La semana anterior la implacable y omnipresente corrupción guatemalteca tuvo una de sus victorias más importantes de las últimas décadas. La confesión de culpabilidad del ex presidente Alfonso Portillo del delito de Conspiración para el Lavado de Dinero ante un juez federal estadounidense es un latigazo lacerante para los creyentes del estado de derecho.
estadounidenses puede abrir la puerta para la captura de algunos de los más importantes e influyentes delincuentes de “cuello blanco” en el país. Yo en cambio creo que el mensaje del acuerdo es mucho más perjudicial para Guatemala. Ante una condena mínima, todo aquel que se beneficie sin límites del poder político buscará la manera del lograr un “acuerdo”, haciendo válida aquella frase: “La pena se olvida, pero el dinero se queda”.
La semana anterior la implacable y omnipresente corrupción guatemalteca tuvo una de sus victorias más importantes de las últimas décadas. La confesión de culpabilidad del ex presidente Alfonso Portillo del delito de Conspiración para el Lavado de Dinero ante un juez federal estadounidense es un latigazo lacerante para los creyentes del estado de derecho.
estadounidenses puede abrir la puerta para la captura de algunos de los más importantes e influyentes delincuentes de “cuello blanco” en el país. Yo en cambio creo que el mensaje del acuerdo es mucho más perjudicial para Guatemala. Ante una condena mínima, todo aquel que se beneficie sin límites del poder político buscará la manera del lograr un “acuerdo”, haciendo válida aquella frase: “La pena se olvida, pero el dinero se queda”.