al pasivo laboral toda la infraestructura universitaria a docentes,investigadores y personal administrativo. Así, toda la ciudad universitaria,sedes departamentales, fincas y propiedades dejan de ser del Estado y pasan aser propiedad de sus operadores actuales. Ellos escogerán la figura jurídicaque prefieran, así sea una S.A., una fundación sin fines de lucro o unacooperativa. El incentivo de la propiedad privada y las condiciones de mercadoslibres (ofrecidas por la Reforma 1 y 2) obligará a los empresarios de laeducación a salir a competir, a ofrecer calidad y desde luego a ganar más. Soloeste sistema puede dignificar a los buenos docentes y profesores.
Por el lado de la demanda, esdecir, por el lado de quienes hoy por hoy acuden a la Universidad, habráexámenes de admisión y precios que pagar. Muchos estudiantes lo podrán pagar,pero muchos otros no, para estos últimos, los más pobres y solo mientras elcapitalismo les alcanza para generar riqueza (que dicho sea de paso será tanpronto como la actividad económica se libere), habrá “vouchers” o cuponeseducativos, una especie de cheque que los estudiantes podrán ofrecer como mediode pago en la facultad o universidad que ellos elijanlibremente.Así, habrá libertad de elegir y será el mercado, de manera pacífica, que premieo castigue a quienes mejor sirvan. Y para que no se manipule políticamente estaserie de “vouchers” o cupones, es decir, para que no se perpetúe ni se cree eltípico clientelismo político, se propone suspender temporalmente el derecho alsufragio, tanto activo como pasivo, es decir, quienes sean beneficiados con los“vouchers” no podrán elegir (votar) ni ser electos. Entendemos que esta medidaes difícil de asimilar, pero de momento la única manera de hacer la transicióncorrectamente.
Mañana 31 de enero se celebrael 343 aniversario de la universidad en su primera versión. Para celebrarlo teinvito a explorar esta propuesta, una propuesta liberal, radical, completa ycongruente. Solo transitando del sistema de gobierno y economía predominante(el estatismo) hacia un sistema de capitalismo liberal, genuino, es posible quenuestra USAC sea una institución realmente buena y mejor, de prestigio mundial.¿Por qué no soñar con eso? Ojalá te haya despertado el interés por luchar pornuestra universidad de una manera diferente y eficaz. Ojalá mi artículo no seconvierta en motivo de pugna si no en oportunidad para un debate honesto yabierto sobre el tema. ¡De mi parte total disposición!
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Jorge David Chapas es empresario, académico, político liberal clásico y padre homeschooler – @JDChapas
República es ajena a la opinión expresada en este artículo