En Guatemala, el Ingenio Magdalena está ganando reconocimiento por sus acciones contra el nuevo coronavirus. A la fecha el ingenio ha recuperado a más de 450 trabajadores, de 525 contagiados, y no registra ningún deceso.
Las pandemias han existido a lo largo de la historia de la humanidad. Sin embargo, nadie imaginaba que en pleno 2020 un tercio del planeta se enfrentaría a una enfermedad como el covid-19.
Un virus que no se detiene frente a nada, que no respeta ideologías, tan poco clases sociales, ni religiones. Un virus que ha generado una situación de la cual aún estamos aprendiendo.
Una tierra dulce a la que llegó el covid-19
A partir de 1983 el Ingenio Magdalena se ha consolidado como un grupo agroindustrial de origen guatemalteco. Además, es una industria que genera durante la época de zafra, más de 17 mil 500 puestos de trabajo y que cuenta con más de 5 mil 500 colaboradores en un período normal.
En la actualidad es uno de los ingenios azucareros más grandes en el mundo, siendo el mayor en Guatemala y el cuarto más grande a nivel mundial.
No obstante, a pesar de ser una empresa exitosa, el Ingenio Magdalena, también sufrió los efectos del coronavirus.
El pasado 13 de marzo el Gobierno hizo público el primer caso de covid-19 en el país. La noticia sirvió para que de inmediato el Comité de Emergencia del ingenio activara los protocolos establecidos.
Pero pese a las medidas adoptadas, algunos de sus trabajadores resultaron contagiados y conforme avanzaban los días, los casos se incrementaban.
El inicio de la batalla
Ingenio Magdalena siempre ha velado por la calidad de vida de sus colaboradores, sus familias y las comunidades vecinas.
“En el camino nos pasó algo interesante. Algo que cambió el destino del ingenio. Mi papá murió en 1991 y al frente de la empresa quedó mi mamá”, contó Jorge Leal durante un conversación con República.
Desde entonces el Ingenio Magdalena se convirtió en una empresa que percibe utilidades, pero que también reconoce el valor humano.
“Tenemos básicamente tres reglas de trabajo. El equipo de colaboradores es prioridad, estamos siempre temprano y nos enorgullece hacer las cosas bien”, comentó Leal.
Para enfrentar la crisis, Ingenio Magdalena, puso en práctica sus tres valores: honestidad, humildad y pasión por los logros.
“Sembramos honestidad, humildad y pasión por los logros para cosechar mejores personas”, indicó.
La lucha contra la enfermedad
“¿Cómo nos puso a prueba el coronavirus?, nos golpeó donde más nos duele. Nos entristeció ver a las personas que queremos sufrir por esta enfermedad o por la muerte de algún familiar”, expresó Jorge Leal.
A partir de marzo la directiva del Ingenio Magdalena empezó a tener contacto con expertos en salud de talla internacional.
La empresa se comunicó con médicos de Brasil, Costa Rica, Ecuador, España e inclusive de Estados Unidos, entre otros países. Además, contó con el apoyo del médico guatemalteco Pedro Villanueva.
De acuerdo con Jorge Leal, la empresa se preparó y con ayuda del Comité de Emergencia del ingenio, se analizaron los medicamentos utilizados en otros países para frenar la enfermedad. También se investigó todo lo referente al coronavirus.
Una decisión valiente
El primer caso de coronavirus en el ingenio se registró alrededor del 20 de mayo. Para la atención del paciente la empresa buscó el apoyo del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
Pero la escasez de pruebas para detectar casos y la falta de insumos en el sistema de salud, motivó al ingenio a cambiar la mecánica.
Los siete médicos del ingenio junto con un equipo técnico, decidieron enfrentar la batalla. Una situación que al principio fue difícil.
“Ha sido un desafío”, comentó Carlos Alberto Beteta, Jefe de Servicios Médicos de la Clínica Central del ingenio.
“La velocidad en el incremento del número de pacientes detonó medidas urgentes para equilibrar la capacidad de atención en la clínica”, agregó.
Uno de los retos del ingenio fue conseguir los medicamentos para el tratamiento de la enfermedad. A la fecha el ingenio ha logrado la recuperación de más de 450 trabajadores contagiados.
“Iniciamos con pruebas de sangre. Eso nos sirvió para detectar más colaboradores infectados y descubrir los focos de contagio. Ya en el mes de junio, el ingenio adquirió pruebas de antígeno”, indicó Beteta.
Las armas para la batalla
Para luchar contra el coronavirus, el Ingenio Magdalena utiliza cinco medicamento proporcionados a cada colaborador contagiado de manera gratuita.
- Ivermectina de 6 miligramos, una tableta cada 12 horas durante 3 días.
- Ibuprofeno de 600 miligramos, una tableta cada 8 horas por fiebre o dolor.
- Mediflu, es un jarabe. Una cucharada cada 12 horas durante el proceso de tos.
- Azitromicina, de 500 miligramos, una tableta cada 24 horas por 5 días.
- Zinc, una tableta diaria por 10 días.
Pero algo fundamental para la recuperación de las personas contagiadas ha sido el apoyo y el cariño por parte de la empresa. También el buen trato y el acompañamiento que tanto personal médico como administrativo del Ingenio Magdalena le ha dado a cada paciente.
Agradecidos de corazón con el ingenio
Cuando en la vida llegan las grandes batallas, hay personas que se aferran a la fe espiritual y cuando las ganan, reconocen la ayuda de los demás. En esto coinciden los colaboradores del Ingenio Magdalena contagiados de coronavirus.
Un corazón agradecido vale mucho y ellos están cien por ciento agradecidos con las atenciones de la empresa.
“El ingenio me apoyó con la prueba del hisopado. Me dio medicamentos, además, de un seguimiento diario, vía teléfono”, afirmó Silvia Zuchini, coordinadora de Logística de Materiales.
Para ella, al igual que para Saydé Yohana Suquen, jefe de Recursos Humanos del ingenio, fue difícil enterarse que tenían coronavirus.
Saydé dijo que la noticia fue impactante para ella, en su caso era una situación que veía venir. Sin embargo, gracias al apoyo que recibió del ingenio, logró enfrentar la enfermedad.
Mientras que Abel Enrique Mateo Calel, supervisor de Taller y Eddy Rolando Payes, del área de Administración Financiera de Trabajo de Campo Agrícola, también expresaron su agradecimiento, cariño y respeto hacia el ingenio.
Una empresa llena de virtudes
Sin duda, el ingenio se ha convertido en un ejemplo a seguir para muchas empresas en la lucha contra el coronavirus.
La actual pandemia del covid-19 ha traído grandes retos para las empresas, debido a que sus oficinas o espacios laborales puede representar focos de infección. Sin embargo, Ingenio Magdalena, cuenta con todos los protocolos y medidas necesarias para el bienestar de sus trabajadores.
En Guatemala, el Ingenio Magdalena está ganando reconocimiento por sus acciones contra el nuevo coronavirus. A la fecha el ingenio ha recuperado a más de 450 trabajadores, de 525 contagiados, y no registra ningún deceso.
Las pandemias han existido a lo largo de la historia de la humanidad. Sin embargo, nadie imaginaba que en pleno 2020 un tercio del planeta se enfrentaría a una enfermedad como el covid-19.
Un virus que no se detiene frente a nada, que no respeta ideologías, tan poco clases sociales, ni religiones. Un virus que ha generado una situación de la cual aún estamos aprendiendo.
Una tierra dulce a la que llegó el covid-19
A partir de 1983 el Ingenio Magdalena se ha consolidado como un grupo agroindustrial de origen guatemalteco. Además, es una industria que genera durante la época de zafra, más de 17 mil 500 puestos de trabajo y que cuenta con más de 5 mil 500 colaboradores en un período normal.
En la actualidad es uno de los ingenios azucareros más grandes en el mundo, siendo el mayor en Guatemala y el cuarto más grande a nivel mundial.
No obstante, a pesar de ser una empresa exitosa, el Ingenio Magdalena, también sufrió los efectos del coronavirus.
El pasado 13 de marzo el Gobierno hizo público el primer caso de covid-19 en el país. La noticia sirvió para que de inmediato el Comité de Emergencia del ingenio activara los protocolos establecidos.
Pero pese a las medidas adoptadas, algunos de sus trabajadores resultaron contagiados y conforme avanzaban los días, los casos se incrementaban.
El inicio de la batalla
Ingenio Magdalena siempre ha velado por la calidad de vida de sus colaboradores, sus familias y las comunidades vecinas.
“En el camino nos pasó algo interesante. Algo que cambió el destino del ingenio. Mi papá murió en 1991 y al frente de la empresa quedó mi mamá”, contó Jorge Leal durante un conversación con República.
Desde entonces el Ingenio Magdalena se convirtió en una empresa que percibe utilidades, pero que también reconoce el valor humano.
“Tenemos básicamente tres reglas de trabajo. El equipo de colaboradores es prioridad, estamos siempre temprano y nos enorgullece hacer las cosas bien”, comentó Leal.
Para enfrentar la crisis, Ingenio Magdalena, puso en práctica sus tres valores: honestidad, humildad y pasión por los logros.
“Sembramos honestidad, humildad y pasión por los logros para cosechar mejores personas”, indicó.
La lucha contra la enfermedad
“¿Cómo nos puso a prueba el coronavirus?, nos golpeó donde más nos duele. Nos entristeció ver a las personas que queremos sufrir por esta enfermedad o por la muerte de algún familiar”, expresó Jorge Leal.
A partir de marzo la directiva del Ingenio Magdalena empezó a tener contacto con expertos en salud de talla internacional.
La empresa se comunicó con médicos de Brasil, Costa Rica, Ecuador, España e inclusive de Estados Unidos, entre otros países. Además, contó con el apoyo del médico guatemalteco Pedro Villanueva.
De acuerdo con Jorge Leal, la empresa se preparó y con ayuda del Comité de Emergencia del ingenio, se analizaron los medicamentos utilizados en otros países para frenar la enfermedad. También se investigó todo lo referente al coronavirus.
Una decisión valiente
El primer caso de coronavirus en el ingenio se registró alrededor del 20 de mayo. Para la atención del paciente la empresa buscó el apoyo del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
Pero la escasez de pruebas para detectar casos y la falta de insumos en el sistema de salud, motivó al ingenio a cambiar la mecánica.
Los siete médicos del ingenio junto con un equipo técnico, decidieron enfrentar la batalla. Una situación que al principio fue difícil.
“Ha sido un desafío”, comentó Carlos Alberto Beteta, Jefe de Servicios Médicos de la Clínica Central del ingenio.
“La velocidad en el incremento del número de pacientes detonó medidas urgentes para equilibrar la capacidad de atención en la clínica”, agregó.
Uno de los retos del ingenio fue conseguir los medicamentos para el tratamiento de la enfermedad. A la fecha el ingenio ha logrado la recuperación de más de 450 trabajadores contagiados.
“Iniciamos con pruebas de sangre. Eso nos sirvió para detectar más colaboradores infectados y descubrir los focos de contagio. Ya en el mes de junio, el ingenio adquirió pruebas de antígeno”, indicó Beteta.
Las armas para la batalla
Para luchar contra el coronavirus, el Ingenio Magdalena utiliza cinco medicamento proporcionados a cada colaborador contagiado de manera gratuita.
- Ivermectina de 6 miligramos, una tableta cada 12 horas durante 3 días.
- Ibuprofeno de 600 miligramos, una tableta cada 8 horas por fiebre o dolor.
- Mediflu, es un jarabe. Una cucharada cada 12 horas durante el proceso de tos.
- Azitromicina, de 500 miligramos, una tableta cada 24 horas por 5 días.
- Zinc, una tableta diaria por 10 días.
Pero algo fundamental para la recuperación de las personas contagiadas ha sido el apoyo y el cariño por parte de la empresa. También el buen trato y el acompañamiento que tanto personal médico como administrativo del Ingenio Magdalena le ha dado a cada paciente.
Agradecidos de corazón con el ingenio
Cuando en la vida llegan las grandes batallas, hay personas que se aferran a la fe espiritual y cuando las ganan, reconocen la ayuda de los demás. En esto coinciden los colaboradores del Ingenio Magdalena contagiados de coronavirus.
Un corazón agradecido vale mucho y ellos están cien por ciento agradecidos con las atenciones de la empresa.
“El ingenio me apoyó con la prueba del hisopado. Me dio medicamentos, además, de un seguimiento diario, vía teléfono”, afirmó Silvia Zuchini, coordinadora de Logística de Materiales.
Para ella, al igual que para Saydé Yohana Suquen, jefe de Recursos Humanos del ingenio, fue difícil enterarse que tenían coronavirus.
Saydé dijo que la noticia fue impactante para ella, en su caso era una situación que veía venir. Sin embargo, gracias al apoyo que recibió del ingenio, logró enfrentar la enfermedad.
Mientras que Abel Enrique Mateo Calel, supervisor de Taller y Eddy Rolando Payes, del área de Administración Financiera de Trabajo de Campo Agrícola, también expresaron su agradecimiento, cariño y respeto hacia el ingenio.
Una empresa llena de virtudes
Sin duda, el ingenio se ha convertido en un ejemplo a seguir para muchas empresas en la lucha contra el coronavirus.
La actual pandemia del covid-19 ha traído grandes retos para las empresas, debido a que sus oficinas o espacios laborales puede representar focos de infección. Sin embargo, Ingenio Magdalena, cuenta con todos los protocolos y medidas necesarias para el bienestar de sus trabajadores.