Conforme avanzan los días, cada vez se calienta más el ambiente electoral.  En una contienda eso es natural dada la “variedad” de propuestas, pero sobre todo por los ataques y señalamientos entre candidatos. 

Sin embargo, también se calienta el ambiente por los candidatos en sí; eso es lo que hemos visto en la semana recién pasada, donde más de uno ha generado controversia por una u otra razón.  Pero no hay que equivocarse, en casi todos los casos eso no es una consecuencia indeseada, sino es por diseño; los partidos y sus dueños buscan candidatos que sean controversiales porque eso genera discusión y atrae público, sin importar que tengan el perfil para -de llegar a ser electos- buenos funcionarios.  En esos casos buscan popularidad y no capacidad.

Porque tampoco se puede hablar de que estos “escogidos” por los partidos tengan buenas intenciones y que por eso vayan a ser candidatos; no es creíble que quien se meta a los trotes de la política guatemalteca tenga la intención -premeditación- de ir a hacer un mal papel, de hacer daño o de deliberadamente fracasar en su función.  Por el contrario, muchas veces personajes que en sus actividades particulares son exitosos y bien percibidos, por incautos, creen que podrán replicar ese éxito y percepción en la política; simplemente no es así.

Marlon Puente “pirulo” fue proclamado candidato a alcalde de la ciudad capital por el partido CAMBIO, propiedad de Manuel Baldizón.  Como tal, como propietario pues, lo maneja a su antojo y es por ello por lo que decide colocar a un personaje como “pirulo” de candidato.

Como breve reseña, “pirulo” lideró la barra brava del equipo de fútbol Municipal; sus ejecutorias en esa capacidad son de triste antología.  Posteriormente y desde hace varios años ya, ha dirigido un programa radial en el que despotrica contra quien le venga en gana, pero, sobre todo, lo hace de una manera despectiva, abusiva y ofensiva.  En realidad, sorprende cómo en un país tan violento como este, no haya tenido consecuencias lamentables.Baldizón lo escoge con la apuesta de que sus fans sean sus votantes y, quién sabe, tal vez es un cálculo correcto electoralmente hablando.  

Pero incluso alguien como Manuel Baldizón, empresario y político, pero también lavador de dinero, no puede creer genuinamente que “pirulo” pueda ser buen alcalde, de ser electo.  Así, se confirma que lo utiliza para tratar de generar “tráfico” y opinión hacia su partido y tratar de ganar unos votos a costa de la dignidad y la cordura.  La política guatemalteca, cada vez más, se decanta por pretender aprovechar el caudal de seguidores en redes sociales de personas que no necesariamente tienen la capacidad -o idoneidad- para ejercer un cargo público: el caso de la postulación de “pirulo” es ciertamente uno de ellos.

Otro de esos casos, es la postulación de la Licenciada Massiel Carrillo candidata a diputada por el partido PAN; abogada y notaria de profesión -y ella ha mencionado que es empresaria, también- realmente es conocida, y la razón por la que tiene cientos de miles de seguidores en redes sociales, por haber sido presentadora de televisión donde daba el pronóstico del clima usualmente vestida con ropa pegada al cuerpo y falda muy corta, circunstancias que acentuaban su voluptuosa figura.

Esa ha sido una tendencia de algunos noticieros alrededor del mundo que se valen de figuras femeninas llamativas para llevar audiencia a un segmento de su programación que de otra forma pasaría inadvertido.  Yaneth García, una curvilínea modelo mexicana, es conocida precisamente como “la chica del clima” y que desde entonces ha trascendido a otros ámbitos, mas no a la política. La francesa Doria Tiller incluso llegó a dar el reporte del clima desnuda.

Así, la preparación académica de Carrillo no está en duda, pero sí lo está la razón por la cual es candidata a diputada.  Tampoco lo está su derecho a serlo, sin embargo, al no tener experiencia en la administración pública más allá de haber sido vocera en el ministerio de comunicaciones, es fácil llegar a la conclusión que su candidatura se debe a la cantidad de seguidores en sus redes que, el partido que la postula, Carrillo era capitalizar como votantes.  

Tanto en el primer caso, el de “pirulo”, como en el de Carrillo, la apuesta partidaria no es llevar a los mejores futuros funcionarios, sino postular a personas “famosas” con la intención de generar votos, nada más y no de dar nivel de su propuesta política.  Esa práctica tampoco es nada nuevo en el mundo, pero los niveles que está alcanzando, sobre todo en estas elecciones en Guatemala, es preocupante desde la perspectiva que la oferta política va detrás de la demanda, es decir, que indudablemente hay “marcado” para una oferta política así y eso habla más de los votantes que de los partidos políticos.

No se puede pretender tener funcionarios capaces de resolver los problemas que aquejan a la población, si lo que se ofrece -y se elige- en las elecciones es popularidad y no necesariamente capacidad.  Se repite, las intenciones de los dos acá mencionados podrán ser las mejores, pero es que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno.  No podemos seguir escogiendo “influencers” si lo que buscamos elegir son funcionarios capaces.  

La idoneidad de un candidato es precisamente eso, ser adecuado y apropiado para el cargo.