A lo largo de este año he tenido la oportunidad de leer unos cuántos libros relacionados a las causas y consecuencias de la corrupción, así como también sobre cómo combatirla. Esta de más decir que la información que uno encuentra es bastante interesante y permite comprender un fenómeno que hasta el día de hoy no ha sido estudiado tan a profundidad en nuestro país. Si bien tuvimos uno de los experimentos más emblemáticos de este siglo a nivel mundial con la CICIG, siempre es bueno tener una vista más amplia del problema y de las posibles soluciones.
Haciendo un resumen de lo que he podido aprender, he encontrado que muchos autores resaltan de una forma u otra, las 5 Cs que voy a exponer. Algunos de ellos le dan mayor importancia a un factor sobre otro, mientras que muchos de ellos hablan sobre los mismos conceptos, pero con otros nombres. Estas 5 Cs del combate a la corrupción son: conocimiento, coordinación, compromiso, continuidad y comunicación. Cada uno de estos elementos ha probado ser efectivo en muchos países al momento de lograr una lucha contra la corrupción sostenible y con efectos positivos tanto a corto como a mediano y largo plazo.
El primer factor importante es el conocimiento. Para combatir la corrupción hay que comprender efectivamente dónde y cómo ocurre, así como también trasladar dicha información a la ciudadanía. También se debe educar a la población para que sean conscientes de la calidad de los servicios que deben exigir al Estado, y de cuáles prácticas no son ni legales ni deben ser tolerables. Una ciudadanía mejor informada es una ciudadanía que tomará mejores decisiones.
El segundo factor, la coordinación, es complementario al primero. No basta solamente que las personas o los grupos de interés tengan información, también es necesario que actúen sobre dicha información y lo hagan de forma coordinada. Una sola buena persona que intenta cambiar el sistema probablemente no lo va a lograr, pero si muchas personas tienen el mismo conocimiento y saben que los demás a su alrededor actuarán con base a dicho conocimiento, es más probable que se genere la confianza para actuar de forma coordinada.
El compromiso también es otro factor decisivo al momento de lograr una lucha contra la corrupción efectiva. El liderazgo es muy importante y ha sido un elemento indispensable en la historia de muchos países que han logrado frenar este mal. Un líder o un grupo de personas que lideran esta causa con un compromiso real y confiable ha permitido cambiar las expectativas de las demás personas dentro de la sociedad para dejar de tolerar la corrupción.
Otro factor importante es la continuidad. La lucha contra la corrupción no debe tener una fecha de caducidad, sino que debe ser un esfuerzo genuino y a largo plazo que cambie los comportamientos tanto de la sociedad como del Estado. Ampliar el horizonte temporal de la lucha contra la corrupción permite también modificar las expectativas de todos los involucrados además que permite visualizar de mejor forma los beneficios de dejar de estar involucrado en estas prácticas.
Por último, está la comunicación. Todo lo mencionado previamente debe ser ampliamente comunicado hacia todos los actores involucrados en la lucha contra la corrupción. La comunicación de las normas aceptables de comportamiento, de los avances y mejoras en la provisión de servicios públicos, las denuncias sobre corrupción y la transparencia son elementos esenciales que permiten a todos los miembros de la sociedad comprender que esta es una causa con efectos reales.
Poner en práctica estas 5 Cs no es para nada sencillo ni necesariamente estas 5 Cs son la receta mágica para la lucha contra la corrupción, sin embargo, son un buen inicio para comenzar a tener una discusión más profunda sobre lo que implica combatir este fenómeno. Lo bueno es que ha habido casos de éxito y de fracaso, de los cuáles podemos aprender para adaptar de mejor forma a nuestras circunstancias. El primer paso ya lo dimos: estar de acuerdo en que la corrupción debe ser disminuida urgentemente. El cómo es el siguiente gran paso.
A lo largo de este año he tenido la oportunidad de leer unos cuántos libros relacionados a las causas y consecuencias de la corrupción, así como también sobre cómo combatirla. Esta de más decir que la información que uno encuentra es bastante interesante y permite comprender un fenómeno que hasta el día de hoy no ha sido estudiado tan a profundidad en nuestro país. Si bien tuvimos uno de los experimentos más emblemáticos de este siglo a nivel mundial con la CICIG, siempre es bueno tener una vista más amplia del problema y de las posibles soluciones.
Haciendo un resumen de lo que he podido aprender, he encontrado que muchos autores resaltan de una forma u otra, las 5 Cs que voy a exponer. Algunos de ellos le dan mayor importancia a un factor sobre otro, mientras que muchos de ellos hablan sobre los mismos conceptos, pero con otros nombres. Estas 5 Cs del combate a la corrupción son: conocimiento, coordinación, compromiso, continuidad y comunicación. Cada uno de estos elementos ha probado ser efectivo en muchos países al momento de lograr una lucha contra la corrupción sostenible y con efectos positivos tanto a corto como a mediano y largo plazo.
El primer factor importante es el conocimiento. Para combatir la corrupción hay que comprender efectivamente dónde y cómo ocurre, así como también trasladar dicha información a la ciudadanía. También se debe educar a la población para que sean conscientes de la calidad de los servicios que deben exigir al Estado, y de cuáles prácticas no son ni legales ni deben ser tolerables. Una ciudadanía mejor informada es una ciudadanía que tomará mejores decisiones.
El segundo factor, la coordinación, es complementario al primero. No basta solamente que las personas o los grupos de interés tengan información, también es necesario que actúen sobre dicha información y lo hagan de forma coordinada. Una sola buena persona que intenta cambiar el sistema probablemente no lo va a lograr, pero si muchas personas tienen el mismo conocimiento y saben que los demás a su alrededor actuarán con base a dicho conocimiento, es más probable que se genere la confianza para actuar de forma coordinada.
El compromiso también es otro factor decisivo al momento de lograr una lucha contra la corrupción efectiva. El liderazgo es muy importante y ha sido un elemento indispensable en la historia de muchos países que han logrado frenar este mal. Un líder o un grupo de personas que lideran esta causa con un compromiso real y confiable ha permitido cambiar las expectativas de las demás personas dentro de la sociedad para dejar de tolerar la corrupción.
Otro factor importante es la continuidad. La lucha contra la corrupción no debe tener una fecha de caducidad, sino que debe ser un esfuerzo genuino y a largo plazo que cambie los comportamientos tanto de la sociedad como del Estado. Ampliar el horizonte temporal de la lucha contra la corrupción permite también modificar las expectativas de todos los involucrados además que permite visualizar de mejor forma los beneficios de dejar de estar involucrado en estas prácticas.
Por último, está la comunicación. Todo lo mencionado previamente debe ser ampliamente comunicado hacia todos los actores involucrados en la lucha contra la corrupción. La comunicación de las normas aceptables de comportamiento, de los avances y mejoras en la provisión de servicios públicos, las denuncias sobre corrupción y la transparencia son elementos esenciales que permiten a todos los miembros de la sociedad comprender que esta es una causa con efectos reales.
Poner en práctica estas 5 Cs no es para nada sencillo ni necesariamente estas 5 Cs son la receta mágica para la lucha contra la corrupción, sin embargo, son un buen inicio para comenzar a tener una discusión más profunda sobre lo que implica combatir este fenómeno. Lo bueno es que ha habido casos de éxito y de fracaso, de los cuáles podemos aprender para adaptar de mejor forma a nuestras circunstancias. El primer paso ya lo dimos: estar de acuerdo en que la corrupción debe ser disminuida urgentemente. El cómo es el siguiente gran paso.