“Hijo, sácame de acá, me contagié y estoy muy grave”, fueron las palabras de angustia de un ingeniero que vivió un calvario que terminó este miércoles 22 de abril, cuando murió víctima del coronavirus Covid-19.
El profesional era de El Salvador y se dedicaba a las ventas. Su último viaje fue a Guatemala. Se encontraba en el país cuando Nayib Bukele ordenó cerrar las fronteras y enviar a cuarentena a todo los que retornaban a suelo salvadoreño.
El ingeniero intentó evitar que lo trasladaran a los albergues habilitados por El Salvador para todos los que llegan del exterior. No lo consiguió.
Su familia ahora asegura que el profesional se encontraba en buen estado de salud y que de la enfermedad no se contagió en Guatemala, sino en el albergue.
“Era muy atlético, jugó bastante basquetbol y squash, y siempre gozó de tener buena salud”, le dijo la familia a El Diario de Hoy de El Salvador.
El ingeniero tenía 67 años y 30 años de laborar en una empresa que comercializa acero y hierro.
Sus seres queridos se han comunicado con las pocas personas con las que se reunió durante dos días en Guatemala, pero ninguno ha dado positivo del virus.
La llamada pidiendo auxilio la recibió su familia el martes 25 de marzo a la una de la madrugada. A uno de sus hijos le dijo que necesitaba atención médica porque estaba enfermo su “estado de salud era deplorable”.
“Nunca lo tomaron en serio”, dice su familia
El ingeniero que convirtió en la octava víctima del coronavirus Covid-19 en El Salvador, vivió una pesadilla desde que intentó volver a su país.
Llegó el 13 de marzo y en medio de la confusión registrada en el aeropuerto, contó a sus hijos que “todo era un desorden”
Luego de cinco horas de espera fue enviado a la cuarentena a uno de los albergues habilitados para quienes volvía del extranjero.
En el lugar había personas de todas las edades que regresaron de Europa, Estados Unidos y Sudamérica.
“Nos dijo que las condiciones eran insalubres. Había niños, mujeres y personas de la tercera edad propensas a adquirir el Covid-19 u otra enfermedad”, le dijo un familiar al periodista Oscar Iraheta.
El profesional estuvo en el albergue hasta el domingo 22 de marzo. “Durante esos días, comenzó con los padecimientos de tos, gripe y diarrea. Pidió ayuda médica, pero debido a la cantidad de personas y el poco personal médico”, no recibió atención, relata el periodista.
“Nunca lo tomaron en serio, lo tomaron como un resfriado. Era grave. No le dieron atención médica como debía”, dijo un pariente.
Pero con todo y sus padecimiento no fue enviado a un hospital. Lo trasladaron a un hostal donde permaneció durante dos días.
Sin embargo, su situación se complicó y el 24 de marzo lo llevaron al Hospital Saldaña. Ahí recibió atención médica y tuvo días de mejoría y recaídas.
Por fin confirmó su mayor temor. El 29 de marzo dio positivo al Covid-19. Empeoró y fue cuando pidió a sus hijos ayuda porque requería cuidados intensivos.
Su familia asegura que llamó una y otra vez y nunca atendieron su petición. El viernes 3 de abril fue la última ocasión que tuvieron noticias del ingeniero.
Las autoridades lo trasladaron al hospital del Instituto Salvadoreño del Seguro Social de Amatepec.
Luego se enteraron que lo llevaron al hospital San Rafael donde murió el miércoles 22 de abril. Este jueves lo sepultaron en un cementerio privado, en medio del dolor y rechazo de la familia que considera que no recibió la atención adecuada.
Fiscalía investiga muerte de otro ingeniero
La Fiscalía de El Salvador ya investiga el caso de otro ingeniero que habría fallecido por coronavirus en circunstancias que todavía no se han aclarado.
El profesional murió luego de permanecer 19 días en un albergue cuando regresó a El Salvador procedente de Panamá.
La esposa del ingeniero fallecido presentó una denuncia porque considera que no le dieron la atención médica adecuada. La Fiscalía General de la República inició la investigación.
El Ministerio de Salud asegura que el paciente murió por un padecimiento prostático e infección en las vías urinarias, lo que le causó un paro respiratorio.
“Hijo, sácame de acá, me contagié y estoy muy grave”, fueron las palabras de angustia de un ingeniero que vivió un calvario que terminó este miércoles 22 de abril, cuando murió víctima del coronavirus Covid-19.
El profesional era de El Salvador y se dedicaba a las ventas. Su último viaje fue a Guatemala. Se encontraba en el país cuando Nayib Bukele ordenó cerrar las fronteras y enviar a cuarentena a todo los que retornaban a suelo salvadoreño.
El ingeniero intentó evitar que lo trasladaran a los albergues habilitados por El Salvador para todos los que llegan del exterior. No lo consiguió.
Su familia ahora asegura que el profesional se encontraba en buen estado de salud y que de la enfermedad no se contagió en Guatemala, sino en el albergue.
“Era muy atlético, jugó bastante basquetbol y squash, y siempre gozó de tener buena salud”, le dijo la familia a El Diario de Hoy de El Salvador.
El ingeniero tenía 67 años y 30 años de laborar en una empresa que comercializa acero y hierro.
Sus seres queridos se han comunicado con las pocas personas con las que se reunió durante dos días en Guatemala, pero ninguno ha dado positivo del virus.
La llamada pidiendo auxilio la recibió su familia el martes 25 de marzo a la una de la madrugada. A uno de sus hijos le dijo que necesitaba atención médica porque estaba enfermo su “estado de salud era deplorable”.
“Nunca lo tomaron en serio”, dice su familia
El ingeniero que convirtió en la octava víctima del coronavirus Covid-19 en El Salvador, vivió una pesadilla desde que intentó volver a su país.
Llegó el 13 de marzo y en medio de la confusión registrada en el aeropuerto, contó a sus hijos que “todo era un desorden”
Luego de cinco horas de espera fue enviado a la cuarentena a uno de los albergues habilitados para quienes volvía del extranjero.
En el lugar había personas de todas las edades que regresaron de Europa, Estados Unidos y Sudamérica.
“Nos dijo que las condiciones eran insalubres. Había niños, mujeres y personas de la tercera edad propensas a adquirir el Covid-19 u otra enfermedad”, le dijo un familiar al periodista Oscar Iraheta.
El profesional estuvo en el albergue hasta el domingo 22 de marzo. “Durante esos días, comenzó con los padecimientos de tos, gripe y diarrea. Pidió ayuda médica, pero debido a la cantidad de personas y el poco personal médico”, no recibió atención, relata el periodista.
“Nunca lo tomaron en serio, lo tomaron como un resfriado. Era grave. No le dieron atención médica como debía”, dijo un pariente.
Pero con todo y sus padecimiento no fue enviado a un hospital. Lo trasladaron a un hostal donde permaneció durante dos días.
Sin embargo, su situación se complicó y el 24 de marzo lo llevaron al Hospital Saldaña. Ahí recibió atención médica y tuvo días de mejoría y recaídas.
Por fin confirmó su mayor temor. El 29 de marzo dio positivo al Covid-19. Empeoró y fue cuando pidió a sus hijos ayuda porque requería cuidados intensivos.
Su familia asegura que llamó una y otra vez y nunca atendieron su petición. El viernes 3 de abril fue la última ocasión que tuvieron noticias del ingeniero.
Las autoridades lo trasladaron al hospital del Instituto Salvadoreño del Seguro Social de Amatepec.
Luego se enteraron que lo llevaron al hospital San Rafael donde murió el miércoles 22 de abril. Este jueves lo sepultaron en un cementerio privado, en medio del dolor y rechazo de la familia que considera que no recibió la atención adecuada.
Fiscalía investiga muerte de otro ingeniero
La Fiscalía de El Salvador ya investiga el caso de otro ingeniero que habría fallecido por coronavirus en circunstancias que todavía no se han aclarado.
El profesional murió luego de permanecer 19 días en un albergue cuando regresó a El Salvador procedente de Panamá.
La esposa del ingeniero fallecido presentó una denuncia porque considera que no le dieron la atención médica adecuada. La Fiscalía General de la República inició la investigación.
El Ministerio de Salud asegura que el paciente murió por un padecimiento prostático e infección en las vías urinarias, lo que le causó un paro respiratorio.