El presidente de Ecuador puso en marcha un plan de reducción de gastos que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y ahora tiene en crisis al país.
La decisión con más rechazo en Ecuador fue retirarle el subsidio al diésel y combustibles de bajo octanaje.
El mandatario dijo este jueves que “bajo ninguna circunstancia” dará marcha atrás a la medida.
Esta situación ha generado una paralización de varios servicios de transporte privados y enfrentamientos de manifestantes con policías.
Moreno afirmó que el país ya no puede subsidiar los carburantes por problemas de liquidez. Los precios ahora serán fijados por los valores internacionales.
El galón de diésel pasaría de US$1.03 a US$2.27 y la gasolina regular de US$1.85 a US$2.30. El ahorro del gobierno sería de US$1 mil 546 millones al año.
El gremio de transporte tiene paralizadas sus actividades, solo el transporte municipal está funcionando, y pocos buses que van al área metropolitana de la ciudad.
Organizaciones indígenas también han anunciado medidas contra las decisiones gubernamentales y hasta una huelga nacional.
El acuerdo con el FMI
El FMI le puso como condición a Ecuador comenzar reformas a la legislación a cambio de continuar con desembolsos de financiamiento por US$4 mil 200 millones de préstamos sin interés.
Otra acción anunciada para reducir el gasto, fue abandonar la Organización de Países Exportadores de Petróleo a partir de enero.
Moreno también anunció una reforma laboral que avanza en la Asamblea Nacional y que podrían aprobar en 30 días.
Más controversia
El sector laboral ha mostrado la mayor oposición a la reducción de 15 días de las vacaciones de los empleados de las instituciones públicas.
Moreno dijo que la remuneración de superior a la que reciben el resto de empleados de entidades públicas.
El Ministerio de Finanzas aclaró que la reducción de vacaciones no tiene un efecto fiscal, pero sí de productividad, porque los ecuatorianos tendrán más accesos a servicios.
Sin embargo, las reformas incluyen la reducción del salario máximo en contratos temporales o nombramientos.
“Bajo ninguna circunstancia vamos a cambiar la medida. Que se oiga bien, no voy a cambiar la medida. Que quede claro, se eliminó el subsidio, se acabó la zanganería”, asegura el presidente Moreno este jueves en Guayaquil.
El presidente de Ecuador puso en marcha un plan de reducción de gastos que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y ahora tiene en crisis al país.
La decisión con más rechazo en Ecuador fue retirarle el subsidio al diésel y combustibles de bajo octanaje.
El mandatario dijo este jueves que “bajo ninguna circunstancia” dará marcha atrás a la medida.
Esta situación ha generado una paralización de varios servicios de transporte privados y enfrentamientos de manifestantes con policías.
Moreno afirmó que el país ya no puede subsidiar los carburantes por problemas de liquidez. Los precios ahora serán fijados por los valores internacionales.
El galón de diésel pasaría de US$1.03 a US$2.27 y la gasolina regular de US$1.85 a US$2.30. El ahorro del gobierno sería de US$1 mil 546 millones al año.
El gremio de transporte tiene paralizadas sus actividades, solo el transporte municipal está funcionando, y pocos buses que van al área metropolitana de la ciudad.
Organizaciones indígenas también han anunciado medidas contra las decisiones gubernamentales y hasta una huelga nacional.
El acuerdo con el FMI
El FMI le puso como condición a Ecuador comenzar reformas a la legislación a cambio de continuar con desembolsos de financiamiento por US$4 mil 200 millones de préstamos sin interés.
Otra acción anunciada para reducir el gasto, fue abandonar la Organización de Países Exportadores de Petróleo a partir de enero.
Moreno también anunció una reforma laboral que avanza en la Asamblea Nacional y que podrían aprobar en 30 días.
Más controversia
El sector laboral ha mostrado la mayor oposición a la reducción de 15 días de las vacaciones de los empleados de las instituciones públicas.
Moreno dijo que la remuneración de superior a la que reciben el resto de empleados de entidades públicas.
El Ministerio de Finanzas aclaró que la reducción de vacaciones no tiene un efecto fiscal, pero sí de productividad, porque los ecuatorianos tendrán más accesos a servicios.
Sin embargo, las reformas incluyen la reducción del salario máximo en contratos temporales o nombramientos.
“Bajo ninguna circunstancia vamos a cambiar la medida. Que se oiga bien, no voy a cambiar la medida. Que quede claro, se eliminó el subsidio, se acabó la zanganería”, asegura el presidente Moreno este jueves en Guayaquil.