Tiene razón, pero no leyó mal. El contendiente directo de Juan Manuel Santos no es Álvaro Uribe sino Oscar Iván Zuluaga. Este, sin embargo, enarbola la bandera Uribista a tal punto que parece ser el muñeco y Uribe el ventrílocuo. Al momento de escribir estas líneas, con casi el 90% de las mesas escrutadas, Zuluaga (y por extensión natural Uribe) lograron una ventaja de casí 4% sobre el actual presidente Santos. Un porcentaje que refleja el peso político que Álvaro Uribe tiene en Colombia, un país agradecido por dejarlo mucho mejor de cómo lo encontró más allá de toda crítica.
El primer round ya pasó y Zuluaga ganó por puntos. Ambos candidatos sufrieron duros golpes. Primero Santos con el escándalo de las acusaciones que su asesor de campaña el venezolano JJ Rendón se reunió con abogados y representantes de supuestos narcotraficantes quienes le dieron dinero, lo que provocó su salida del equipo de Santos. Y luego hace muy pocos días un vídeo que mostraba a Zuluaga reunido con un hacker que ha infiltrado las redes de diferentes dependencias del estado colombiano, provocó una sacudida para la campaña de Zuluaga.
Pero ahora ambos van a segunda vuelta en tan solo tres semanas, el próximo 15 de junio a la caza de los votos de los otros candidatos para definir la presidencia. Lo que está en juego en medio de todo es el proceso de paz que Colombia atraviesa. Santos considera que este es el medio necesario para pacificar al país mientras que Zuluaga repite lo que Uribe exclama a los cuatro vientos: su oposición a dicho proceso. Como mencione la semana pasada, Santos busca desarmar y desmovilizar a las FARC para que participen en los destinos del país por medios democráticos. Lo que constituirá la verdadera prueba de fuego para estas al ver que tantos votos del electorado reciben. Mientras tanto Uribe siempre ha considerado que no se debe negociar con terroristas y se les debe enfrentar con todo el peso de las “buenas leyes y las buenas armas” como diría Maquiavelo. La gran interrogante es por cuánto tiempo más (el conflicto en Colombia lleva ya medio siglo).
Pero otra batalla de carácter filosófico – político se da también en Colombia y es una batalla entre el sistema democrático y los principios republicanos. Hasta que punto debe prevalecer la “voluntad del pueblo” por encima de la institucionalidad republicana. Recordemos que Uribe consideró modificar la constitución haciendo gala de un neo populismo al estilo del peruano Alberto Fujimori. Al no lograr lo suyo y al ver que el proyecto de Juan Manuel Santos no le gustaba, giró vela y formó su propio partido con un candidato puesto a dedo. El mes entrante sabremos si se mantendrá el principio de la “alternabilidad” en el poder si Santos es reelecto o si indirectamente Uribe gana a través de Zuluaga.
@robertoantoniow