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El hombre perdido entre sus diferencias

Redacción República
23 de mayo, 2014

Llama mi atención cómo a medida que pasa el tiempo, el ser humano ha logrado superar obstáculos extraordinarios que evidencian nuestra superioridad intelectual. Sin embargo hay casos en los que me cuestiono ¿Por qué es tan animal el ser humano? ¿Por qué es tan salvaje? Me imagino casos como la persecución a los negros, judíos, homosexuales, cristianos y simplemente no logro comprender si todos tenemos la misma cantidad de miembros, todos sufrimos, todos lloramos, todos reímos. ¿Entonces por qué buscamos tanto una fragmentación humana? ¿Son necesarias las etiquetas para todos? 

El pasado 11 de mayo de 2014, en Guatemala se llevó a cabo una caminata promoviendo la unión familiar, hecho que causó grandes críticas porque unos creían que unión familiar es solamente heterosexual otros que también es homosexual, en fin se volvió una batalla basada en insultos personales. Y es en este momento que me pregunto ¿si el ser humano ha superado tantas cosas en este mundo, sí el ser humano es tan inteligente, por que decide destruirse a sí mismo? ¿Qué es tolerancia? Debo aclarar que sí soy creyente católica sin embargo no encuentro problema a la homosexualidad, no la apoyo, pero tampoco rechazo por ello, pensamiento que esperaría que cualquier homosexual considerara. Nos hemos empeñado tanto en resaltar nuestras diferencias que luchar hasta morir por estas es un gozo, recalcarlas hasta denigrar al otro es cuestión de orgullo. 
Leí comentarios tan antipáticos, discriminadores, tan intolerantes que no me molestaré en repetirlos, porque no considero que sean apropiados para el mismo respeto que todo ser humano merece. Mi postura ante esto es clara, no me importa su sexo, su religión, si tiene tres brazos, si tiene 25 ojos, solo exijo tolerancia; por favor, estamos en el siglo XXI y continuamos creyéndonos superiores que los demás, si soy homosexual los que no lo son, son conservadores y si soy heterosexual, los homosexuales son enfermos. ¿Debo ser más explícita? No lo creo. 
Si hemos superado bombas atómicas, guerras mundiales, diluvios, terremotos, tsunamis; sí luchamos en contra de la delincuencia, de la pobreza, del tráfico de vírgenes, narcotráfico ¿Por qué no luchar por ampliar la tolerancia? ¿Por realmente practicarla? Y seguramente pensarán que mi crítica a la crítica de la crítica no es ningún buen ejemplo de tolerancia, sin embargo puedo asegurar que mis párrafos anteriores han evidenciado que no le temo a las diferencias, no le temo a la diversidad, porque no considero que las diferencias sean motivo de disputa, de odio, y aún más me obligaré a pensar que las diferencias entre nosotros no son nuestra arma de destrucción.

El hombre perdido entre sus diferencias

Redacción República
23 de mayo, 2014

Llama mi atención cómo a medida que pasa el tiempo, el ser humano ha logrado superar obstáculos extraordinarios que evidencian nuestra superioridad intelectual. Sin embargo hay casos en los que me cuestiono ¿Por qué es tan animal el ser humano? ¿Por qué es tan salvaje? Me imagino casos como la persecución a los negros, judíos, homosexuales, cristianos y simplemente no logro comprender si todos tenemos la misma cantidad de miembros, todos sufrimos, todos lloramos, todos reímos. ¿Entonces por qué buscamos tanto una fragmentación humana? ¿Son necesarias las etiquetas para todos? 

El pasado 11 de mayo de 2014, en Guatemala se llevó a cabo una caminata promoviendo la unión familiar, hecho que causó grandes críticas porque unos creían que unión familiar es solamente heterosexual otros que también es homosexual, en fin se volvió una batalla basada en insultos personales. Y es en este momento que me pregunto ¿si el ser humano ha superado tantas cosas en este mundo, sí el ser humano es tan inteligente, por que decide destruirse a sí mismo? ¿Qué es tolerancia? Debo aclarar que sí soy creyente católica sin embargo no encuentro problema a la homosexualidad, no la apoyo, pero tampoco rechazo por ello, pensamiento que esperaría que cualquier homosexual considerara. Nos hemos empeñado tanto en resaltar nuestras diferencias que luchar hasta morir por estas es un gozo, recalcarlas hasta denigrar al otro es cuestión de orgullo. 
Leí comentarios tan antipáticos, discriminadores, tan intolerantes que no me molestaré en repetirlos, porque no considero que sean apropiados para el mismo respeto que todo ser humano merece. Mi postura ante esto es clara, no me importa su sexo, su religión, si tiene tres brazos, si tiene 25 ojos, solo exijo tolerancia; por favor, estamos en el siglo XXI y continuamos creyéndonos superiores que los demás, si soy homosexual los que no lo son, son conservadores y si soy heterosexual, los homosexuales son enfermos. ¿Debo ser más explícita? No lo creo. 
Si hemos superado bombas atómicas, guerras mundiales, diluvios, terremotos, tsunamis; sí luchamos en contra de la delincuencia, de la pobreza, del tráfico de vírgenes, narcotráfico ¿Por qué no luchar por ampliar la tolerancia? ¿Por realmente practicarla? Y seguramente pensarán que mi crítica a la crítica de la crítica no es ningún buen ejemplo de tolerancia, sin embargo puedo asegurar que mis párrafos anteriores han evidenciado que no le temo a las diferencias, no le temo a la diversidad, porque no considero que las diferencias sean motivo de disputa, de odio, y aún más me obligaré a pensar que las diferencias entre nosotros no son nuestra arma de destrucción.