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5 técnicas de estudio para mejorar el aprendizaje

Edgar Quiñónez
30 de agosto, 2021

Estas técnicas de estudio te ayudarán. ¿Crees que estudiar consiste en sentarse a una mesa y releer, repetir y memorizar la información? Si es así, es probable que tus resultados académicos no sean tan buenos como cabría esperar; pero no solo eso: seguramente para ti el estudio se haya convertido en una actividad tediosa y poco fructífera. ¡No te preocupes! Te traemos las técnicas de estudio más eficaces para mejorar tu aprendizaje.

Es posible que en algún momento hayas tratado de implementar alguna de estas técnicas y no hayas obtenido buenos resultados. Es natural que esto ocurra y no debes desanimarte: cada persona es diferente y no todas se sienten cómodas con las mismas herramientas.

Hay individuos más visuales y otros más auditivos; hay quienes se sienten estimulados por los distintos colores en sus apuntes y otros para quienes esto solo supone una gran distracción. En cualquier caso, lo importante es que explores las diferentes alternativas hasta hallar aquella que mejor encaje con tu personalidad y tus habilidades. ¿Y cómo sabrás esto? Animándote a probarlas. En poco tiempo verás cuáles son las más adecuadas para ti.


Esta nota también te puede interesar: Beneficios que demuestran la importancia de la lectura en tu vida


¿Qué es una técnica de estudio?

Las técnicas de estudio son estrategias que permiten optimizar el proceso de aprendizaje. Es decir, te ayudan a asimilar más información en un menor tiempo y con un buen nivel de comprensión de la misma. Por ende, al aplicar unas técnicas de estudio adecuadas no solo necesitarás dedicar menos horas, sino que también obtendrás mejores resultados.

Además, el aprendizaje que se produce cuando te ayudas de estas herramientas es significativo. No se trata únicamente de memorizar para poder volcar esos datos en el examen y olvidarlos; por el contrario, el objetivo consiste en entender, integrar y aplicar esa información de modo que te sea útil en el largo plazo.

Fotografía de StockSnap en Pixabay, utilizada con fines ilustrativos.

5 técnicas que te ayudarán

1- Tomar apuntes

Este paso inicial puede facilitar o entorpecer enormemente la posterior labor de estudio; sin embargo, no siempre se le presta la atención merecida. La mayor parte de las personas acostumbran a tomar apuntes durante sus clases, recogiendo las principales explicaciones y realizando anotaciones aclaratorias.

No obstante, con frecuencia, estos apuntes son insuficientes, poco descriptivos o caóticos; por ende, al retomarlos más adelante apenas sí se puede entender lo que se quería decir al escribirlos.

Para tomar unos apuntes que verdaderamente te ayuden a comprender y memorizar, es importante que prestes atención durante la sesión de clase, que verdaderamente te impliques en ella. Trata de anotar ideas principales y, si debido a las prisas tus apuntes han quedado excesivamente desorganizados, reescríbelos al llegar a casa con la información aún reciente.

2- Subrayar

Esta es una de las técnicas de estudio más comúnmente empleadas y que menos tiempo requiere. Consiste, simplemente, en tomar el libro de texto, el documento o los apuntes y resaltar los conceptos clave de cada área. Puedes hacerlo subrayando con una línea bajo la frase o añadiéndole color por encima, lo que más cómodo te resulte a la hora de releer.

Del mismo modo, algunas personas utilizan diferentes tonos o modos de subrayado para señalar distintos tipos de informaciones. Esto puede serte de utilidad si eres una persona muy visual. Además, el subrayado te servirá como paso previo para las siguientes estrategias.

3- Hacer resúmenes

Un resumen es una recopilación sintetizada de las ideas clave de la información que deseas aprender. Para que resulte efectivo es necesario saber diferenciar qué datos son relevantes y cuáles, secundarios; y, sobre todo, realizar el escrito con tus propias palabras.

De poco sirve copiar el mismo texto que te han proporcionado; sin embargo, si lo elaboras y tratas de adaptarlo a tu propio vocabulario, la comprensión será mucho mayor. En los resúmenes se utilizan frases completas y con sentido que te permitan entender el tema sin tener que ampliar la información por otros medios.


4- Crear esquemas o mapas conceptuales

Al contrario que en los resúmenes, en el caso de los esquemas has de ser capaz de seleccionar palabras concretas y concisas para plasmar la información. Un esquema debe ser una exposición simple, lógica y estructurada de las cuestiones esenciales de la materia.

Para ello, puedes valerte de líneas, flechas, llaves u otros elementos gráficos que relacionen unos puntos con otros y te indiquen su interdependencia.

Procura no escoger más de tres o cuatro palabras por cada nivel y asegúrate de que la información se profundice a medida que se avanza. Por ejemplo, en la parte superior puedes colocar las ideas principales y, por debajo, ir ampliando los detalles o características.

5- Recurrir a ejercicios prácticos

Esto no es posible en todas las materias, pero constituye una estrategia sumamente eficaz. Al realizar ejercicios prácticos no solo recibes pasivamente la información (la lees), sino que trabajas activamente sobre ella.

De este modo, se logra un aprendizaje mucho más profundo y duradero. Practicar los ejercicios planteados en clase y buscar otros nuevos, pero similares, puede ser de gran ayuda.

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  • salud
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5 técnicas de estudio para mejorar el aprendizaje

Edgar Quiñónez
30 de agosto, 2021

Estas técnicas de estudio te ayudarán. ¿Crees que estudiar consiste en sentarse a una mesa y releer, repetir y memorizar la información? Si es así, es probable que tus resultados académicos no sean tan buenos como cabría esperar; pero no solo eso: seguramente para ti el estudio se haya convertido en una actividad tediosa y poco fructífera. ¡No te preocupes! Te traemos las técnicas de estudio más eficaces para mejorar tu aprendizaje.

Es posible que en algún momento hayas tratado de implementar alguna de estas técnicas y no hayas obtenido buenos resultados. Es natural que esto ocurra y no debes desanimarte: cada persona es diferente y no todas se sienten cómodas con las mismas herramientas.

Hay individuos más visuales y otros más auditivos; hay quienes se sienten estimulados por los distintos colores en sus apuntes y otros para quienes esto solo supone una gran distracción. En cualquier caso, lo importante es que explores las diferentes alternativas hasta hallar aquella que mejor encaje con tu personalidad y tus habilidades. ¿Y cómo sabrás esto? Animándote a probarlas. En poco tiempo verás cuáles son las más adecuadas para ti.


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¿Qué es una técnica de estudio?

Las técnicas de estudio son estrategias que permiten optimizar el proceso de aprendizaje. Es decir, te ayudan a asimilar más información en un menor tiempo y con un buen nivel de comprensión de la misma. Por ende, al aplicar unas técnicas de estudio adecuadas no solo necesitarás dedicar menos horas, sino que también obtendrás mejores resultados.

Además, el aprendizaje que se produce cuando te ayudas de estas herramientas es significativo. No se trata únicamente de memorizar para poder volcar esos datos en el examen y olvidarlos; por el contrario, el objetivo consiste en entender, integrar y aplicar esa información de modo que te sea útil en el largo plazo.

Fotografía de StockSnap en Pixabay, utilizada con fines ilustrativos.

5 técnicas que te ayudarán

1- Tomar apuntes

Este paso inicial puede facilitar o entorpecer enormemente la posterior labor de estudio; sin embargo, no siempre se le presta la atención merecida. La mayor parte de las personas acostumbran a tomar apuntes durante sus clases, recogiendo las principales explicaciones y realizando anotaciones aclaratorias.

No obstante, con frecuencia, estos apuntes son insuficientes, poco descriptivos o caóticos; por ende, al retomarlos más adelante apenas sí se puede entender lo que se quería decir al escribirlos.

Para tomar unos apuntes que verdaderamente te ayuden a comprender y memorizar, es importante que prestes atención durante la sesión de clase, que verdaderamente te impliques en ella. Trata de anotar ideas principales y, si debido a las prisas tus apuntes han quedado excesivamente desorganizados, reescríbelos al llegar a casa con la información aún reciente.

2- Subrayar

Esta es una de las técnicas de estudio más comúnmente empleadas y que menos tiempo requiere. Consiste, simplemente, en tomar el libro de texto, el documento o los apuntes y resaltar los conceptos clave de cada área. Puedes hacerlo subrayando con una línea bajo la frase o añadiéndole color por encima, lo que más cómodo te resulte a la hora de releer.

Del mismo modo, algunas personas utilizan diferentes tonos o modos de subrayado para señalar distintos tipos de informaciones. Esto puede serte de utilidad si eres una persona muy visual. Además, el subrayado te servirá como paso previo para las siguientes estrategias.

3- Hacer resúmenes

Un resumen es una recopilación sintetizada de las ideas clave de la información que deseas aprender. Para que resulte efectivo es necesario saber diferenciar qué datos son relevantes y cuáles, secundarios; y, sobre todo, realizar el escrito con tus propias palabras.

De poco sirve copiar el mismo texto que te han proporcionado; sin embargo, si lo elaboras y tratas de adaptarlo a tu propio vocabulario, la comprensión será mucho mayor. En los resúmenes se utilizan frases completas y con sentido que te permitan entender el tema sin tener que ampliar la información por otros medios.


4- Crear esquemas o mapas conceptuales

Al contrario que en los resúmenes, en el caso de los esquemas has de ser capaz de seleccionar palabras concretas y concisas para plasmar la información. Un esquema debe ser una exposición simple, lógica y estructurada de las cuestiones esenciales de la materia.

Para ello, puedes valerte de líneas, flechas, llaves u otros elementos gráficos que relacionen unos puntos con otros y te indiquen su interdependencia.

Procura no escoger más de tres o cuatro palabras por cada nivel y asegúrate de que la información se profundice a medida que se avanza. Por ejemplo, en la parte superior puedes colocar las ideas principales y, por debajo, ir ampliando los detalles o características.

5- Recurrir a ejercicios prácticos

Esto no es posible en todas las materias, pero constituye una estrategia sumamente eficaz. Al realizar ejercicios prácticos no solo recibes pasivamente la información (la lees), sino que trabajas activamente sobre ella.

De este modo, se logra un aprendizaje mucho más profundo y duradero. Practicar los ejercicios planteados en clase y buscar otros nuevos, pero similares, puede ser de gran ayuda.

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