Luis Fernando Pérez salió del ojo público en septiembre del 2015 cuando los resultados de la contienda electoral lo dejaron en el 13avo. lugar. Los 41 mil 964 votos fueron suficientes para cancelar al Partido Republicano Institucional (PRI), agrupación que promovía su candidatura presidencial.
Pero aunque su nombre no volvió a figurar en los medios de comunicación, continuó activo en las dependencias públicas, pero en actividades ilegales, según el Ministerio Público (MP), que lo vincula a una estructura criminal que saqueó al Ministerio de Salud.
Pérez, junto con Saraí Villavicencio, hija del exministro de Jorge Villavicencio, orquestaron una estructura para saquear la cartera.
TE PUEDE INTERESAR: Así fue el asalto al Ministerio de Salud.
Se presume que los montos superan los Q50 millones.
La estructura se concentró en:
- El cobro de comisiones ilícitas por la construcción y remozamiento de hospitales y centros de salud.
- El cobro de comisiones ilícitas por la adquisición de bienes y servicios.
- La contratación de 450 plazas (a través de modalidades de favores políticos, pagos mensuales y plazas fantasmas).
Pérez, Villavicencio y su hija se encuentran prófugos de la justicia. Durante los allanamientos de este martes, no fueron ubicados en su residencia en Mixco.
A quien sí capturaron fue a su hermano Rolando, propietario de una empresa de publicidad que también se habría beneficiado de los negocios ilícitos.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Los diputados señalados en el caso de corrupción.
El político
En 1999 Luis Fernando Pérez ganó una curul con el Frente Republicano Guatemalteco (FRG).
Al asumir la presidencia Alfonso Portillo pidió permiso para ausentarse del Congreso y asumir como viceministro de finanzas.
Al terminar el gobierno, la agrupación le aseguró la reelección. Pérez solía tener protagonismo en el hemiciclo. Su activa participación le permitió presidir la Comisión de Derechos Humanos y ser el representante del Congreso ante la Junta Monetaria.
Cuando el FRG perdió el caudal político y el nombre de la organización estaba desgastado, tomó el control y optó por cambiarlo a Partido Republicano Institucional (PRI), agrupación con la que buscó la presidencia en 2015, pero al no lograr el 5 por ciento de los votos, fue cancelado.
Ahora Pérez vuelve a figurar, pero por un caso de corrupción que lo señala de asociación ilícita, tráfico de influencias, lavado de dinero y cohecho activo.
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