Como su nombre lo indica, el desayuno es la comida con la que se “rompe” el ayuno. Por esto, es considerada la comida más importante del día, pues aporta al cerebro y al organismo los nutrientes necesarios para comenzar bien el día.
Durante el sueño el cuerpo descansa, pero los procesos vitales como la respiración y el funcionamiento del corazón consumen energía. La principal función del desayuno es reponer la energía perdida durante la noche, almacenar reservas para el día e hidratar el organismo. Por otro lado, también mejora el ambiente de unión familiar que se puede crear en torno a éste.
A medida que los niños crecen y van descubriendo el mundo, necesitan nutrientes especiales. Por esto, es necesario ayudarlos con un buen desayuno, pues fomenta buenos hábitos alimentarios, mejora la capacidad de aprender y brinda la energía necesaria para realizar todas las actividades físicas y mentales. Además, se ha demostrado que los niños que desayunan regularmente tienden a tener un mejor desempeño escolar.
Para los niños, un desayuno balanceado debe aportar carbohidratos, proteínas y algo de grasa. Para hacerlo más sencillo, éste puede ser tortilla de maíz, huevo, queso y una fruta. Además, es ideal acompañarlo por una bebida, preferiblemente agua.
Las carnes brindan proteínas que ayudan a crear y reparar músculos y tejidos, los lácteos proporcionan calcio que ayuda a mantener huesos y dientes sanos, las frutas brindan vitaminas, minerales y fibra que ayuda a mejorar el tránsito intestinal y las bebidas le dan al cuerpo la hidratación que necesita, luego del ayuno de la noche.
Algunos niños rechazan el desayuno antes de ir al colegio, ya sea porque es muy temprano o porque no tienen apetito. Si este es tu caso, recuerda la importancia de desayunar en familia, pues esto motiva al niño a comer, estando acompañados por sus seres queridos.
También, puedes intentar que tu hijo coma parte del desayuno en casa y el resto lo puedes incluir junto con los demás alimentos de su lonchera o lo puede comer más tarde. De esta manera, aumentará su capacidad estomacal y poco a poco podrá comer todo su desayuno en casa.
La niñez es la etapa en la que se deben formar los hábitos saludables pues serán los que predominarán hasta la adultez. Los adultos somos un ejemplo para los niños, por lo que debemos reforzar este hábito en familia.
Finalmente, recuerda que puedes encontrar más información sobre el desayuno en la página de Facebook de Unidos por Niños Saludables: https://goo.gl/c7rVG4.
Como su nombre lo indica, el desayuno es la comida con la que se “rompe” el ayuno. Por esto, es considerada la comida más importante del día, pues aporta al cerebro y al organismo los nutrientes necesarios para comenzar bien el día.
Durante el sueño el cuerpo descansa, pero los procesos vitales como la respiración y el funcionamiento del corazón consumen energía. La principal función del desayuno es reponer la energía perdida durante la noche, almacenar reservas para el día e hidratar el organismo. Por otro lado, también mejora el ambiente de unión familiar que se puede crear en torno a éste.
A medida que los niños crecen y van descubriendo el mundo, necesitan nutrientes especiales. Por esto, es necesario ayudarlos con un buen desayuno, pues fomenta buenos hábitos alimentarios, mejora la capacidad de aprender y brinda la energía necesaria para realizar todas las actividades físicas y mentales. Además, se ha demostrado que los niños que desayunan regularmente tienden a tener un mejor desempeño escolar.
Para los niños, un desayuno balanceado debe aportar carbohidratos, proteínas y algo de grasa. Para hacerlo más sencillo, éste puede ser tortilla de maíz, huevo, queso y una fruta. Además, es ideal acompañarlo por una bebida, preferiblemente agua.
Las carnes brindan proteínas que ayudan a crear y reparar músculos y tejidos, los lácteos proporcionan calcio que ayuda a mantener huesos y dientes sanos, las frutas brindan vitaminas, minerales y fibra que ayuda a mejorar el tránsito intestinal y las bebidas le dan al cuerpo la hidratación que necesita, luego del ayuno de la noche.
Algunos niños rechazan el desayuno antes de ir al colegio, ya sea porque es muy temprano o porque no tienen apetito. Si este es tu caso, recuerda la importancia de desayunar en familia, pues esto motiva al niño a comer, estando acompañados por sus seres queridos.
También, puedes intentar que tu hijo coma parte del desayuno en casa y el resto lo puedes incluir junto con los demás alimentos de su lonchera o lo puede comer más tarde. De esta manera, aumentará su capacidad estomacal y poco a poco podrá comer todo su desayuno en casa.
La niñez es la etapa en la que se deben formar los hábitos saludables pues serán los que predominarán hasta la adultez. Los adultos somos un ejemplo para los niños, por lo que debemos reforzar este hábito en familia.
Finalmente, recuerda que puedes encontrar más información sobre el desayuno en la página de Facebook de Unidos por Niños Saludables: https://goo.gl/c7rVG4.