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¡Exceso en legítima defensa… si sólo la violaron!

Redacción República
05 de marzo, 2014

El sábado es el Día Internacional de la Mujer y se desarrollarán una serie de actividades para conmemorar ese histórico día en la búsqueda de la igualdad de género. En muchas ocasiones debatimos cómo empoderarnos y transformar el escenario para que existan condiciones de igualdad. Sin embargo, mientras nos enfrascamos en el cómo, siguen ocurriendo situaciones que nos denigran como mujeres.

Hoy me llegó un correo que me compartió una colega de una mesa interinstitucional sobre mujeres, donde buscamos aportar desde nuestro rol en la seguridad y construcción de la paz. 
El correo contaba un caso, que luego de leerlo, causa una sensación de devastación por aquellas amigas, colegas, hermanas, madres, abuelas que podrían o han pasado por lo mismo. En países donde las condiciones de inseguridad son tan críticos como Guatemala y México, de donde es el caso que les contaré, las mujeres no sólo estamos expuestas a que nos roben, amenacen o secuestren sino también a una violación… el extremo más vil al que puede llegar un animal que se hace pasar por hombre.
Ocurrió en México pero pudo ser una historia de cualquier rincón de Guatemala. En pleno mes de diciembre en el Distrito Federal, Yakiri Rubí fue secuestrada por dos hombres, violada y luego encarcelada por defenderse. ¡SI! Luego de ser violada, Yakiri se defendió e hirió a uno de esos animales que la ultrajaron. Éste murió. El otro la señaló como asesina argumentando que “mató a su novio por celos”.
En un sistema tan ineficiente como corrupto, no se siguieron los protocolos mínimos y ocurrieron una serie de irregularidades que resultaron en la cárcel para la víctima. Uno de los argumentos de la Procuraduría fue que Yakiri llegó “por voluntad propia” con sus acompañantes al hotel donde fue secuestrada…. ¡Nunca se paran a pensar que la “voluntad propia” podría ser resultado de amenazas!
Los padres y amigos generaron una presión mediática en la búsqueda de una justicia que el sistema no les garantizaba y lograron que el “delito” de Yakiri se reclasificara como “exceso de legítima defensa”. No obstante lo ridículo del caso, al menos ello le permitirá libertad bajo fianza.
En Guatemala nos podría ocurrir lo mismo a cualquier mujer. No existe una investigación de oficio ante el delito de violación, y en muchos casos éstos quedan en la impunidad por el temor de la mujer a represalias. El sistema sólo responde que “sin denuncia no hay delito”. Además, en la oficina de atención a la víctima en el Ministerio Público no tienen suficiente tiempo ni espacio para atender a una mujer que ha sufrido tal vejamen. 
Aquellos ofrecimientos de priorizar la “atención a la víctima” parecen haberse olvidado. Lamentablemente nos damos cuenta sólo cuando tocamos la puerta de una oficina en Gerona sin las mínimas condiciones ni personal para atender a quienes se acercan porque un animal ha incrementado las estadísticas. Y del personal sólo se escucha un ¡“tranquila que ya todo paso”!
Situaciones como estas, que ocurren diariamente en países como Guatemala y México, sólo nos demuestran que seguimos reproduciendo actitudes de violencia hacia la mujer. Porque una actitud contraria sería un “exceso de legítima defensa”. Recordemos el caso de los violadores de la Roosevelt… sólo porque una MUJERES VALIENTES denunciaron y se mantuvieron firmes durante el caso se logró que esos animales fueran a la cárcel. ¡Ojalá que, como en muchos otros temas de género, algunos hombres se sumaran a la causa! 
@MarizzaHerrera
#YakiriLibre

¡Exceso en legítima defensa… si sólo la violaron!

Redacción República
05 de marzo, 2014

El sábado es el Día Internacional de la Mujer y se desarrollarán una serie de actividades para conmemorar ese histórico día en la búsqueda de la igualdad de género. En muchas ocasiones debatimos cómo empoderarnos y transformar el escenario para que existan condiciones de igualdad. Sin embargo, mientras nos enfrascamos en el cómo, siguen ocurriendo situaciones que nos denigran como mujeres.

Hoy me llegó un correo que me compartió una colega de una mesa interinstitucional sobre mujeres, donde buscamos aportar desde nuestro rol en la seguridad y construcción de la paz. 
El correo contaba un caso, que luego de leerlo, causa una sensación de devastación por aquellas amigas, colegas, hermanas, madres, abuelas que podrían o han pasado por lo mismo. En países donde las condiciones de inseguridad son tan críticos como Guatemala y México, de donde es el caso que les contaré, las mujeres no sólo estamos expuestas a que nos roben, amenacen o secuestren sino también a una violación… el extremo más vil al que puede llegar un animal que se hace pasar por hombre.
Ocurrió en México pero pudo ser una historia de cualquier rincón de Guatemala. En pleno mes de diciembre en el Distrito Federal, Yakiri Rubí fue secuestrada por dos hombres, violada y luego encarcelada por defenderse. ¡SI! Luego de ser violada, Yakiri se defendió e hirió a uno de esos animales que la ultrajaron. Éste murió. El otro la señaló como asesina argumentando que “mató a su novio por celos”.
En un sistema tan ineficiente como corrupto, no se siguieron los protocolos mínimos y ocurrieron una serie de irregularidades que resultaron en la cárcel para la víctima. Uno de los argumentos de la Procuraduría fue que Yakiri llegó “por voluntad propia” con sus acompañantes al hotel donde fue secuestrada…. ¡Nunca se paran a pensar que la “voluntad propia” podría ser resultado de amenazas!
Los padres y amigos generaron una presión mediática en la búsqueda de una justicia que el sistema no les garantizaba y lograron que el “delito” de Yakiri se reclasificara como “exceso de legítima defensa”. No obstante lo ridículo del caso, al menos ello le permitirá libertad bajo fianza.
En Guatemala nos podría ocurrir lo mismo a cualquier mujer. No existe una investigación de oficio ante el delito de violación, y en muchos casos éstos quedan en la impunidad por el temor de la mujer a represalias. El sistema sólo responde que “sin denuncia no hay delito”. Además, en la oficina de atención a la víctima en el Ministerio Público no tienen suficiente tiempo ni espacio para atender a una mujer que ha sufrido tal vejamen. 
Aquellos ofrecimientos de priorizar la “atención a la víctima” parecen haberse olvidado. Lamentablemente nos damos cuenta sólo cuando tocamos la puerta de una oficina en Gerona sin las mínimas condiciones ni personal para atender a quienes se acercan porque un animal ha incrementado las estadísticas. Y del personal sólo se escucha un ¡“tranquila que ya todo paso”!
Situaciones como estas, que ocurren diariamente en países como Guatemala y México, sólo nos demuestran que seguimos reproduciendo actitudes de violencia hacia la mujer. Porque una actitud contraria sería un “exceso de legítima defensa”. Recordemos el caso de los violadores de la Roosevelt… sólo porque una MUJERES VALIENTES denunciaron y se mantuvieron firmes durante el caso se logró que esos animales fueran a la cárcel. ¡Ojalá que, como en muchos otros temas de género, algunos hombres se sumaran a la causa! 
@MarizzaHerrera
#YakiriLibre