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Que nos gobiernen los mejores

Redacción República
06 de octubre, 2014

La renuncia pública de la Doctora Claudia Escobar a su reelección como magistrada de Sala ha abierto un espectro amplio de análisis en la sociedad guatemalteca. La Doctora Escobar asegura que hubo vicios en el proceso de elección de los magistrados y que ella no desea ser parte de esa componenda. El primer gran tema de análisis es: ¿Cuál debe ser el modelo de elección y designación de jueces y magistrados dentro del sistema judicial guatemalteco?A pesar de tener poco tiempo de estar vigente dentro de nuestro sistema legal, las llamadas Comisiones de Postulación han mostrado un alto grado de vulnerabilidad a la politización, dejando grandes espacios para la intromisión de los intereses políticos particulares en los puestos de control del sistema republicano. La idea de delegar en las Universidades y en las organizaciones gremiales especializadas la nominación de los profesionales más destacados no es mala; el problema se da a partir de su aplicación, ya que el incentivo por tener voz y voto en dicha conformación es sumamente perverso. La ambición por tener el control de las Comisiones de Postulación ha generado desde una multimillonaria campaña política a lo interno de la Universidad de San Carlos y el Colegio de Abogados, hasta la creación de facultades de derecho y Universidades con un mínimo de alumnos. El otro modelo propuesto para la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones es el de la Carrera Judicial. Este segundo modelo implica la inversión prolongada en capacitación y formación de jueces y magistrados que a su vez demuestren tener todas las competencias para ocupar tan altos cargos. El modelo parece ser mucho mejor, pero como en todo, su implementación se podría ver viciada por los espurios intereses de quienes a toda costa buscan que la impunidad siga siendo la reina,ama y señora de nuestro sistema judicial.Yo lo que más lamento es que la discusión sobre la conformación de las cortes gira a torno al sujeto o los intereses que defiende cada magistrado. A lo largo de los últimos meses tan solo se escucha que la planilla “X” está con Baldetti, que la planilla “Y” es de Baldizón y la planilla “Z” es del Rey del Tenis.Como sociedad debemos generar las condiciones e incentivos para que los mejores profesionalessean quienes aspiren a llegar a los puestos más altos del servicio público. Ser Magistrado, Fiscal,Contralor, Diputado, Ministro o Presidente debe de ser una honra, no tan solo un puesto logrado basado en compadrazgo, con el objetivo de enriquecerse y cubrir los ilícitos de otros.

Que nos gobiernen los mejores

Redacción República
06 de octubre, 2014

La renuncia pública de la Doctora Claudia Escobar a su reelección como magistrada de Sala ha abierto un espectro amplio de análisis en la sociedad guatemalteca. La Doctora Escobar asegura que hubo vicios en el proceso de elección de los magistrados y que ella no desea ser parte de esa componenda. El primer gran tema de análisis es: ¿Cuál debe ser el modelo de elección y designación de jueces y magistrados dentro del sistema judicial guatemalteco?A pesar de tener poco tiempo de estar vigente dentro de nuestro sistema legal, las llamadas Comisiones de Postulación han mostrado un alto grado de vulnerabilidad a la politización, dejando grandes espacios para la intromisión de los intereses políticos particulares en los puestos de control del sistema republicano. La idea de delegar en las Universidades y en las organizaciones gremiales especializadas la nominación de los profesionales más destacados no es mala; el problema se da a partir de su aplicación, ya que el incentivo por tener voz y voto en dicha conformación es sumamente perverso. La ambición por tener el control de las Comisiones de Postulación ha generado desde una multimillonaria campaña política a lo interno de la Universidad de San Carlos y el Colegio de Abogados, hasta la creación de facultades de derecho y Universidades con un mínimo de alumnos. El otro modelo propuesto para la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones es el de la Carrera Judicial. Este segundo modelo implica la inversión prolongada en capacitación y formación de jueces y magistrados que a su vez demuestren tener todas las competencias para ocupar tan altos cargos. El modelo parece ser mucho mejor, pero como en todo, su implementación se podría ver viciada por los espurios intereses de quienes a toda costa buscan que la impunidad siga siendo la reina,ama y señora de nuestro sistema judicial.Yo lo que más lamento es que la discusión sobre la conformación de las cortes gira a torno al sujeto o los intereses que defiende cada magistrado. A lo largo de los últimos meses tan solo se escucha que la planilla “X” está con Baldetti, que la planilla “Y” es de Baldizón y la planilla “Z” es del Rey del Tenis.Como sociedad debemos generar las condiciones e incentivos para que los mejores profesionalessean quienes aspiren a llegar a los puestos más altos del servicio público. Ser Magistrado, Fiscal,Contralor, Diputado, Ministro o Presidente debe de ser una honra, no tan solo un puesto logrado basado en compadrazgo, con el objetivo de enriquecerse y cubrir los ilícitos de otros.