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Dilma vrs. Aecio

Redacción República
05 de octubre, 2014

En el análisis
político siempre son bienvenidas las sorpresas y vaya si la segunda vuelta de
Brasil lo será. Como se predijo hace una semana Dilma Rousseff ganó la primera
vuelta de las elecciones de Brasil con más del 41% de los votos, mientras que
Aecio Navas se quedó con un 33.82% y a quien dije iba a ser la rival de Dilma,
Marina Silva, del partido socialista logró solamente un 21% de los sufragios.


Se esperaba que
Silva consiguiera más votos dado que el partido socialista tenía un repunte en
las encuestas en gran parte por el rostro amigable a los sectores empresariales
de su candidato Eduardo Campos, quien trágicamente falleció en el mes de
agosto. Su sucesora, la ambientalista Marina Silva, parecía heredar el caudal
político de Campos, pero esto no sucedió y los que pensábamos que veríamos una
segunda vuelta entre las izquierdas progresistas del país, nos equivocamos,
pero para nuestro agrado.


La propuesta social
demócrata de Aécio Neves, quien ideológicamente se ubica en el centro izquierda
pero comparado con el Partido de los Trabajadores de Rousseff y el Socialista
de Silva, Neves está más bien a la derecha de ambos. Esto seguramente fue lo
que cautivó a los sectores empresariales que no ocultan su antipatía al
gobierno de Rousseff, asunto que no era tan marcado con Lula da Silva. Ahora se
verá una segunda vuelta más marcada por las diferencias ideológicas en donde el
éxito será buscar soluciones a dos aspectos relevantes: la lucha contra la
corrupción y el estancamiento económico.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

El año entrante
será un año difícil para la economía de Brasil, independientemente de quien
gane las elecciones, lo que significará un desgaste fuerte para el gobierno que
también deberá preparar un desembolso fuerte con miras a los Juegos Olímpicos
de Río de Janeiro de 2016. Por otro lado, la corrupción sigue siendo la razón
de mayor rechazo de los brasileños a la clase política, un factor que no pudo
solucionar Cardoso, Lula y ahora Rousseff y que ha venido empeorando con cada
gobierno, este será el tema principal de la segunda vuelta para tratar de
cautivar el voto de la nueva clase media, mencionada en la última columna, que
ya caracterizado protestas por esta razón.


La segunda vuelta este
26 de octubre será una batalla campal entre el Partido Social Demócrata de Neves
y el Partido de los Trabajadores de Rousseff que puede ver como este “milagro”
continua por otros cuatro años o termina abruptamente como la participación de
su selección en el pasado Mundial.


@robertoantoniow


Dilma vrs. Aecio

Redacción República
05 de octubre, 2014

En el análisis
político siempre son bienvenidas las sorpresas y vaya si la segunda vuelta de
Brasil lo será. Como se predijo hace una semana Dilma Rousseff ganó la primera
vuelta de las elecciones de Brasil con más del 41% de los votos, mientras que
Aecio Navas se quedó con un 33.82% y a quien dije iba a ser la rival de Dilma,
Marina Silva, del partido socialista logró solamente un 21% de los sufragios.


Se esperaba que
Silva consiguiera más votos dado que el partido socialista tenía un repunte en
las encuestas en gran parte por el rostro amigable a los sectores empresariales
de su candidato Eduardo Campos, quien trágicamente falleció en el mes de
agosto. Su sucesora, la ambientalista Marina Silva, parecía heredar el caudal
político de Campos, pero esto no sucedió y los que pensábamos que veríamos una
segunda vuelta entre las izquierdas progresistas del país, nos equivocamos,
pero para nuestro agrado.


La propuesta social
demócrata de Aécio Neves, quien ideológicamente se ubica en el centro izquierda
pero comparado con el Partido de los Trabajadores de Rousseff y el Socialista
de Silva, Neves está más bien a la derecha de ambos. Esto seguramente fue lo
que cautivó a los sectores empresariales que no ocultan su antipatía al
gobierno de Rousseff, asunto que no era tan marcado con Lula da Silva. Ahora se
verá una segunda vuelta más marcada por las diferencias ideológicas en donde el
éxito será buscar soluciones a dos aspectos relevantes: la lucha contra la
corrupción y el estancamiento económico.

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será un año difícil para la economía de Brasil, independientemente de quien
gane las elecciones, lo que significará un desgaste fuerte para el gobierno que
también deberá preparar un desembolso fuerte con miras a los Juegos Olímpicos
de Río de Janeiro de 2016. Por otro lado, la corrupción sigue siendo la razón
de mayor rechazo de los brasileños a la clase política, un factor que no pudo
solucionar Cardoso, Lula y ahora Rousseff y que ha venido empeorando con cada
gobierno, este será el tema principal de la segunda vuelta para tratar de
cautivar el voto de la nueva clase media, mencionada en la última columna, que
ya caracterizado protestas por esta razón.


La segunda vuelta este
26 de octubre será una batalla campal entre el Partido Social Demócrata de Neves
y el Partido de los Trabajadores de Rousseff que puede ver como este “milagro”
continua por otros cuatro años o termina abruptamente como la participación de
su selección en el pasado Mundial.


@robertoantoniow