Fueron 40 los agentes de las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional Civil (FEP) los que se encontraban dentro del Congreso de la República cuando fue vandalizado.
El grupo fue enviado desde la mañana del sábado 21 de noviembre para resguardar el edificio por la manifestación contra el presupuesto, pero lo que hicieron fue apagar el incendio, afirmó el director de la Policía Nacional Civil (PNC), José Tzubán.
Las declaraciones desataron la ironía de los diputados de oposición que lo citaron junto con el ministro de Gobernación, Gendri Reyes: “Ahora son bomberos”, dijeron entre risas.
En el Congreso había 40 agentes
El número de agentes de la fuerza élite de la PNC, lo confirmó el jefe de seguridad del Congreso, Jacobo de León, mientras que Tzubán aseguró que eran 36.
“El protocolo es que estén en un lugar no visible y el parqueo del Congreso era un lugar”, informó.
También indicó que la intervención de las fuerzas de seguridad la dirigía el encargado de la Comisaría 11, Ángel Ernesto Vargas Maldonado.
La declaración hizo que los diputados reafirmaran su hipótesis de que la autoridad permitió el vandalismo. “Es un burdo montaje”, dijo el congresista de la UNE, Óscar Argueta.
El director de la PNC añadió que el daño hubiese sido mayor si se lanzan bombas de adentro hacia afuera. “Cuando vieron el fuego, ayudaron a apagarlo”, explicó.
Tzubán también detalló que en distintos puntos fueron distribuidos 2 mil 68 agentes y sólo en el Congreso 677, divididos en dos grupos, para custodiar las entradas sobre la 8a. y 9a. avenidas.
Gobernación: “Se actuó confome a la ley”
El ministro Reyes no dio detalles de las actuaciones de los policías durante toda la jornada de protestas y de lo que le informó al presidente Alejandro Giammattei.
Insistió en que los protocolos aplicados fueron jerárquicos y apegados a la ley, aunque reconoció que ocurrieron hechos lamentables que ya investiga la Inspectoría de la PNC y el Ministerio Público.
El funcionario optó por no responder cuando se le cuestionó si el fin era proteger los bienes del Estado o a los ciudadanos.
Del posible abuso de la fuerza policial y violación de Derechos Humanos, se limitó a responder que es respetuoso de la ley.
Bernardo Arévalo, de la bancada Semilla, concluyó que es evidente el retroceso de 20 años de la doctrina policial.
Anuncian interpelación
Carlos Barreda, de la UNE, además de anunciar que solicitarán la interpelación de Reyes, también pidió su destitución, lo cual apoyaron los parlamentarios presentes.
“Vamos a agarrar de bandera su destitución”, le advirtió. Esa bancada también pidió a la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) activar la formal investigación del abuso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Al concluir la citación, Reyes afirmó que no renunciará al cargo, lo cual deja en manos del presidente Giammattei.
Fueron 40 los agentes de las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional Civil (FEP) los que se encontraban dentro del Congreso de la República cuando fue vandalizado.
El grupo fue enviado desde la mañana del sábado 21 de noviembre para resguardar el edificio por la manifestación contra el presupuesto, pero lo que hicieron fue apagar el incendio, afirmó el director de la Policía Nacional Civil (PNC), José Tzubán.
Las declaraciones desataron la ironía de los diputados de oposición que lo citaron junto con el ministro de Gobernación, Gendri Reyes: “Ahora son bomberos”, dijeron entre risas.
En el Congreso había 40 agentes
El número de agentes de la fuerza élite de la PNC, lo confirmó el jefe de seguridad del Congreso, Jacobo de León, mientras que Tzubán aseguró que eran 36.
“El protocolo es que estén en un lugar no visible y el parqueo del Congreso era un lugar”, informó.
También indicó que la intervención de las fuerzas de seguridad la dirigía el encargado de la Comisaría 11, Ángel Ernesto Vargas Maldonado.
La declaración hizo que los diputados reafirmaran su hipótesis de que la autoridad permitió el vandalismo. “Es un burdo montaje”, dijo el congresista de la UNE, Óscar Argueta.
El director de la PNC añadió que el daño hubiese sido mayor si se lanzan bombas de adentro hacia afuera. “Cuando vieron el fuego, ayudaron a apagarlo”, explicó.
Tzubán también detalló que en distintos puntos fueron distribuidos 2 mil 68 agentes y sólo en el Congreso 677, divididos en dos grupos, para custodiar las entradas sobre la 8a. y 9a. avenidas.
Gobernación: “Se actuó confome a la ley”
El ministro Reyes no dio detalles de las actuaciones de los policías durante toda la jornada de protestas y de lo que le informó al presidente Alejandro Giammattei.
Insistió en que los protocolos aplicados fueron jerárquicos y apegados a la ley, aunque reconoció que ocurrieron hechos lamentables que ya investiga la Inspectoría de la PNC y el Ministerio Público.
El funcionario optó por no responder cuando se le cuestionó si el fin era proteger los bienes del Estado o a los ciudadanos.
Del posible abuso de la fuerza policial y violación de Derechos Humanos, se limitó a responder que es respetuoso de la ley.
Bernardo Arévalo, de la bancada Semilla, concluyó que es evidente el retroceso de 20 años de la doctrina policial.
Anuncian interpelación
Carlos Barreda, de la UNE, además de anunciar que solicitarán la interpelación de Reyes, también pidió su destitución, lo cual apoyaron los parlamentarios presentes.
“Vamos a agarrar de bandera su destitución”, le advirtió. Esa bancada también pidió a la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) activar la formal investigación del abuso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Al concluir la citación, Reyes afirmó que no renunciará al cargo, lo cual deja en manos del presidente Giammattei.