Chile, o por lo menos los mercados bursátiles empezaron a resentir la elección del fin de semana. Los resultados electorales dan una amplia victoria a una asamblea dominada por el grupo independiente y de izquierda. Estos funcionarios formularán la nueva Constitución de ese país.
De los 155 miembros para la Convención Constituyente, más de 100 son independientes y de pensamiento de izquierda. El temor es que los cambios a la Carta Magna se orienten contra el libre mercado.
Chile tiene vigente una Constitución promulgada durante el gobierno de Augusto Pinochet. Su modelo económico es citado como ejemplo para el resto de Latinoamérica, pero hay temor de que la situación cambie.
- Deberías leer: Chile se encamina a reemplazar la Constitución de Pinochet
El temor de la Bolsa de Chile
La Bolsa de Santiago acabó la jornada con una caída del 9,3 %. Es el mayor desplome desde que se decretó el estado de alarma por la pandemia en marzo del año pasado.
Mientras que el mercado cambiario también reaccionó con pesimismo. El peso chileno pasó de 700 a 716 unidades por cada dólar, el peor registro de la divisa local en los últimos 11 meses.
Expertos como el director de la Escuela de Negocios Universidad Mayor, Francisco Catañeda, dijeron que “es indudable” que “vienen cambios”.
Que estos suponen “una ventana de oportunidad”, pero “también de riesgo para la economía”. Tanto para los grandes grupos empresariales como para la pequeña y mediana empresa, cuya “financiación se va a encarecer”, añadió Catañeda.
“Posiblemente todo este contexto puede acelerar la salida de capitales. Lo cual obviamente va a afectar la bolsa y al dólar, y va a haber algo más de inflación. Veo una situación económica compleja de aquí a un año, cuando se cierre la constituyente”, expresó.
Castañeda consideró que los resultados de los comicios dejaron a Chile “bajo tensión”.
Agregó que lo esperable es “cierta madurez” en el órgano constituyente para “alcanzar los acuerdos sociales necesarios. Y con ello avanzar en reducir las brechas”, pero manteniendo “la fuerza productiva y empresarial”.
Se vienen cambios
La derecha chilena aspiraba a lograr al menos un tercio de la representación en ese órgano. Porcentaje que le hubiese otorgado capacidad de negociar para contener el alcance de los cambios y poder de veto para impedir que la nueva Ley Fundamental plasme normas opuestas a sus postulados, pero únicamente obtuvo 37 escaños.
Con este desfonde, la pista quedó despejada para que las grandes triunfadoras de las elecciones. Se trata de las candidaturas de los ciudadanos independientes ajenos a partidos políticos, de corte mayoritariamente progresista, puedan dibujar junto a la oposición de izquierdas un modelo de nación que contemple sus preocupaciones, con un fuerte componente de justicia social.
Con sus 48 escaños, los independientes son la primera fuerza de la convención. Tienen la llave para promover los cambios, pero no podrán hacerlo solos, ya que por sí mismos no alcanzan los dos tercios de la representación, proporción necesaria para aprobar cada norma que se quiera incluir en la nueva Constitución.
Las grandes negociaciones para aprobar las disposiciones de la nueva Constitución podrían ser la norma, dada la heterogeneidad de todas las listas que lograron representación, elemento que podría acotar el calado de los cambios.
“Una Constitución no tiene que ser de izquierda, tiene que ser que una Constitución que represente a la mayoría de chilenas y chilenos. Si eso tiene un componente social fuerte, claro que sí”, dijo por ejemplo el abogado Daniel Stingo, candidato de la convención constituyente más votado, que se presentó como independiente, pero en el seno de la lista del partido de izquierdas Revolución Democrática.
La convención comenzará a trabajar entre finales de junio y comienzos de julio próximos y tendrá un máximo de 12 meses para redactar la Constitución, tiempo de debate que transcurrirá bajo la atenta mirada de la ciudadanía y también de los mercados.
Reacciones de expertos luego de elecciones
“La nueva constitución claramente tendrá una orientación a la izquierda. Pueden hacer lo que quieran en la convención ”, dijo el Politólogo chileno Patricio Navia. “La nueva constitución tendrá un precio realmente alto, tendrá muchos derechos nuevos con un costo fiscal mucho más alto”.
Alberto Ramos, economista en Grupo Goldman Sachs Inc., comentó que eso podría significar una mayor deuda y un debilitamiento de las políticas favorables a la inversión si una nueva carta consagra un estado más grande, más intervencionista y una red de seguridad social más grande.
Con información de EFE
Chile, o por lo menos los mercados bursátiles empezaron a resentir la elección del fin de semana. Los resultados electorales dan una amplia victoria a una asamblea dominada por el grupo independiente y de izquierda. Estos funcionarios formularán la nueva Constitución de ese país.
De los 155 miembros para la Convención Constituyente, más de 100 son independientes y de pensamiento de izquierda. El temor es que los cambios a la Carta Magna se orienten contra el libre mercado.
Chile tiene vigente una Constitución promulgada durante el gobierno de Augusto Pinochet. Su modelo económico es citado como ejemplo para el resto de Latinoamérica, pero hay temor de que la situación cambie.
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El temor de la Bolsa de Chile
La Bolsa de Santiago acabó la jornada con una caída del 9,3 %. Es el mayor desplome desde que se decretó el estado de alarma por la pandemia en marzo del año pasado.
Mientras que el mercado cambiario también reaccionó con pesimismo. El peso chileno pasó de 700 a 716 unidades por cada dólar, el peor registro de la divisa local en los últimos 11 meses.
Expertos como el director de la Escuela de Negocios Universidad Mayor, Francisco Catañeda, dijeron que “es indudable” que “vienen cambios”.
Que estos suponen “una ventana de oportunidad”, pero “también de riesgo para la economía”. Tanto para los grandes grupos empresariales como para la pequeña y mediana empresa, cuya “financiación se va a encarecer”, añadió Catañeda.
“Posiblemente todo este contexto puede acelerar la salida de capitales. Lo cual obviamente va a afectar la bolsa y al dólar, y va a haber algo más de inflación. Veo una situación económica compleja de aquí a un año, cuando se cierre la constituyente”, expresó.
Castañeda consideró que los resultados de los comicios dejaron a Chile “bajo tensión”.
Agregó que lo esperable es “cierta madurez” en el órgano constituyente para “alcanzar los acuerdos sociales necesarios. Y con ello avanzar en reducir las brechas”, pero manteniendo “la fuerza productiva y empresarial”.
Se vienen cambios
La derecha chilena aspiraba a lograr al menos un tercio de la representación en ese órgano. Porcentaje que le hubiese otorgado capacidad de negociar para contener el alcance de los cambios y poder de veto para impedir que la nueva Ley Fundamental plasme normas opuestas a sus postulados, pero únicamente obtuvo 37 escaños.
Con este desfonde, la pista quedó despejada para que las grandes triunfadoras de las elecciones. Se trata de las candidaturas de los ciudadanos independientes ajenos a partidos políticos, de corte mayoritariamente progresista, puedan dibujar junto a la oposición de izquierdas un modelo de nación que contemple sus preocupaciones, con un fuerte componente de justicia social.
Con sus 48 escaños, los independientes son la primera fuerza de la convención. Tienen la llave para promover los cambios, pero no podrán hacerlo solos, ya que por sí mismos no alcanzan los dos tercios de la representación, proporción necesaria para aprobar cada norma que se quiera incluir en la nueva Constitución.
Las grandes negociaciones para aprobar las disposiciones de la nueva Constitución podrían ser la norma, dada la heterogeneidad de todas las listas que lograron representación, elemento que podría acotar el calado de los cambios.
“Una Constitución no tiene que ser de izquierda, tiene que ser que una Constitución que represente a la mayoría de chilenas y chilenos. Si eso tiene un componente social fuerte, claro que sí”, dijo por ejemplo el abogado Daniel Stingo, candidato de la convención constituyente más votado, que se presentó como independiente, pero en el seno de la lista del partido de izquierdas Revolución Democrática.
La convención comenzará a trabajar entre finales de junio y comienzos de julio próximos y tendrá un máximo de 12 meses para redactar la Constitución, tiempo de debate que transcurrirá bajo la atenta mirada de la ciudadanía y también de los mercados.
Reacciones de expertos luego de elecciones
“La nueva constitución claramente tendrá una orientación a la izquierda. Pueden hacer lo que quieran en la convención ”, dijo el Politólogo chileno Patricio Navia. “La nueva constitución tendrá un precio realmente alto, tendrá muchos derechos nuevos con un costo fiscal mucho más alto”.
Alberto Ramos, economista en Grupo Goldman Sachs Inc., comentó que eso podría significar una mayor deuda y un debilitamiento de las políticas favorables a la inversión si una nueva carta consagra un estado más grande, más intervencionista y una red de seguridad social más grande.
Con información de EFE