Guatemala se enfrenta con la tercera ola de contagios de covid-19 en Semana Santa, con aglomeraciones en las iglesias y miles de personas que este miércoles se dirigen a las playas y centros turísticos del país.
Las largas filas en autobuses y transporte público con dirección hacia la costa sur del país y las filas de automóviles en las salidas de la capital evidencia la decisión de miles de guatemaltecos de salir en busca de puntos turísticos o volver a sus poblados natales.
El Ministerio de Salud estableció que no más de 100 personas pueden estar al mismo tiempo en centros turísticos y parques acuáticos, así como playas o ríos y lagos. No obstante, desde el fin de semana previo al largo asueto es evidente el incumplimiento de restricciones.
Cada año, con excepción de 2020 por el toque de queda aplicado por la pandemia, miles de guatemaltecos viajan masivamente a las playas en el océano Pacífico y Atlántico como parte de las vacaciones de la Semana Santa.
Efervescencia social en Semana Santa
Con 193 mil 834 casos positivos y 6 mil 823 muertes por el covid-19, las autoridades sanitarias del país centroamericano advirtieron el aumento de contagios y saturación hospitalaria, lo que se anticipa como la tercera ola de la enfermedad.
Las disposiciones sanitarias para la contención y prevención del incremento de contagios de la covid-19 han sido rebasadas por la efervescencia social, principalmente en playas y centros de descanso.
La semana pasada, la ministra de Salud, Amelia Flores, aseguró que daría un “voto de confianza” a la población para hacerse “responsable” de cuidarse y subrayó que ir a pasar una Semana Santa con sus familias “puede ser lo peor que podamos hacer en el año”.
El presidente, Alejandro Giammattei, dijo también este martes que si bien los hospitales “no están colapsados”, sí “hay una cantidad de gente que llega tarde a los servicios de salud. Agregó que las personas piensan que es un resfrío y se quedan en casa.
De igual forma el mandatario pidió a la población que “cuando se sientan mal, tengan tos, fiebre, dolor de cuerpo y de garganta, vayan al centro de salud. En estos lugares aseguró que “hay kits de medicamentos para prevenir que se desarrolle la enfermedad y se vuelvan graves”.
De hecho enfatizó que están viendo llegar a la gente tarde a los hospitales. “Tenemos mucha gente con máscaras de oxígeno para poderles mantener con vida”.
Casos en ascenso
Según Lorena Gobern, directora de Epidemiología de Salud, antes de Semana Santa la ocupación hospitalaria en todo el país era del 51 %, “pero va en aumento”. La profesional enfatizó que en algunos departamentos los porcentajes de pacientes moderados y severos continúan al alza.
Gobern precisó que en pacientes severos la ocupación en el departamento de Guatemala alcanzó un 105 %. Mientras que en Retalhuleu, ronda el 300 % la capacidad. En Suchitepéquez, el 200 % y en Quetzaltenango, el 137 %.
Guatemala es el país de Centroamérica con más fallecidos por el covid-19 con casi 7 mil decesos contabilizados en un año de pandemia.
Recientemente un estudio de la organización no gubernamental Laboratorio de Datos calculó un subregistro de muertes. Sitúa la cifra de fallecidos por el virus superior a 15 mil.
Guatemala se enfrenta con la tercera ola de contagios de covid-19 en Semana Santa, con aglomeraciones en las iglesias y miles de personas que este miércoles se dirigen a las playas y centros turísticos del país.
Las largas filas en autobuses y transporte público con dirección hacia la costa sur del país y las filas de automóviles en las salidas de la capital evidencia la decisión de miles de guatemaltecos de salir en busca de puntos turísticos o volver a sus poblados natales.
El Ministerio de Salud estableció que no más de 100 personas pueden estar al mismo tiempo en centros turísticos y parques acuáticos, así como playas o ríos y lagos. No obstante, desde el fin de semana previo al largo asueto es evidente el incumplimiento de restricciones.
Cada año, con excepción de 2020 por el toque de queda aplicado por la pandemia, miles de guatemaltecos viajan masivamente a las playas en el océano Pacífico y Atlántico como parte de las vacaciones de la Semana Santa.
Efervescencia social en Semana Santa
Con 193 mil 834 casos positivos y 6 mil 823 muertes por el covid-19, las autoridades sanitarias del país centroamericano advirtieron el aumento de contagios y saturación hospitalaria, lo que se anticipa como la tercera ola de la enfermedad.
Las disposiciones sanitarias para la contención y prevención del incremento de contagios de la covid-19 han sido rebasadas por la efervescencia social, principalmente en playas y centros de descanso.
La semana pasada, la ministra de Salud, Amelia Flores, aseguró que daría un “voto de confianza” a la población para hacerse “responsable” de cuidarse y subrayó que ir a pasar una Semana Santa con sus familias “puede ser lo peor que podamos hacer en el año”.
El presidente, Alejandro Giammattei, dijo también este martes que si bien los hospitales “no están colapsados”, sí “hay una cantidad de gente que llega tarde a los servicios de salud. Agregó que las personas piensan que es un resfrío y se quedan en casa.
De igual forma el mandatario pidió a la población que “cuando se sientan mal, tengan tos, fiebre, dolor de cuerpo y de garganta, vayan al centro de salud. En estos lugares aseguró que “hay kits de medicamentos para prevenir que se desarrolle la enfermedad y se vuelvan graves”.
De hecho enfatizó que están viendo llegar a la gente tarde a los hospitales. “Tenemos mucha gente con máscaras de oxígeno para poderles mantener con vida”.
Casos en ascenso
Según Lorena Gobern, directora de Epidemiología de Salud, antes de Semana Santa la ocupación hospitalaria en todo el país era del 51 %, “pero va en aumento”. La profesional enfatizó que en algunos departamentos los porcentajes de pacientes moderados y severos continúan al alza.
Gobern precisó que en pacientes severos la ocupación en el departamento de Guatemala alcanzó un 105 %. Mientras que en Retalhuleu, ronda el 300 % la capacidad. En Suchitepéquez, el 200 % y en Quetzaltenango, el 137 %.
Guatemala es el país de Centroamérica con más fallecidos por el covid-19 con casi 7 mil decesos contabilizados en un año de pandemia.
Recientemente un estudio de la organización no gubernamental Laboratorio de Datos calculó un subregistro de muertes. Sitúa la cifra de fallecidos por el virus superior a 15 mil.