Por: Annelisse Escobar
Una indiferencia nos ha empezado a caracterizar sin que nos demos cuenta. Son tantas las presiones que nos quieren obligar a ayudar a los demás que nos hemos vuelto indiferentes y las ahuyentamos rápidamente, pero ¿somos culpables por mostrarnos desinteresados ante los necesitados? ¿Es esto peor que el falso altruismo que presentan algunos funcionarios públicos tratando de ayudar a los afectados a costa de los demás? En la búsqueda de nuestros propios intereses, como tal, no importa qué tan realista, con visión de futuro, sobrio, honesto, o valiente, seamos no se puede ser intrínsecamente puramente moral. Después de todo, sólo los actos motivados por intereses de los demás que cuentan como altruistas.
Por: Annelisse Escobar
Una indiferencia nos ha empezado a caracterizar sin que nos demos cuenta. Son tantas las presiones que nos quieren obligar a ayudar a los demás que nos hemos vuelto indiferentes y las ahuyentamos rápidamente, pero ¿somos culpables por mostrarnos desinteresados ante los necesitados? ¿Es esto peor que el falso altruismo que presentan algunos funcionarios públicos tratando de ayudar a los afectados a costa de los demás? En la búsqueda de nuestros propios intereses, como tal, no importa qué tan realista, con visión de futuro, sobrio, honesto, o valiente, seamos no se puede ser intrínsecamente puramente moral. Después de todo, sólo los actos motivados por intereses de los demás que cuentan como altruistas.