Por sus actos, llamarles sinvergüenzas a los diputados, es una expresión que queda corta. La aprobación del Presupuesto 2015 es una muestra más de como el único interés que tienen los partidos políticos es saquear a granel al Estado. Ya no existe diferencia entre el Partido Patriota y LÍDER, ambos han conformado una alianza macabra que se ha especializado en socavar la poca institucionalidad que queda en el país y han llevado la democracia a sus niveles más bajos desde la apertura democrática hace 30 años.
A estas alturas da igual si queda electo Manuel Baldizón o Alejandro Sinibaldi, en ambos casos se propagaría la mafia que se ha incrustado en todas las instancias del estado y en todas las instituciones que garantizan los pesos y contrapesos de la República. Los ministerios, secretarías y otras dependencias como la SAT se han convertido en herramientas de saqueo de fondos públicos y con cualquiera de las alternativas roja o anaranjada seguirán funcionando así.
Resulta irónico que Roberto Gómez Bolaños haya muerto y quede en nuestra memoria el personaje del Chapulín Colorado, porque ante esta clase política sólo queda suspirar y preguntarnos ¿y ahora quien podrá defendernos?
Por sus actos, llamarles sinvergüenzas a los diputados, es una expresión que queda corta. La aprobación del Presupuesto 2015 es una muestra más de como el único interés que tienen los partidos políticos es saquear a granel al Estado. Ya no existe diferencia entre el Partido Patriota y LÍDER, ambos han conformado una alianza macabra que se ha especializado en socavar la poca institucionalidad que queda en el país y han llevado la democracia a sus niveles más bajos desde la apertura democrática hace 30 años.
A estas alturas da igual si queda electo Manuel Baldizón o Alejandro Sinibaldi, en ambos casos se propagaría la mafia que se ha incrustado en todas las instancias del estado y en todas las instituciones que garantizan los pesos y contrapesos de la República. Los ministerios, secretarías y otras dependencias como la SAT se han convertido en herramientas de saqueo de fondos públicos y con cualquiera de las alternativas roja o anaranjada seguirán funcionando así.
Resulta irónico que Roberto Gómez Bolaños haya muerto y quede en nuestra memoria el personaje del Chapulín Colorado, porque ante esta clase política sólo queda suspirar y preguntarnos ¿y ahora quien podrá defendernos?