El uso de edulcorantes no calórico para la elaboración de alimentos y bebidas se ha ido incrementando cada vez.

Su sabor dulce sin el aporte calórico del azúcar, permite ofrecer a la población opciones de productos para el cuidado de la ingesta de calorías.

Actualmente los edulcorantes no calóricos disponibles en el mercado han sido evaluados por el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), un comité científico internacional responsable de analizar los diferentes aditivos alimentarios, así como certificar su seguridad para el consumo humano. En el caso específico de los edulcorantes bajos en calorías o no calóricos, la evaluación se basa en toda la evidencia clínica disponible.

En los últimos años ha surgido preocupación sobre el posible impacto que estos ingredientes pudieran tener en la microbiota intestinal, de cuyo equilibrio depende la nutrición, el correcto crecimiento corporal y el desarrollo del sistema inmunológico.

Científicos de la Universidad de Granada, España, han confirmado que el consumo de edulcorantes no calóricos no tiene ningún efecto adverso sobre dicho microbiota.

Ángel Gil Hernández, profesor de bioquímica y biología molecular explicó que los edulcorantes no afectan la microbiota intestinal cuando se consumen de acuerdo con los índices de ingesta establecidos.

“Las cantidades de edulcorantes que las personas ingieren en la actualidad están muy por debajo de los límites recomendados, por lo tanto, su consumo es seguro”, indicó Gil Hernández.

Autoridades como la Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) o la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), entre otras, se encargan de establecer el índice de Ingesta Diaria Aceptable de dichos edulcorantes, a fin de que su consumo sea 100% seguro para la salud. De esta forma, según los expertos, las personas que los utilizan como sustitutos del azúcar pueden sentirse tranquilas y utilizarlos como herramienta adicional para cuidar su consumo calórico.

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