El punteo del tablero de alertas sanitarias arroja que este jueves 1 de octubre el municipio de Guatemala está en color naranja, lo que implicaría algunas flexibilizaciones relacionadas con el aforo.
La actualización del sistema de alertas de covid-19 se aplica hasta el próximo sábado 3 de septiembre cuando concluyen las dos semanas epidemiológicas. Esto sirve para determinar la fase en la que se encuentra cada municipio y cómo deben comportarse sus habitantes.
Rodolfo Mendoza, director de Diestra, explica que es muy posible que en la próxima actualización el municipio de Guatemala pase de color rojo al anaranjado.
Según el analista, cambia sobre todo en el aforo para la realización de las actividades culturales, sociales, religiosas y deportivas.
“Mientras que alerta rojo el aforo es de 1 persona cada 10 metros cuadrados, en alerta anaranjada es de 1 cada 6 metros cuadrados”.
Rodolfo Mendoza, director ejecutivo de Diestra.
Lo mismo aplica para restaurantes en áreas cerradas o sus similares.
En cuanto al transporte, industria, construcción y el sector agropecuario seguirían con las mismas restricciones.
Salud debe hacer más pruebas
Mendoza hace ver que el municipio de Guatemala reporta a partir del 22 de septiembre un ascenso de casos, sin embargo, lo paradójico es que es probable el cambio de color.
Los últimos ocho días promedia 110 casos y los ocho días previos 83 contagios.
La razón es que la positividad descendió a un 20 por ciento y en lugar de tener tres puntos, hoy puntea con dos.
Mientras que en la cantidad de pruebas, el municipio está en 1.5 puntos y por pasar a tener 1 punto, dando un puntaje total de 7.5. “Si este jueves y viernes se realizan 800 test cada día, podría llegar 7”, agrega Mendoza.
No es por el semáforo
Así se evidencia que el semáforo no depende de la cantidad de casos, sino de la cantidad de pruebas. “Es decir si más personas se acercan a los laboratorios porque se sienten mal y el número de pruebas aumenta, pasamos a la baja”, comenta.
Por ello el experto insta al Ministerio de Salud a realizar pruebas no sólo a quienes se acercan a un laboratorio, sino apostarle al rastreo de contactos, para elevar el tamizaje y a la vez identificar a los asintomáticos.
El punteo del tablero de alertas sanitarias arroja que este jueves 1 de octubre el municipio de Guatemala está en color naranja, lo que implicaría algunas flexibilizaciones relacionadas con el aforo.
La actualización del sistema de alertas de covid-19 se aplica hasta el próximo sábado 3 de septiembre cuando concluyen las dos semanas epidemiológicas. Esto sirve para determinar la fase en la que se encuentra cada municipio y cómo deben comportarse sus habitantes.
Rodolfo Mendoza, director de Diestra, explica que es muy posible que en la próxima actualización el municipio de Guatemala pase de color rojo al anaranjado.
Según el analista, cambia sobre todo en el aforo para la realización de las actividades culturales, sociales, religiosas y deportivas.
“Mientras que alerta rojo el aforo es de 1 persona cada 10 metros cuadrados, en alerta anaranjada es de 1 cada 6 metros cuadrados”.
Rodolfo Mendoza, director ejecutivo de Diestra.
Lo mismo aplica para restaurantes en áreas cerradas o sus similares.
En cuanto al transporte, industria, construcción y el sector agropecuario seguirían con las mismas restricciones.
Salud debe hacer más pruebas
Mendoza hace ver que el municipio de Guatemala reporta a partir del 22 de septiembre un ascenso de casos, sin embargo, lo paradójico es que es probable el cambio de color.
Los últimos ocho días promedia 110 casos y los ocho días previos 83 contagios.
La razón es que la positividad descendió a un 20 por ciento y en lugar de tener tres puntos, hoy puntea con dos.
Mientras que en la cantidad de pruebas, el municipio está en 1.5 puntos y por pasar a tener 1 punto, dando un puntaje total de 7.5. “Si este jueves y viernes se realizan 800 test cada día, podría llegar 7”, agrega Mendoza.
No es por el semáforo
Así se evidencia que el semáforo no depende de la cantidad de casos, sino de la cantidad de pruebas. “Es decir si más personas se acercan a los laboratorios porque se sienten mal y el número de pruebas aumenta, pasamos a la baja”, comenta.
Por ello el experto insta al Ministerio de Salud a realizar pruebas no sólo a quienes se acercan a un laboratorio, sino apostarle al rastreo de contactos, para elevar el tamizaje y a la vez identificar a los asintomáticos.