Redacción
08 de abril, 2014
Hace algunos años me tocó presentar una nota donde el entonces Ministro de Gobernación mostraba una foto de un adolescente llamado Axel Danilo Ramírez Espinoza, apodado “El Smiley”. El entonces encargado de la cartera del interior, exponía al pandillero como el causante de todos los males del país, asesinatos, extorsiones, violencia, violación de mujeres y muchos delitos más. Su captura, meses después, nos quitó la venda de los ojos, ya que siguieron las extorsiones, asesinatos y violaciones.
Tiempo antes, también me tocó presentar la noticias de la captura de los “Capos” del contrabando Santos Hipólito Reyes y Alfredo Moreno Molina. La caída de los grandes evasores suponía una disminución en el contrabando en Guatemala, cosa que no sucedió.
Las noticias sobre la captura de narcotraficantes son comunes, desde “El Gordo” Paredes hasta Waldemar Lorenza, pasando por la muerte de “Juancho” León y la extradición de Juan Alberto Ortiz López. Lo cierto es que el narcotráfico no disminuye.
Lo anteriormente expuesto nos hace pensar que el fallo es multisistémico. Todo el engranaje del estado está fallando de manera atroz. La representación más clara del colapso del sistema es el Alcalde de Chinautla, Arnoldo Medrano, quien con singular prepotencia y cinismo relata ante el público la forma en la cual él no necesita del ningún partido político para seguir al frente de la comuna.
Medrano es un ejemplo vivo de todo lo malo de la política guatemalteca. Una política sin ideales, sin honor, sin responsabilidad y carente de decoro. Sin embargo, el “Sistema” premia a “políticos” de la calaña de Medrano. En las últimas cuatro elecciones, todos los partidos oficiales han tenido que llegar con el hombre fuerte de Chinautla a pedir su incorporación a la organización, ya que el dinero y redes clientelares del jefe edil, son “útiles” para el partido.
La alternancia en el poder es una de las bases fundamentales de la democracia, ya que sin ella, las personas se enquistan en las instituciones y con el tiempo creen ser más importantes y valiosas, que la ley misma.
Los partidos políticos son vehículos electorales caudillistas, mismos que se prestan a cualquier tipo de componenda u acuerdo con personajes tan obscuros como Arnoldo Medrano, Adolfo Vivar, Manuel de Jesús Castillo y muchísimos más.
La reforma a la Ley electoral y de partidos políticos es urgente, pero dejando de lado cosas tan absurdas como las cuotas por género, raza o religión. El impostergable la incorporación de los mejores guatemaltecos al sistema político. No podemos seguir esperando que los delincuentes cambien, ya que eso lo único que hace es que la descomposición continúe.
Guatemala merece un sistema que premie el Servicio Público, pero a su vez castigue inclementemente a los saqueadores, ladrones, corruptos e incompetentes. Para lograr ese objetivo, es necesario que personas como Medrano sean llevados y vencidos ante los tribunales de justicia. Guatemala va a cambiar, justo cuando usted decida ser una mejor persona al servicio de su familia, su comunidad y su país.
Redacción
08 de abril, 2014
Hace algunos años me tocó presentar una nota donde el entonces Ministro de Gobernación mostraba una foto de un adolescente llamado Axel Danilo Ramírez Espinoza, apodado “El Smiley”. El entonces encargado de la cartera del interior, exponía al pandillero como el causante de todos los males del país, asesinatos, extorsiones, violencia, violación de mujeres y muchos delitos más. Su captura, meses después, nos quitó la venda de los ojos, ya que siguieron las extorsiones, asesinatos y violaciones.
Tiempo antes, también me tocó presentar la noticias de la captura de los “Capos” del contrabando Santos Hipólito Reyes y Alfredo Moreno Molina. La caída de los grandes evasores suponía una disminución en el contrabando en Guatemala, cosa que no sucedió.
Las noticias sobre la captura de narcotraficantes son comunes, desde “El Gordo” Paredes hasta Waldemar Lorenza, pasando por la muerte de “Juancho” León y la extradición de Juan Alberto Ortiz López. Lo cierto es que el narcotráfico no disminuye.
Lo anteriormente expuesto nos hace pensar que el fallo es multisistémico. Todo el engranaje del estado está fallando de manera atroz. La representación más clara del colapso del sistema es el Alcalde de Chinautla, Arnoldo Medrano, quien con singular prepotencia y cinismo relata ante el público la forma en la cual él no necesita del ningún partido político para seguir al frente de la comuna.
Medrano es un ejemplo vivo de todo lo malo de la política guatemalteca. Una política sin ideales, sin honor, sin responsabilidad y carente de decoro. Sin embargo, el “Sistema” premia a “políticos” de la calaña de Medrano. En las últimas cuatro elecciones, todos los partidos oficiales han tenido que llegar con el hombre fuerte de Chinautla a pedir su incorporación a la organización, ya que el dinero y redes clientelares del jefe edil, son “útiles” para el partido.
La alternancia en el poder es una de las bases fundamentales de la democracia, ya que sin ella, las personas se enquistan en las instituciones y con el tiempo creen ser más importantes y valiosas, que la ley misma.
Los partidos políticos son vehículos electorales caudillistas, mismos que se prestan a cualquier tipo de componenda u acuerdo con personajes tan obscuros como Arnoldo Medrano, Adolfo Vivar, Manuel de Jesús Castillo y muchísimos más.
La reforma a la Ley electoral y de partidos políticos es urgente, pero dejando de lado cosas tan absurdas como las cuotas por género, raza o religión. El impostergable la incorporación de los mejores guatemaltecos al sistema político. No podemos seguir esperando que los delincuentes cambien, ya que eso lo único que hace es que la descomposición continúe.
Guatemala merece un sistema que premie el Servicio Público, pero a su vez castigue inclementemente a los saqueadores, ladrones, corruptos e incompetentes. Para lograr ese objetivo, es necesario que personas como Medrano sean llevados y vencidos ante los tribunales de justicia. Guatemala va a cambiar, justo cuando usted decida ser una mejor persona al servicio de su familia, su comunidad y su país.