Redacción
21 de mayo, 2014
La innovación es uno de los principales atributos del emprendedor. El empresario, entre sus funciones, busca métodos mejores para producir, desarrolla productos adecuados a las necesidades de los consumidores, introduce tecnología moderna y reduce costos si encuentra una manera más eficiente de brindar un servicio. Una sociedad debe ser proclive al desarrollo de la creatividad de las personas, pues en buena medida ésta es una de las características clave para poder innovar en el mundo empresarial.
Algunos casos nacionales e internacionales ayudan a ilustrar qué sucede cuándo alguien se anima a innovar. Por ejemplo, Ix Style es una empresa fundada por Francesca Kennedy que surgió con el objetivo de contribuir a mejorar la situación social y ambiental en el Lago de Atitlán. La empresa produce sandalias con diseño artesanal, aunque la comodidad y calidad fueron ajustadas para cumplir con los gustos y preferencias del consumidor estadounidense.
Según el reporte de Lemoine la fundadora de la empresa buscó un producto que pudiese tener un buen mercado y diese trabajo a los artesanos que habitan las orillas del lago, con el fin de que generen un ingreso familiar adecuado y que a la vez les permita dar tratamiento a las aguas que hoy están contaminadas y saturadas de algas, cuando antes solían ser cristalinas.
Según Francesca, quien dejó su empleo en el sector financiero en Nueva York, para emprender esta aventura, los clientes valoran una empresa responsable y amigable con el medio ambiente. Por ello, las sandalias hechas a mano de cuero natural se venden a precios mucho mayores de los precios vigentes en el mercado local. Cada par de sandalias cuesta 89 dólares. Esto es casi diez veces más de lo que se obtiene al vender localmente. La generación de valor en este producto es muy interesante, pues dado que muchas de las productoras son mujeres, ellas reciben ingresos que les permiten alimentar mejor a su familia, mejorar la infraestructura del hogar y proveerse de equipo amigable con el ambiente y la salud, com estufas mejoradas, filtros de agua y sistemas de saneamiento mejorados.
Al igual que este caso, los encadenamientos empresariales que promueve la AGEXPORT van en una línea similar, buscando productos que tengan un buen mercado de exportación, con el fin de que las familias de lugares donde hay pobreza puedan mejorar sus niveles de vida. La producción de miel es uno de esos productos con alto potencial de exportación que permite la generación de ingresos mayores para los agricultores de los que genera el maíz.
El gran desafío es lograr que miles de jóvenes que no están ya en el sistema educativo, que carecen de una alternativa laboral formal y que se encuentran en áreas catalogadas como rurales y en extrema pobreza puedan encontrar un negocio que pueden emprender con éxito. Solamente así lograremos que cambie la situación social y económica de muchas familias, que hoy carecen de servicios o se han vuelto dependientes de los programas de gobierno como la bolsa de alimentos o las transferencias condicionadas. El esfuerzo del país debe ir alineado a generar oportunidades de emprendimiento que generen suficientes ingresos a las familias de menores ingresos. Recientemente el CIEN presentó el estudio Emprendimiento y desarrollo rural en el cual se señala la importancia de fortalecer el acceso al sistema educativo y elevar la calidad de la educación que se imparte, con el fin de que los jóvenes tengan mejores perspectivas tanto como emprendedores como colaboradores en una empresa.
Redacción
21 de mayo, 2014
La innovación es uno de los principales atributos del emprendedor. El empresario, entre sus funciones, busca métodos mejores para producir, desarrolla productos adecuados a las necesidades de los consumidores, introduce tecnología moderna y reduce costos si encuentra una manera más eficiente de brindar un servicio. Una sociedad debe ser proclive al desarrollo de la creatividad de las personas, pues en buena medida ésta es una de las características clave para poder innovar en el mundo empresarial.
Algunos casos nacionales e internacionales ayudan a ilustrar qué sucede cuándo alguien se anima a innovar. Por ejemplo, Ix Style es una empresa fundada por Francesca Kennedy que surgió con el objetivo de contribuir a mejorar la situación social y ambiental en el Lago de Atitlán. La empresa produce sandalias con diseño artesanal, aunque la comodidad y calidad fueron ajustadas para cumplir con los gustos y preferencias del consumidor estadounidense.
Según el reporte de Lemoine la fundadora de la empresa buscó un producto que pudiese tener un buen mercado y diese trabajo a los artesanos que habitan las orillas del lago, con el fin de que generen un ingreso familiar adecuado y que a la vez les permita dar tratamiento a las aguas que hoy están contaminadas y saturadas de algas, cuando antes solían ser cristalinas.
Según Francesca, quien dejó su empleo en el sector financiero en Nueva York, para emprender esta aventura, los clientes valoran una empresa responsable y amigable con el medio ambiente. Por ello, las sandalias hechas a mano de cuero natural se venden a precios mucho mayores de los precios vigentes en el mercado local. Cada par de sandalias cuesta 89 dólares. Esto es casi diez veces más de lo que se obtiene al vender localmente. La generación de valor en este producto es muy interesante, pues dado que muchas de las productoras son mujeres, ellas reciben ingresos que les permiten alimentar mejor a su familia, mejorar la infraestructura del hogar y proveerse de equipo amigable con el ambiente y la salud, com estufas mejoradas, filtros de agua y sistemas de saneamiento mejorados.
Al igual que este caso, los encadenamientos empresariales que promueve la AGEXPORT van en una línea similar, buscando productos que tengan un buen mercado de exportación, con el fin de que las familias de lugares donde hay pobreza puedan mejorar sus niveles de vida. La producción de miel es uno de esos productos con alto potencial de exportación que permite la generación de ingresos mayores para los agricultores de los que genera el maíz.
El gran desafío es lograr que miles de jóvenes que no están ya en el sistema educativo, que carecen de una alternativa laboral formal y que se encuentran en áreas catalogadas como rurales y en extrema pobreza puedan encontrar un negocio que pueden emprender con éxito. Solamente así lograremos que cambie la situación social y económica de muchas familias, que hoy carecen de servicios o se han vuelto dependientes de los programas de gobierno como la bolsa de alimentos o las transferencias condicionadas. El esfuerzo del país debe ir alineado a generar oportunidades de emprendimiento que generen suficientes ingresos a las familias de menores ingresos. Recientemente el CIEN presentó el estudio Emprendimiento y desarrollo rural en el cual se señala la importancia de fortalecer el acceso al sistema educativo y elevar la calidad de la educación que se imparte, con el fin de que los jóvenes tengan mejores perspectivas tanto como emprendedores como colaboradores en una empresa.