Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Nichols, enviado de EE. UU., amenaza con cortesía

.
Sebastián Gennari
26 de octubre, 2023

Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, está en Centroamérica del 23 al 27 de octubre. En Guatemala, como se ha reportado, se reunió con el presidente electo, Bernardo Arévalo, y el canciller, Mario Búcaro. En El Salvador, se reunirá con el presidente Nayib Bukele.

Panorama general. La visita de Nichols responde al tenso contexto guatemalteco. Busca reunirse con las figuras que considera esenciales para navegar la situación: los integrantes del nuevo Gobierno, dirigentes indígenas y defensores de los derechos humanos, así como con representantes empresariales.

  • Washington desea zanjar la crisis política guatemalteca, no solo para respaldar a su favorito —Arévalo—, sino para centrarse en los temas que más le interesan. La migración es, por supuesto, la cuestión más acuciante.

    SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER
  • En El Salvador, Nichols tendrá una agenda más ligera. Para bien o para mal, se da por sentada la reelección de Bukele, lo que garantiza la estabilidad política del país.

Entre líneas. Es sabido que EE. UU. levanta la bandera de Arévalo y de Semilla, defendiéndolos resueltamente. En el contexto nacional, este apoyo se ha visto complicado por los bloqueos de principios de mes; se ha atribuido cierta responsabilidad al Departamento de Estado de EE. UU.

  • En su momento, el Gobierno guatemalteco afirmó que tenía pruebas de que los bloqueos se valían de financiamiento extranjero, con la implicación de que los fondos eran en su mayoría de origen estadounidense.
  • Esto ha sido desmentido por Nichols, que tilda el rumor de "ridículo e insultante". Ante estos choques, se consideró "poco conveniente" un encuentro entre Nichols y el presidente Giammattei.
  • Nichols también ha vuelto a blandir la espada de las sanciones; de continuar la "ruptura del orden democrático", dice que EE. UU. apostaría por sanciones selectivas. No puntualizó a qué sectores estarían dirigidas estas medidas.

Visto y no visto. La visita de Nichols a El Salvador es más protocolaria, pues la previsible reelección de Bukele hace necesario un entendimiento. Este acercamiento se ha hecho notorio en meses recientes: hace unas semanas, por ejemplo, el FMI loaba la capacidad operacional del Gobierno salvadoreño.

  • Para EE. UU., la migración y el desarrollo han adquirido una importancia primordial. Los estadounidenses desean forjar lazos con el sector privado salvadoreño, pues consideran que el progreso económico es la única solución a la crisis migratoria.
  • Washington se ve en la necesidad de reducir el número de personas que se valen del puente terrestre centroamericano. Esto irá cobrando relevancia a medida que se acerquen las elecciones estadounidenses.
  • Se suele olvidar que no todos los migrantes son latinoamericanos. En efecto, a Washington le disgusta que El Salvador sea el único país centroamericano que no exige visado a los ciudadanos indios.

El balance. La gira diplomática de Nichols pone en evidencia las enormes diferencias entre dos naciones vecinas como El Salvador y Guatemala. A pesar de no ser amado por EE. UU., Bukele ha logrado que se le trate con cierto respeto; Guatemala, sumida en una crisis política, es tratada con pinzas.

  • Esta visita debe ser analizada fuera del contexto guatemalteco. Más allá de su predilección por el presidente electo, EE. UU. entiende que una transición turbulenta atenta contra sus intereses: la estabilidad en la región.
  • El temor de Washington es que la crisis política desemboque en una crisis económica que aumente la presión sobre su frontera con México. Los republicanos, claro está, aprovecharán cualquier repunte en los números de "encuentros" con migrantes.
  • El Departamento de Estado no quiere que se le acuse de injerencia. Es destacable que Nichols fue opaco con su agenda; no ha querido decir, por ejemplo, con qué líderes indígenas se reunió.

Nichols, enviado de EE. UU., amenaza con cortesía

.
Sebastián Gennari
26 de octubre, 2023

Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, está en Centroamérica del 23 al 27 de octubre. En Guatemala, como se ha reportado, se reunió con el presidente electo, Bernardo Arévalo, y el canciller, Mario Búcaro. En El Salvador, se reunirá con el presidente Nayib Bukele.

Panorama general. La visita de Nichols responde al tenso contexto guatemalteco. Busca reunirse con las figuras que considera esenciales para navegar la situación: los integrantes del nuevo Gobierno, dirigentes indígenas y defensores de los derechos humanos, así como con representantes empresariales.

  • Washington desea zanjar la crisis política guatemalteca, no solo para respaldar a su favorito —Arévalo—, sino para centrarse en los temas que más le interesan. La migración es, por supuesto, la cuestión más acuciante.

    SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER
  • En El Salvador, Nichols tendrá una agenda más ligera. Para bien o para mal, se da por sentada la reelección de Bukele, lo que garantiza la estabilidad política del país.

Entre líneas. Es sabido que EE. UU. levanta la bandera de Arévalo y de Semilla, defendiéndolos resueltamente. En el contexto nacional, este apoyo se ha visto complicado por los bloqueos de principios de mes; se ha atribuido cierta responsabilidad al Departamento de Estado de EE. UU.

  • En su momento, el Gobierno guatemalteco afirmó que tenía pruebas de que los bloqueos se valían de financiamiento extranjero, con la implicación de que los fondos eran en su mayoría de origen estadounidense.
  • Esto ha sido desmentido por Nichols, que tilda el rumor de "ridículo e insultante". Ante estos choques, se consideró "poco conveniente" un encuentro entre Nichols y el presidente Giammattei.
  • Nichols también ha vuelto a blandir la espada de las sanciones; de continuar la "ruptura del orden democrático", dice que EE. UU. apostaría por sanciones selectivas. No puntualizó a qué sectores estarían dirigidas estas medidas.

Visto y no visto. La visita de Nichols a El Salvador es más protocolaria, pues la previsible reelección de Bukele hace necesario un entendimiento. Este acercamiento se ha hecho notorio en meses recientes: hace unas semanas, por ejemplo, el FMI loaba la capacidad operacional del Gobierno salvadoreño.

  • Para EE. UU., la migración y el desarrollo han adquirido una importancia primordial. Los estadounidenses desean forjar lazos con el sector privado salvadoreño, pues consideran que el progreso económico es la única solución a la crisis migratoria.
  • Washington se ve en la necesidad de reducir el número de personas que se valen del puente terrestre centroamericano. Esto irá cobrando relevancia a medida que se acerquen las elecciones estadounidenses.
  • Se suele olvidar que no todos los migrantes son latinoamericanos. En efecto, a Washington le disgusta que El Salvador sea el único país centroamericano que no exige visado a los ciudadanos indios.

El balance. La gira diplomática de Nichols pone en evidencia las enormes diferencias entre dos naciones vecinas como El Salvador y Guatemala. A pesar de no ser amado por EE. UU., Bukele ha logrado que se le trate con cierto respeto; Guatemala, sumida en una crisis política, es tratada con pinzas.

  • Esta visita debe ser analizada fuera del contexto guatemalteco. Más allá de su predilección por el presidente electo, EE. UU. entiende que una transición turbulenta atenta contra sus intereses: la estabilidad en la región.
  • El temor de Washington es que la crisis política desemboque en una crisis económica que aumente la presión sobre su frontera con México. Los republicanos, claro está, aprovecharán cualquier repunte en los números de "encuentros" con migrantes.
  • El Departamento de Estado no quiere que se le acuse de injerencia. Es destacable que Nichols fue opaco con su agenda; no ha querido decir, por ejemplo, con qué líderes indígenas se reunió.