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El soldado Chacón

Redacción República
09 de marzo, 2014

Los Estados Unidos (EEUU) no tienne amigos ni enemigos, tienen intereses. Esta es la máxima bajo la cual se rigen las potencias en el sistema internacional y bajo la cual se deberían regir todas las naciones–estado que lo componen. Este es uno de los puntos medulares que los estudiosos de las relaciones internacionales usan para responder a la incógnita de ¿por qué se actúan los países como lo hacen? Si reconociéramos la misma nos ahorraríamos una gran dosis de frustración frente a la postura que los EEUU ha tomado con respecto a Guatemala en los últimos años y particularmente en los últimos meses. 

Los tres sistemas más jerarquizados en el mundo son los ejércitos, la iglesia católica y los cuerpos diplomáticos. Como un soldado un funcionario diplomático, sea tercer secretario o bien sea embajador debe ser obediente no deliberante. Esto también lo podemos explicar conceptualmente los internacionalistas si entendemos que una de las dimensiones del poder político es el dominio que se ejerce extraterritorialmente en una misión diplomática, cuyo jefe, en este caso el embajador tiene competencias extraordinarias y plenipotenciarias lo que significa que es el representante directo de su presidente en otro país, o sea debe cumplir con la agenda que este ha trazado en materia de política exterior. 
Refunfuñar, patalear y hacer berrinche por las declaraciones y por el proceder del ex embajador de EEUU en Guatemala Arnold Chacón, es un gasto innecesario de energía. El poder no es inmutable, se ejerce de diferentes formas y los EEUU de hoy no son los mismos que apoyaron e incluso presionaron a Guatemala en los tiempos de la Guerra Fría, que dicho sea de paso se vivió muy intensamente aquí. Sus intereses han cambiado y la forma en que ejercen poder también lo ha hecho. Pero esto no ha sido un proceso de la noche a la mañana, esto ha sido un proceso que lleva ya dos décadas y que lamentablemente hemos sido incapaces de reconocer como estado. 
Arnold Chacón asumirá el cargo de director general del servicio exterior de los EEUU. Fue nombrado para el mismo en octubre de 2013, una fecha que coincide con los principales puntos de tensión en las relaciones bilaterales Guatemala–EEUU (el caso Chixoy, las adopciones, el período de la Fiscal General). Sin embargo, la postura que asumió el embajador Chacón no obedecía a una agenda personal como muchos erróneamente creen, sino al libreto trazado por la secretaría de estado de la actual administración de Barack Obama. Como buen soldado, como buen funcionario diplomático Chacón cumplió con su deber. 
En vez de sufrir calenturas ajenas, lo que deberíamos exigirle a nuestros funcionarios es precisamente eso: ¡que cumplan con su deber! La ignorancia que nuestros funcionarios han demostrado sobre política exterior da pena ajena y nos debería encolerizar que sus hierros son pagados con fondos públicos. No solo urge una profesionalización de nuestros funcionarios urge que como sociedad seamos más exigentes tanto con ellos como con nosotros mismos. 
@robertoantoniow

El soldado Chacón

Redacción República
09 de marzo, 2014

Los Estados Unidos (EEUU) no tienne amigos ni enemigos, tienen intereses. Esta es la máxima bajo la cual se rigen las potencias en el sistema internacional y bajo la cual se deberían regir todas las naciones–estado que lo componen. Este es uno de los puntos medulares que los estudiosos de las relaciones internacionales usan para responder a la incógnita de ¿por qué se actúan los países como lo hacen? Si reconociéramos la misma nos ahorraríamos una gran dosis de frustración frente a la postura que los EEUU ha tomado con respecto a Guatemala en los últimos años y particularmente en los últimos meses. 

Los tres sistemas más jerarquizados en el mundo son los ejércitos, la iglesia católica y los cuerpos diplomáticos. Como un soldado un funcionario diplomático, sea tercer secretario o bien sea embajador debe ser obediente no deliberante. Esto también lo podemos explicar conceptualmente los internacionalistas si entendemos que una de las dimensiones del poder político es el dominio que se ejerce extraterritorialmente en una misión diplomática, cuyo jefe, en este caso el embajador tiene competencias extraordinarias y plenipotenciarias lo que significa que es el representante directo de su presidente en otro país, o sea debe cumplir con la agenda que este ha trazado en materia de política exterior. 
Refunfuñar, patalear y hacer berrinche por las declaraciones y por el proceder del ex embajador de EEUU en Guatemala Arnold Chacón, es un gasto innecesario de energía. El poder no es inmutable, se ejerce de diferentes formas y los EEUU de hoy no son los mismos que apoyaron e incluso presionaron a Guatemala en los tiempos de la Guerra Fría, que dicho sea de paso se vivió muy intensamente aquí. Sus intereses han cambiado y la forma en que ejercen poder también lo ha hecho. Pero esto no ha sido un proceso de la noche a la mañana, esto ha sido un proceso que lleva ya dos décadas y que lamentablemente hemos sido incapaces de reconocer como estado. 
Arnold Chacón asumirá el cargo de director general del servicio exterior de los EEUU. Fue nombrado para el mismo en octubre de 2013, una fecha que coincide con los principales puntos de tensión en las relaciones bilaterales Guatemala–EEUU (el caso Chixoy, las adopciones, el período de la Fiscal General). Sin embargo, la postura que asumió el embajador Chacón no obedecía a una agenda personal como muchos erróneamente creen, sino al libreto trazado por la secretaría de estado de la actual administración de Barack Obama. Como buen soldado, como buen funcionario diplomático Chacón cumplió con su deber. 
En vez de sufrir calenturas ajenas, lo que deberíamos exigirle a nuestros funcionarios es precisamente eso: ¡que cumplan con su deber! La ignorancia que nuestros funcionarios han demostrado sobre política exterior da pena ajena y nos debería encolerizar que sus hierros son pagados con fondos públicos. No solo urge una profesionalización de nuestros funcionarios urge que como sociedad seamos más exigentes tanto con ellos como con nosotros mismos. 
@robertoantoniow