Con el proceso electoral concluido, el TSE realiza las auditorías sobre los informes financieros de las agrupaciones políticas.
La campaña electoral comenzó el 18 de marzo y concluyó 36 horas antes del días de las elecciones de primera vuelta, y 36 horas antes del 11 de agosto, cuando fue la segunda elección.
La Unidad Especializada de Control y Fiscalización de las Finanzas de los Partidos Políticos comenzó una campaña para que las personas o empresas que aportaron a las campañas políticas se registren.
Con las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), quienes aporten recursos dinerarios o no dinerarios, deben habilitar libros de contabilidad.
La Unidad sólo tiene registrados cuatro mil 300 libros, según Giovanni Rodríguez, director de esa dependencia del Tribunal Supremo Electoral.
La campaña pretende que los aportantes de efectivo o artículos en especie como combustible, alimentos, o cualquier otro insumo, estén registrados en los libros de cada aportante.
Las consecuencias
Las reformas a la LEPP establecieron que la responsabilidad sobre el financiamiento que no esté registrado recae sobre los secretarios municipales y las personas que lo entregan.
Cuando la Unidad realice las auditorías y verifique que los financistas de los partidos no tengan libros habilitados, procederán las acciones legales.
La ley contempla penas por financiar partidos y no registrarlo.
Las elecciones
El proceso electoral aún no ha terminado, ya que el TSE debe publicar un acuerdo donde den por finalizadas las elecciones.
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