Redacción
29 de abril, 2014
Dentro de la literatura de emprendimiento se mencionan elementos que facilitan el desarrollo de un emprendedor. Dentro de ellos están “las redes de contactos”.
Es interesante porque en estudios como el GEM (Global Entrepreneurship Monitor), Guatemala no posee un alto punteo en redes de contactos entre emprendedores. Llama esto mucho la atención, especialmente por ser Guatemala un país pequeño. Las redes de contactos son las que permiten desarrollar negocios de otro nivel, acelerar procesos, cerrar tratos a menores costos.
En muchos casos se habla de ecosistemas de emprendimiento. Podríamos decir que son espacios en donde hay una alta concentración de personas que son especialistas altamente relacionadas o conectadas con cierta actividad. Por ejemplo, es por todos conocido que Nueva York es un espacio en el que se realizan con facilidad un sin número de transacciones financieras, Los Angeles para el cine y la música, Silicon Valley negocios de tecnología, y así pueden mencionarse algunos otros lugares que se distinguen por “aglomerar” recursos y personas dedicadas a cierta actividad. Eso atrae capital y otros recursos continuamente. Definitivamente en estos ecosistemas se dan con facilidad redes de contactos entre individuos. Y eso hace más fácil para cada uno de ellos hacer negocios en ese campo.
Un proceso empresarial se hace más práctico y rápido cuando existen contactos con personas que se conocen previamente. En otras palabras, es mucho más fácil y barato hacer negocios con personas a las que les tenemos confianza y mejor aún si la confianza es mutua. Es por eso que una persona bien “conectada”, con muchas redes de contactos, podrá hacer negocios con menos esfuerzo. Claro está, si estas personas con las que tenemos contacto y a las que les tenemos confianza son además las personas correctas para el tipo de negocio que estamos emprendiendo, el camino se facilitará aún más.
Alguna vez has hecho un ejercicio de las personas que conoces, como un mapa de la red de contactos que tienes. Quizás es más fácil aún hacer ese ejercicio cuando tienes en mente una acción concreta que quieres llevar a cabo y darte cuenta qué personas te está haciendo falta conocer.
Recuerdo una historia de una persona a quien admiro, aunque ya no está con nosotros: El Dr. Manuel Ayau. En una reunión en USA, antes de entrar a la reunión dice: “Estoy estudiando el listado de participantes. Tengo marcados quiénes son las personas a quienes voy a contactar y no me iré sin hablarles de algunos proyectos”. Esta lección me ha acompañado toda la vida. Muchas veces nos encontramos en lugares y las oportunidades están allí en frente nuestro y no nos damos cuenta. Ni siquiera estamos conscientes de qué personas son las que se encuentran allí. Quizás, si hacemos un esfuerzo consciente, podemos aprovechar en todo momento esa capacidad para identificar personas, construir contactos y desarrollar relaciones de largo plazo basadas en confianza mientras caminamos por la vida.
Redacción
29 de abril, 2014
Dentro de la literatura de emprendimiento se mencionan elementos que facilitan el desarrollo de un emprendedor. Dentro de ellos están “las redes de contactos”.
Es interesante porque en estudios como el GEM (Global Entrepreneurship Monitor), Guatemala no posee un alto punteo en redes de contactos entre emprendedores. Llama esto mucho la atención, especialmente por ser Guatemala un país pequeño. Las redes de contactos son las que permiten desarrollar negocios de otro nivel, acelerar procesos, cerrar tratos a menores costos.
En muchos casos se habla de ecosistemas de emprendimiento. Podríamos decir que son espacios en donde hay una alta concentración de personas que son especialistas altamente relacionadas o conectadas con cierta actividad. Por ejemplo, es por todos conocido que Nueva York es un espacio en el que se realizan con facilidad un sin número de transacciones financieras, Los Angeles para el cine y la música, Silicon Valley negocios de tecnología, y así pueden mencionarse algunos otros lugares que se distinguen por “aglomerar” recursos y personas dedicadas a cierta actividad. Eso atrae capital y otros recursos continuamente. Definitivamente en estos ecosistemas se dan con facilidad redes de contactos entre individuos. Y eso hace más fácil para cada uno de ellos hacer negocios en ese campo.
Un proceso empresarial se hace más práctico y rápido cuando existen contactos con personas que se conocen previamente. En otras palabras, es mucho más fácil y barato hacer negocios con personas a las que les tenemos confianza y mejor aún si la confianza es mutua. Es por eso que una persona bien “conectada”, con muchas redes de contactos, podrá hacer negocios con menos esfuerzo. Claro está, si estas personas con las que tenemos contacto y a las que les tenemos confianza son además las personas correctas para el tipo de negocio que estamos emprendiendo, el camino se facilitará aún más.
Alguna vez has hecho un ejercicio de las personas que conoces, como un mapa de la red de contactos que tienes. Quizás es más fácil aún hacer ese ejercicio cuando tienes en mente una acción concreta que quieres llevar a cabo y darte cuenta qué personas te está haciendo falta conocer.
Recuerdo una historia de una persona a quien admiro, aunque ya no está con nosotros: El Dr. Manuel Ayau. En una reunión en USA, antes de entrar a la reunión dice: “Estoy estudiando el listado de participantes. Tengo marcados quiénes son las personas a quienes voy a contactar y no me iré sin hablarles de algunos proyectos”. Esta lección me ha acompañado toda la vida. Muchas veces nos encontramos en lugares y las oportunidades están allí en frente nuestro y no nos damos cuenta. Ni siquiera estamos conscientes de qué personas son las que se encuentran allí. Quizás, si hacemos un esfuerzo consciente, podemos aprovechar en todo momento esa capacidad para identificar personas, construir contactos y desarrollar relaciones de largo plazo basadas en confianza mientras caminamos por la vida.