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¿Qué le espera al presidente electo de El Salvador?

Carlos Bran
08 de febrero, 2019

El pasado domingo se celebró el proceso electoral en El Salvador, en el que el pueblo salvadoreño eligió al próximo Presidente que gobernará esa nación por los próximos 5 años. Como era de esperarse, el candidato antisistema, el outsider Nayib Bukele, del partido de derecha GANA, arrasó con una aplastante victoria sobre sus oponentes, logrando capturar el 53.7% de los votos, suficiente para proclamarse ganador en la primera vuelta. De esta forma, dejó muy por atrás al candidato de la coalición conservadora ARENA con un 31,6% del voto y el gran perdedor de la contienda electoral fue el partido oficialista el FMLN con 13.7% del voto. Bukele logró capturar no sorprendentemente el voto del partido oficialista FMLN, siendo claramente un voto de castigo por el descontento de la población con el actual gobierno. 

La victoria de Bukele que rompe con el bipartidismo tradicional aunado con una escasa participación del 51% del padrón, demuestran que el pueblo salvadoreño está cansado de las promesas incumplidas por los gobiernos de las 3 últimas décadas, en una sociedad profundamente polarizada entre la izquierda y derecha.  

Los seguidores de Bukele no esperaron a quemar los juegos pirotécnicos para celebrar la victoria, aún cuando no había finalizado el conteo de los votos al ver la evidente victoria de Bukele sobre los otros candidatos en los conteos.  

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Bukele, un empresario joven de 37 años, cuya ideología política es difícil de enmarcar, se cambió de un partido de izquierda a un partido de derecha y tiene un pensamiento populista que engloba los descontentos de la izquierda y derecha. Tampoco asistió a los debates políticos o entrevistas con medios de prensa, blindándose muy astutamente. Tampoco recorrió el país entero para hacer campaña política, sino que de forma muy ágil lo hizo desde las redes sociales para llegar a un gran número de jóvenes en todo el país, son elementos importantes que considerar. 

Su estilo de vestir informal y de un Millennial, frecuentemente se le ve con jeans, chaquetas de cuero y gorras volteadas hacia atrás en sus videos, Bukele se vende como una persona joven y moderna. Bukele captó el votó de una población mayoritariamente joven que es apasionada a la tecnología, que vive en las redes sociales y cansada del político tradicional que aparece todo el tiempo bien trajeado dando discursos políticos aburridos para este segmento de la población. Todos estos elementos rompen con el estilo tradicional de hacer política. Queda muy claro que en esta contienda electoral los salvadoreños apostaron por el carismático personaje y no por el partido político. 

Bukele ha ofrecido a la población una serie de promesas para resolver los problemas del país, sin considerar como lo logrará hacer o de donde saldrán los fondos para ejecutarlos en un país altamente endeudado. No se conoce tampoco quien integrará el gabinete, pero sin duda necesita conformar un buen equipo que tenga la capacidad de negociación para lograr acuerdos, dada la posición del partido GANA en la Asamblea Legislativa.    

La Asamblea Legislativa se encuentra dominada por 49 diputados de oposición de ARENA y 23 diputados del FMLN. El partido GANA cuenta únicamente con 11 escaños en la Asamblea, que ni siquiera son diputados de Bukele, esto significa que Bukele tendrá que mostrar sus habilidades de negociación política con los partidos de oposición para lograr consensos y mantener una buena relación con su partido político. Asimismo, Bukele debe tomar en cuenta que las próximas elecciones legislativas son hasta el 2021, oportunidad que se abre para el partido GANA de aumentar los escaños en la Asamblea. GANA recibirá considerables fondos del Estado por cada voto obtenido en las elecciones, lo que le va a permitir al partido tener una renovación política de cara a las próximas elecciones legislativas.

Queda por ver las relaciones entre Bukele y su partido político y si se dejará asesorar por su partido, o si integrará su gabinete con propuestas del partido. Bukele ha demostrado ya que es un personaje que no acepta órdenes, pero ya estando como Presidente de El Salvador necesita de su partido político por diversas razones. 

¿Qué le espera al presidente electo de El Salvador?

Carlos Bran
08 de febrero, 2019

El pasado domingo se celebró el proceso electoral en El Salvador, en el que el pueblo salvadoreño eligió al próximo Presidente que gobernará esa nación por los próximos 5 años. Como era de esperarse, el candidato antisistema, el outsider Nayib Bukele, del partido de derecha GANA, arrasó con una aplastante victoria sobre sus oponentes, logrando capturar el 53.7% de los votos, suficiente para proclamarse ganador en la primera vuelta. De esta forma, dejó muy por atrás al candidato de la coalición conservadora ARENA con un 31,6% del voto y el gran perdedor de la contienda electoral fue el partido oficialista el FMLN con 13.7% del voto. Bukele logró capturar no sorprendentemente el voto del partido oficialista FMLN, siendo claramente un voto de castigo por el descontento de la población con el actual gobierno. 

La victoria de Bukele que rompe con el bipartidismo tradicional aunado con una escasa participación del 51% del padrón, demuestran que el pueblo salvadoreño está cansado de las promesas incumplidas por los gobiernos de las 3 últimas décadas, en una sociedad profundamente polarizada entre la izquierda y derecha.  

Los seguidores de Bukele no esperaron a quemar los juegos pirotécnicos para celebrar la victoria, aún cuando no había finalizado el conteo de los votos al ver la evidente victoria de Bukele sobre los otros candidatos en los conteos.  

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Bukele, un empresario joven de 37 años, cuya ideología política es difícil de enmarcar, se cambió de un partido de izquierda a un partido de derecha y tiene un pensamiento populista que engloba los descontentos de la izquierda y derecha. Tampoco asistió a los debates políticos o entrevistas con medios de prensa, blindándose muy astutamente. Tampoco recorrió el país entero para hacer campaña política, sino que de forma muy ágil lo hizo desde las redes sociales para llegar a un gran número de jóvenes en todo el país, son elementos importantes que considerar. 

Su estilo de vestir informal y de un Millennial, frecuentemente se le ve con jeans, chaquetas de cuero y gorras volteadas hacia atrás en sus videos, Bukele se vende como una persona joven y moderna. Bukele captó el votó de una población mayoritariamente joven que es apasionada a la tecnología, que vive en las redes sociales y cansada del político tradicional que aparece todo el tiempo bien trajeado dando discursos políticos aburridos para este segmento de la población. Todos estos elementos rompen con el estilo tradicional de hacer política. Queda muy claro que en esta contienda electoral los salvadoreños apostaron por el carismático personaje y no por el partido político. 

Bukele ha ofrecido a la población una serie de promesas para resolver los problemas del país, sin considerar como lo logrará hacer o de donde saldrán los fondos para ejecutarlos en un país altamente endeudado. No se conoce tampoco quien integrará el gabinete, pero sin duda necesita conformar un buen equipo que tenga la capacidad de negociación para lograr acuerdos, dada la posición del partido GANA en la Asamblea Legislativa.    

La Asamblea Legislativa se encuentra dominada por 49 diputados de oposición de ARENA y 23 diputados del FMLN. El partido GANA cuenta únicamente con 11 escaños en la Asamblea, que ni siquiera son diputados de Bukele, esto significa que Bukele tendrá que mostrar sus habilidades de negociación política con los partidos de oposición para lograr consensos y mantener una buena relación con su partido político. Asimismo, Bukele debe tomar en cuenta que las próximas elecciones legislativas son hasta el 2021, oportunidad que se abre para el partido GANA de aumentar los escaños en la Asamblea. GANA recibirá considerables fondos del Estado por cada voto obtenido en las elecciones, lo que le va a permitir al partido tener una renovación política de cara a las próximas elecciones legislativas.

Queda por ver las relaciones entre Bukele y su partido político y si se dejará asesorar por su partido, o si integrará su gabinete con propuestas del partido. Bukele ha demostrado ya que es un personaje que no acepta órdenes, pero ya estando como Presidente de El Salvador necesita de su partido político por diversas razones.