Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Edificios inteligentes: Los espacios laborales del futuro

Braulio Palacios
03 de febrero, 2019

Los edificios inteligentes se posicionan cada vez más como los espacios laborales del futuro. Los colaboradores reciben mejores entornos, como resultado se incrementa la productividad y se potencia la innovación.

Schneider Electric y Unwork publicaron Smart Working: Los edificios inteligentes y el futuro del trabajo, un estudio que expone las ventajas de los edificios inteligentes para los ocupantes y desarrolladores de oficinas.

El estudio identifica también los facilitadores tecnológicos clave y muestra cómo los edificios inteligentes contribuirán a transformar el trabajo, los entornos laborales y el paisaje urbano.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

“Un edificio inteligente ofrece incontables posibilidades y, por eso, la inversión en este tipo de tecnologías crece de manera exponencial”, indicó Caroline Hoarau, gerente del segmento de edificios comerciales para la división de Digital Energy de Schneider Electric México y Centroamérica.

La inversión en sistemas de construcciones inteligentes ha crecido en los últimos años. El gasto global ascendió a US$6,616 millones en 2015. Para el año 2019, se prevé que la cifra supere los US$16,400 millones.

“Los lugares de trabajo convencionales centrados en reducir costos están siendo sustituidos por modelos que tratan de incrementar la productividad, colaboración entre empleados y su bienestar”, explicó Owen King, consultor de Unwork.

Beneficios

En el estudio se establece el modelo Activ8 para evaluar hasta qué punto un edificio es inteligente y detalla los ocho beneficios que debe tener para poder ser considerado un smart building.

Según el modelo, este tipo es edificación es sostenible y esclarecedor, ya que proporciona información de valor sobre la infraestructura y permite actuar con base a esos resultados, obteniendo mejoras en eficiencia energética.

También es flexible y saludable. Esto permite espacios de trabajo dinámicos que mejoran la experiencia de los usuarios, que se vuelven más eficientes y productivos.

El impacto del diseño de los lugares de trabajo sobre el bienestar físico y mental de los empleados es un tema cada vez más importante. Las empresas están implementando cambios en sus oficinas para combatir el sedentarismo.

Está demostrado que niveles más altos de actividad física mejoran la efectividad de los empleados. Además, ya se encuentran en el mercado sensores que ayudan a prevenir los dolores de espalda, cuello y músculos.

Por otro lado, se ha demostrado que la calidad del aire interno afecta a la productividad o el bienestar de los usuarios de los edificios. Con ayuda de sensores se logra monitorear la calidad del entorno de trabajo.

Tecnologías clave

Según el informe, las soluciones inteligentes de gestión de la energía en edificios permiten optimizar el rendimiento de los sistemas y los consumos, logrando así, alcanzar grandes cuotas de eficiencia energética.

La generación local de energía y los nuevos tipos de materiales de construcción inteligentes, permiten que algunos edificios sean incluso proveedores de energía para las redes nacionales.

Las tecnologías emergentes como el Internet de las Cosas (IoT), Big Data y el software inteligente, permiten detectar fallos, diagnosticarlos, y así mejorar sistemas de seguridad del edificio o medir la salud de los usuarios.

Diseño flexible

El informe “Smart Working: Los edificios inteligentes y el futuro del trabajo” brinda una lista de pasos que un desarrollador de edificios para oficinas debe seguir para construir un edificio inteligente.

Todo arranca, de manera ideal, en la concepción del proyecto y se extienden desde la identificación de las personas que ayudarán a hacer realidad la idea hasta la elección de los partners que la implementarán.

También es necesario el estudio de aspectos básicos como la oferta y la demanda de electricidad y la elección de las tecnologías que incluirá el proyecto.

Hoarau indicó que es vital que desde la fase de diseño de proyectos de oficinas se incorporen las bases necesarias para dotar a los edificios de conectividad y confort de forma escalable y flexible.

“Esto para que las instalaciones y los edificios puedan evolucionar a medida que también evolucionan las distintas necesidades de los usuarios”, concluyó la especialista de Schneider Electric.

Te sugerimos leer:

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Edificios inteligentes: Los espacios laborales del futuro

Braulio Palacios
03 de febrero, 2019

Los edificios inteligentes se posicionan cada vez más como los espacios laborales del futuro. Los colaboradores reciben mejores entornos, como resultado se incrementa la productividad y se potencia la innovación.

Schneider Electric y Unwork publicaron Smart Working: Los edificios inteligentes y el futuro del trabajo, un estudio que expone las ventajas de los edificios inteligentes para los ocupantes y desarrolladores de oficinas.

El estudio identifica también los facilitadores tecnológicos clave y muestra cómo los edificios inteligentes contribuirán a transformar el trabajo, los entornos laborales y el paisaje urbano.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

“Un edificio inteligente ofrece incontables posibilidades y, por eso, la inversión en este tipo de tecnologías crece de manera exponencial”, indicó Caroline Hoarau, gerente del segmento de edificios comerciales para la división de Digital Energy de Schneider Electric México y Centroamérica.

La inversión en sistemas de construcciones inteligentes ha crecido en los últimos años. El gasto global ascendió a US$6,616 millones en 2015. Para el año 2019, se prevé que la cifra supere los US$16,400 millones.

“Los lugares de trabajo convencionales centrados en reducir costos están siendo sustituidos por modelos que tratan de incrementar la productividad, colaboración entre empleados y su bienestar”, explicó Owen King, consultor de Unwork.

Beneficios

En el estudio se establece el modelo Activ8 para evaluar hasta qué punto un edificio es inteligente y detalla los ocho beneficios que debe tener para poder ser considerado un smart building.

Según el modelo, este tipo es edificación es sostenible y esclarecedor, ya que proporciona información de valor sobre la infraestructura y permite actuar con base a esos resultados, obteniendo mejoras en eficiencia energética.

También es flexible y saludable. Esto permite espacios de trabajo dinámicos que mejoran la experiencia de los usuarios, que se vuelven más eficientes y productivos.

El impacto del diseño de los lugares de trabajo sobre el bienestar físico y mental de los empleados es un tema cada vez más importante. Las empresas están implementando cambios en sus oficinas para combatir el sedentarismo.

Está demostrado que niveles más altos de actividad física mejoran la efectividad de los empleados. Además, ya se encuentran en el mercado sensores que ayudan a prevenir los dolores de espalda, cuello y músculos.

Por otro lado, se ha demostrado que la calidad del aire interno afecta a la productividad o el bienestar de los usuarios de los edificios. Con ayuda de sensores se logra monitorear la calidad del entorno de trabajo.

Tecnologías clave

Según el informe, las soluciones inteligentes de gestión de la energía en edificios permiten optimizar el rendimiento de los sistemas y los consumos, logrando así, alcanzar grandes cuotas de eficiencia energética.

La generación local de energía y los nuevos tipos de materiales de construcción inteligentes, permiten que algunos edificios sean incluso proveedores de energía para las redes nacionales.

Las tecnologías emergentes como el Internet de las Cosas (IoT), Big Data y el software inteligente, permiten detectar fallos, diagnosticarlos, y así mejorar sistemas de seguridad del edificio o medir la salud de los usuarios.

Diseño flexible

El informe “Smart Working: Los edificios inteligentes y el futuro del trabajo” brinda una lista de pasos que un desarrollador de edificios para oficinas debe seguir para construir un edificio inteligente.

Todo arranca, de manera ideal, en la concepción del proyecto y se extienden desde la identificación de las personas que ayudarán a hacer realidad la idea hasta la elección de los partners que la implementarán.

También es necesario el estudio de aspectos básicos como la oferta y la demanda de electricidad y la elección de las tecnologías que incluirá el proyecto.

Hoarau indicó que es vital que desde la fase de diseño de proyectos de oficinas se incorporen las bases necesarias para dotar a los edificios de conectividad y confort de forma escalable y flexible.

“Esto para que las instalaciones y los edificios puedan evolucionar a medida que también evolucionan las distintas necesidades de los usuarios”, concluyó la especialista de Schneider Electric.

Te sugerimos leer: