¡Preocupación… es lo único que se puede expresar! Lamentablemente en Guatemala tu opinión te encasilla en un espectro ideológico por el simple hecho de expresarte favorable o contrario a personas cuyos perfiles parecen posicionarse hacia algún lado de la brújula. Hoy quiero referirme a la elección de Fiscal General, esperando que no se me “encasille” a favor o en contra de alguien por una opinión crítica al proceso.
Es que hay un elemento clave que aparece en la palestra, pero de una manera que no cobra la relevancia vital que tiene: la importancia del fortalecimiento institucional, por encima de personas y/o intereses particulares.
Es por ello que no termino de entender cómo aquellas personas u organizaciones (nacionales u extranjeras) que apoyan el desarrollo institucional democrático en Guatemala pueden expresar tan obvios espaldarazos a una persona particular, sea ésta actual Fiscal o aspirante. ¿Es que se habrá olvidado que un principio básico de la cooperación internacional es precisamente el fortalecimiento institucional, que no depende si X o Y persona está en el cargo? ¿Se olvidaron aquellos llamados por la instalación de capacidades que permitan la continuidad de las políticas independientemente de la persona en el cargo? ¿O ese principio no rige en el caso de un Fiscal General?
El fortalecimiento institucional es labrado por personas pero no depende de ellas en particular para hacerse viable, sino de la propia institucionalidad (cuando es real).
Si la gestión de los últimos años en la persecución penal fue efectiva, como se alardea nacional e internacionalmente, cualquiera que acuda al sistema puede dar fe de ello: hay tantos testigos como casos diarios de delitos. A la persona que ha sido víctima de robo, hurto, violencia, violación o cualquier otro delito no le importa el nombre del Fiscal General, simplemente quiere una persecución penal efectiva que le garantice justicia. ¿Hemos logrado eso… independientemente del nombre del Fiscal?
Si Claudia Paz es propuesta o no en la nómina de seis candidatos donde el Presidente debe elegir al próximo Fiscal es un punto irrelevante para el ciudadano común; lo importante es que su gestión haya sido tan efectiva que para dejar una institucionalidad fortalecida que garantice la reducción permanente de la impunidad, aunque el próximo Fiscal se llame Claudia Paz o Juan López. ¿O acaso la CICIG se acabó con la salida de Carlos Castresana, o con la salida de Francisco Dall´Anesse? ¡La institución continúa sin importar la persona! ¿O no?
Es por ello que los comunicados a favor de Claudia Paz, emitidos por algunos actores y entidades extranjeras, sólo mancillan la misma institucionalidad que dicen defender. ¿Esos comunicados son a favor de la persona o la institucionalidad? Porque si es cierto que su gestión fue tan eficiente, habrá construido una institucionalidad que trasciende personas, algo que quienes le han dado el espaldarazo también deberían reflexionar… ¡lo contrario significaría, entonces, que su gestión no fue tan eficiente!
¡Preocupación… es lo único que se puede expresar! Lamentablemente en Guatemala tu opinión te encasilla en un espectro ideológico por el simple hecho de expresarte favorable o contrario a personas cuyos perfiles parecen posicionarse hacia algún lado de la brújula. Hoy quiero referirme a la elección de Fiscal General, esperando que no se me “encasille” a favor o en contra de alguien por una opinión crítica al proceso.
Es que hay un elemento clave que aparece en la palestra, pero de una manera que no cobra la relevancia vital que tiene: la importancia del fortalecimiento institucional, por encima de personas y/o intereses particulares.
Es por ello que no termino de entender cómo aquellas personas u organizaciones (nacionales u extranjeras) que apoyan el desarrollo institucional democrático en Guatemala pueden expresar tan obvios espaldarazos a una persona particular, sea ésta actual Fiscal o aspirante. ¿Es que se habrá olvidado que un principio básico de la cooperación internacional es precisamente el fortalecimiento institucional, que no depende si X o Y persona está en el cargo? ¿Se olvidaron aquellos llamados por la instalación de capacidades que permitan la continuidad de las políticas independientemente de la persona en el cargo? ¿O ese principio no rige en el caso de un Fiscal General?
El fortalecimiento institucional es labrado por personas pero no depende de ellas en particular para hacerse viable, sino de la propia institucionalidad (cuando es real).
Si la gestión de los últimos años en la persecución penal fue efectiva, como se alardea nacional e internacionalmente, cualquiera que acuda al sistema puede dar fe de ello: hay tantos testigos como casos diarios de delitos. A la persona que ha sido víctima de robo, hurto, violencia, violación o cualquier otro delito no le importa el nombre del Fiscal General, simplemente quiere una persecución penal efectiva que le garantice justicia. ¿Hemos logrado eso… independientemente del nombre del Fiscal?
Si Claudia Paz es propuesta o no en la nómina de seis candidatos donde el Presidente debe elegir al próximo Fiscal es un punto irrelevante para el ciudadano común; lo importante es que su gestión haya sido tan efectiva que para dejar una institucionalidad fortalecida que garantice la reducción permanente de la impunidad, aunque el próximo Fiscal se llame Claudia Paz o Juan López. ¿O acaso la CICIG se acabó con la salida de Carlos Castresana, o con la salida de Francisco Dall´Anesse? ¡La institución continúa sin importar la persona! ¿O no?
Es por ello que los comunicados a favor de Claudia Paz, emitidos por algunos actores y entidades extranjeras, sólo mancillan la misma institucionalidad que dicen defender. ¿Esos comunicados son a favor de la persona o la institucionalidad? Porque si es cierto que su gestión fue tan eficiente, habrá construido una institucionalidad que trasciende personas, algo que quienes le han dado el espaldarazo también deberían reflexionar… ¡lo contrario significaría, entonces, que su gestión no fue tan eficiente!